Un día más escuchando a mis padres pelear-¡Ni se te ocurra Ana!- recién levantada y ya los escucho pelear, genial, ya estaba acostumbrada a ver a mis padres pelear, así que ya no le tomo importancia.
Ya lista y aseada, me dirijo a la puerta del comedor dispuesta a irme al instituto, mejor no llegar tarde, pero antes de que pueda, mi madre me sostiene del hombro y me para. Antes de que me deje reaccionar, me da un beso en la mejilla.
- Hasta luego Sara, cariño.
Debo decir que eso fue un poco extraño, pero no le tomo importancia y seguí caminando en dirección al instituto.
-¡Sara!-Me giro para saber quien me está llamando y visualizo a mi mejor amiga viniendo a mí corriendo.
-Hola Lucía-Lo dije sin muchas ganas porque era Lunes y la verdad no me apetece nada ir al instituto. Ella vino y me abrazo tanto que casi me quedo sin respiración, pero de todas formas le correspondí.
Al llegar a clase no había nadie así que supuse que había llegado más pronto de lo que pensaba. La mala suerte es que Lucía y yo no vamos a la misma clase.
Estaba repasando mis apuntes ya que la semana que viene tengo un examen de sociales, hasta que escucho unos pasos entrando al aula , miro para ver quien a entrado.
-Enserio no podía venir otra persona?-susurré para que no me escuchara. Puse los ojos en blanco y solté un bufido. Era Asier, la persona que más odio en este mundo, siempre me hace la vida imposible. No puedo que no es un poco atractivo, pero eso no le quita lo idiota. Al parecer me escuchó cuando dije eso, ya que me miró y susurró algo que la verdad no llegué a escuchar. Decidí no tomarle importancia y seguir estudiando para mi examen de sociales.
Ya habían pasado las primeras clases y ahora estaba en la cafetería con Lucía. Nos quedamos un rato hablando de cosas al azar y cuando terminé voy a llevar la bandeja hasta que siento que alguien me empuja por detrás y se empieza a reír.
-De verdad otra vez tú?- solo con escuchar su risa se podría saber quién era desde kilómetros de distancia.
-¡Ups!, perdón no te vi- fingió un puchero y se fue de la cafetería supongo que para clases porque casi es la hora.
Lucía vino hacia mí y me ayudó a levantarme.
-Dios, te juro que mañana no está vivo.
-No exageres Lucía, siempre es igual. Ella me miró y soltó un bufido, y nos dirigimos a clase.
Ya en clase de historia el profesor nos contó que tendríamos que hacer un trabajo en parejas sobre alguna guerra, la única regla es que él elegiría las parejas. Resople ante eso, ya que no me gustan mucho los trabajos en pareja y menos que los elija el profesor, pero que le puedo hacer.
Empezó a dictar las parejas hasta que dijo mi nombre.
-Sara y Asier serán otra pareja-O no, eso sí que no.
Nos miramos mutuamente.
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En 2 meses
RomansaDos estudiantes que se llevan mal mutuamente desde que Sara se unió al nuevo instituto por su mudanza, todo el mundo sabe de su odio y piensan que nunca llegarían a ser amigos, ¿el trabajo que les tocará hacer en pajeras cambiará las cosas?