Cena

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Una persona siempre tiene una opción, vivir como una rata o luchar por su bienestar.

Esa frase siempre me la dice mi madre, hizo y deshizo muchas cosas, al igual que mi padre.

Lilith Bianco es muy hermosa y peligrosa al mismo tiempo, se como conoció a Emilio, mi padre como también como era allá en Canadá todo lo que paso durante vivía ahi, a pesar de los años no pueden a arriesgarse a volver porque siguen en la lista de los mas buscados, se el pasado de mi abuela quien se suicido, mi madre nunca me ha ocultado nada y eso hace que nuestra confianza aumente mas cada día.

Se que sufro Esquizofrenia por ella, aun recuerdo que el día que me diagnosticaron se sintió fatal, creía que mi vida se volvería tormentosa, y al parecer aun no llego a tener algún episodio que provoque mi trastorno.

Durante los años que pase pude también ver porque mi padre se enamoro de mi madre, ver la elocuencia y perversidad de ella fue quien lo hizo dejar todo por nosotras, yo soy la gran inspiración de mi padre somos idénticos que hacen que mi madre a veces sienta celos, luego de que a la edad de 8 años tuvieron a mis hermanos mi madre sigue estando al tanto de mi.

- Eres mi ángel perverso - dice mi mama mientras besa mi frente.

Durante mi adolescencia pude saber todo de ellos, en algún momento mi madre se reusaba a decirme con miedo de que yo la criticara, pero con el apoyo de mi padre pude conocerlos, mientras mi madre es cariñosa conmigo mi padre es estricto y sarcástico hasta los codos, en ocasiones tengo peleas con el por querer que le baje a su ego pero al ser el mejor en todo me cuesta lograrlo.

Los amo, son los mas importantes en mi vida y mis hermanos ni se digan los protejo de todo aunque para su edad son tan maduros, es irónico porque yo tengo la apariencia de mi padre y el temperamento de mi madre mientras que los mellizos son iguales a mi madre y tienen la personalidad de mi padre, es latente en ellos.

- Estas bien - la voz de Francisco me hace volver a la realidad - tomo su mano y asiento.

- Todo esta bien, solo me perdí en mis pensamientos - miro por la ventana y veo que vamos llegando a la Universidad.

Francisco sale para abrirme la puerta como el hombres cortés que es, tomo su mano y avanzamos hacia la entrada todos nos miran y les sonrió amablemente.

- Mis papas quieren que te invite a cenar? - miro a Francisco y sonrió, sus ojos verdes son tan coquetos, su pequeña barba lo hace ver atractivo, su cabello negro lo hace ver como un verdadero italiano.

- No lo se, sabes que a mi padre no le agradas - ríe burlona y el suspira.

- Tiene miedo a que me robe a su pequeña niña - susurra y sonrío.

- La edad ya le esta afectando su sentido de protección - hablo mientras caminamos.

- Si supiera cuantas veces me he follado a su hija, le daría un infarto. - siento una corriente eléctrica por mi cuerpo y suspiro.

- Antes que le de un infarto va por ti y te mata - lo miro y le sonrío.

El borra la sonrisa y pasa saliva.

- Si lo creo capaz, a saber que es el director general de la estación de policías.-

Blanqueo los ojos y al entrar veo todo tipo de grupitos, los darks, los nerds, la bola de criticonas que al verme pasar me miran con odio.

- Que se les perdió? - las miro serias y ellas dejan de mirarme.

- Tranquila tigresa - me susurra Francisco y suelto una risa.

Lazos Psicópatas |Segundo libro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora