𝐔𝐍𝐎

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Estambul ,

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Estambul ,

palacio de Topkapi

1520

Hurrem veía por última vez el palacio de Topkapi prometiendo que volvería, pero para destruirlas a todas . Sabia que esta vez no se podría salvarse porque el Sultan estaba lejos para rescatarla. Así que tan solo abrazo su destino y siguió su camino sus ojos estaban empañado de lágrimas mientras daba su último vistazo al lugar que había encontrado el amor . Mientras se marchaba decía en susurros que todos se la pagarían desde Mahidevran hasta María, todos los que habían conspirado para sacarla de él palacio la pagarían.

Subió al carruaje resignada a su destino , no dejó de llorar ni un minuto mientras se dirigía a el palacio de Edirne

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Subió al carruaje resignada a su destino , no dejó de llorar ni un minuto mientras se dirigía a el palacio de Edirne . Recordaba cada palabra cada momento vivido junto aquel que en tan poco tiempo era su amado Sultan . Ahora estaría lejos muy lejos de el , tan lejos que nunca más podría encontrarla .

Parecía que una melodía triste la acompañaba hasta que llegó a Edirne , sus días allí iban acompañados también por La lluvia que azotaba el palacio como si el cielo se hundía junto con ella en la Pena de aquella amarga despedida .

Pero la lluvia cesó una semana despues , cuando finalizó su estadía en Edirne su esposo la fue a buscar cuando al fin llegó el día de su boda .

Hurrem se notaba sería en toda la ceremonia, pero su ahora esposo Ali Ahmed pasha lo ignoró pensando que pronto el quitaría de sus recuerdos al Sultan. El Principe de la Dinastía Giray sabía que aunque parecía que su esposa amaba al Sultan intentaria todo lo posible por hacerla feliz . Y Cuando al fin llegó a los aposentos donde la noche juntos debía pasar , debían sellar su unión y consumar el matrimonio entre los dos.

-- Eres Hermosa -- dice para acercarse y besarla lentamente

Y como marcaban las costumbres luego de que se casaron tenían que tener su noche de bodas . Hurrem tan solo tenía pensado desconectar su mente y dejar que Ali tomara su cuerpo mientras ella imaginaba a su amado. Aunque Hurrem no podía negar que su ahora esposo poseía una belleza digna de la realeza , pero no lo amaba y se sentía horrible tenerlo así de cerca.

La Amante Del SULTANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora