Capítulo 10

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Narras tú 

Día siguiente.

Desperté con un leve dolor de cabeza, hoy eran los últimos 2 exámenes así que quería llegar temprano para repasar algo de los temas que presentaría el día de hoy.

No fue necesario llegar a mi casillero, entre al salón y caminé hacia mi escritorio, me senté para sacar el libro de cálculo, lo abrí en la página donde debía estudiar, pero de pronto una pequeña flor apareció frente a mí, miré al dueño de esa blanca mano y era mi gatito.

Yoongi: Hola —dijo tranquilo—

Yo(Tu): Hola —dije cortante—

Yoongi: ¿Me perdonas? —se sentó en el escritorio que estaba frente a mi—

No le conteste nada, fije mi vista en mi libro y comencé a estudiar, odiaba hacerle esto, pero... ¿Lo que el hizo qué? ignorarlo sería lo mínimo que podría hacerle.

Al ver que no le respondí nada se puso de pie para sentarse a mi lado, lo mire y dulcemente beso mis labios, dios mío, que adicción eran sus labios para mí, le seguí el beso, ante él era muy débil.

Yoongi: ¿Me... —me beso— perdonas? —me dio otro beso— por favor —volvió a besarme—

Lo mire, no quería reírme, me volvió a besar.

Yoongi: Muñequita por favor —cerro los ojos y pego nuestras frentes— fui un estúpido, perdóname por favor, nada justifica lo que hice, por favor ¿sí? —me miro— ¿sí, sí, sí? —me dio un piquito—

Yo: Esta bien gatito, te perdono —sonreí—

Yoongi: Te amo gatita —me abrazo dulcemente— te prometo no volver a hacerlo jamás

Yo: No te preocupes amor, todo esta bien

Yoongi: Gracias muñeca beso mi mejilla— ¿No estudiaste? —miro mi libro—

Yo: Si, pero quiero repasar un poco

Yoongi: ¿Puedo estudiar contigo?

Yo: Claro —asentí y comenzamos a estudiar—

45 minutos después.

El profesor aplico las pruebas, en cada respuesta positiva sonreía, sabia que todo el esfuerzo del estudio había dado frutos, el timbre sonó y salimos para almorzar algo en la cafetería.

Yoongi: ______________ aun me siento apenado

Yo: Gatito, no te apures

Yoongi: Si me preocupo gatita —me miró fijamente—

Yo: Sé que has estado muy estresado por los exámenes, es comprensible

Yoongi: No es comprensible lo que hice anoche, estoy muy arrepentido por eso, te lo juro

Yo: Eso ya está olvidado, mi amor —le di un piquito— 

Terminamos el día normal, salimos de clases, Yoongi me comento que sus padres no estarían en casa y me invito a pasar el resto del día con él.

Entramos a casa y nos dirigimos a su habitación.

Yoongi: ¿Me esperarías? voy al baño

Yo: Claro

Salió de su habitación, deje mis cosas en su cama cuando de pronto la puerta de su closet se abrió dejando caer muchísima ropa, me extrañe un poco ante el repentino momento pero enseguida me relaje.

Yoongi: Ya vine —entro a la habitación—

Yo: Que bueno, mira... se cayó todo eso —señale el desastre del closet—

Yoongi: Demonios, es que mamá me pidió que guardará mi ropa pero me dio flojera y en la mañana me salí temprano para llegar a la escuela y buscarte

Yo: Entiendo, gatito, pero creo que sería mejor que la acomodaras

Mientras Yoongi acomodaba su ropa baje a la cocina para preparar algo de comer, me tarde casi 40 minutos, en cuánto todo estuvo listo subí para avisarle al gatito que la comida ya estaba servida en el comedor.

Yo: Gatito, ya está la comida

Yoongi: Gracias gatita —bajo del banquito dónde se había subido—

Apenas se bajó y me acerque a el para abrazarlo, me correspondió, de pronto mi boca se acercó a su cuello el cual estaba rodeado por su cadena de plata, deposité pequeños besitos los cuales cada momento fueron subiendo de intensidad hacia su mandíbula, sentí un suspiro de Yoongi, de pronto llegué hasta sus labios y fue ahí cuando me beso, ahí es cuando me pregunto... ¿Qué clase de amarre me hizo este hombre para estar tan enamorada de el?.

Yo: ¿Vamos? —dije al separarme—

Yoongi: Claro

Bajamos para comenzar a comer, Yoongi me comento que tenía entrenamiento de básquet y me pidió que lo acompañara, terminamos de comer y lavamos los trastos sucios.

Yo: ¿No se te olvida nada? —dije cuando lo vi tomando su maleta—

Yoongi: No, nada —cerro el cierre de la maleta y la cargo en su hombro— ¿Qué pasa? —pregunto y sonrió—

Pregunto ya que me quede observándolo, ese uniforme de básquet lo hacía ver mil veces más atractivo de lo que es, aún recuerdo el día que me enamore de él, en ese entrenamiento de básquet.

Yo: Nada gatito, es que me gusta cómo se te ve el uniforme, solo eso —sonreí tímida—

Yoongi: Gracias —también se puso tímido— ¿Vamos? —asentí y tome su mano—

Caminamos hasta el gimnasio de la escuela, me senté en una de las gradas para observar el entrenamiento, mis ojos no perdían de vista a mi querido gatito, verlo brincar para encestar, verlo como corría, reía y convivía con sus amigos, era una gota de bálsamo para sonreír, lo amo demasiado. 




By. angy_rdzv

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𝙉𝙤𝙫𝙞𝙤 𝙛𝙧í𝙤 ; 𝙔𝙤𝙤𝙣𝙜𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora