Congelado - (Chongyun x Xingqiu)

9. Chiles de Jueyun

CHILES DE JUEYUN

-Creo que esta es mi manera de decirte que me gustas.

Esas fueron las palabras que salieron de la boca del exorcista. Dejándome muy nervioso después de esa acción. No podía pensar en nada, estaba muy tenso. No estoy diciendo que no me había gustado, de echo todo era perfecto. Pero estaba confundido y tenía miedo.

Estuvimos callados apenas unos segundos, y oímos como una chica detrás de nosotros pegaba un grito.

-¡Chongyun, aquí estás!- era Xiangling.

-¿Qué pasa?- agarré al brazo de Chongyun y me lo atraje hacia mí. No quería que nadie interrumpiera ese momento.

-Ha comido un plato que le he hecho y no me había dado cuenta que llevaba chiles de Jueyun.- dijo ella preocupado acercándose hacia él.- Su positividad congénita debe haber aumentado.

-¿Qué estás diciendo Xiangling?- le pregunté confundido. Chongyun no decía nada.

-A ver..- dijo dirigiéndose a mí.- ¿Ha hecho algo raro o precipitado?

Me quedé callado, y en ese momento caí en la cuenta. Todo lo que Chongyun había hecho eran efectos de su positividad congénita. Me puse triste y no respondí. Xiangling me miró confundida, y al no recibir ningún tipo de respuesta habló ella.

-Bueno, ¿te importa si te lo robo? He de darle un polo frío o algo.

-Xiangling, quiero quedarme con él.- dijo Chongyun soltando el brazo.

Estaba pensando, para él la positividad le creaba efectos como cuando estas ebrio. Quizá no todo eran efectos, podía haber una posibilidad de que en el fondo, Chongyun sintiera todo eso.

-No.. Chongyun, debes descansar, tómate eso y luego hablamos.- aclaré yo para que no fuera todo más incómodo.

También pensé lo difícil que iba a ser hablar con él del tema. Preguntarle si había sido real.

Cuando investigué sobre la positividad congénita, leí que los que la sufren recuerdan un poco lo que hicieron en ese estado. Pero no del todo. Eso me preocupaba bastante.

-Gracias Xingqiu.- dijo Xiagling dirigiéndose a la escalera con Chongyun.

Cuando se fueron apoyé mis codos por el balcón y miré abajo mientras pensaba miles de cosas a la vez. Estaba feliz pero preocupado, así que decidí bajar un rato a ver a Xinyan.

-Hola.- le dije viéndola, mientras afinaba las cuerdas de su guitarra sentada.

-¡Hey amigo!- exclamó al verme.- Te noto decaído, estamos de fiesta, ¿qué ha pasado?

No lo he dicho, pero antes de conocer a Chongyun, Xinyan era mi única mejor amiga. No lo parece, porque nuestras personalidades son muy diferentes. Pero siempre me ayuda y yo le ayudo a ella.

-Mi cabeza me tiene un poco estresado.- dije sentándome a su lado.

-Mmm.- murmuró mirando hacia el cielo.- ¿Es por Chongyun?

Me quedé asombrado hacia su precisión.- ¿Cómo lo sabes?

-¿Lo adiviné?- dijo sonriendo.- Jaja, él habló mucho de ti el otro día.- continuó levantándose.

-¿Qué?- me sonrojé al oír eso.- Ey Xinyan, dime lo que dijo.

-Mmm nah, pregúntaselo tú mismo.- rió.

-No haré eso.- dije pensando.

-De todos modos, ¿por qué te interesa tanto lo que dice Chongyun?- preguntó volteándose hacia mí.- Es como si te gustase él.