Recuperación

208 16 3
                                    

S.

Aún recuerdo cuando desperte y no me sentí a mi mismo, el olor a medicina y el cuerpo adolorido por estar en la camilla.

¿Quién soy? - el dolor punzante en mi cabeza me hace tocarme.

Tenemos un caso de asesinato...

— Hola soy Lilith Bianco... — una voz femenina hace eco en mi cabeza.

Recuerdo abrir los ojos después que el dolor desaparecio, ver a mis padres soltar lágrimas y acercarse a mi, mi madre hablaba pero yo no entendía nada, no sabía porque estaba ahí, me llegó la curiosidad de saber dónde estaba mi hermano y porque yo estaba aquí, no recordaba nada solo  el saber que estábamos planeando resolver un caso en Canadá y de ahí todo se esfumó.

— ¿Y Emilio donde está? ¿Cómo llegué aquí, que fue lo que pasó? — habló apenas, siento la garganta seca y un dolor punzante en mi cabeza me hace tocarme de nuevo

— No hagas esfuerzos hijo. — susurra mi padre.

— ¿No recuerdas que pasó? — habla mi madre resentida.

— No, madre, ¿donde esta Emilio? —

Mi madre suelta un jadeo y yo solo me confundo, oiga la puerta de la habitación abrirse y ver a un hombre con bata.

— Despertaste... — me mira anonadado y yo solo me quedo mas confundido.

— Como que desperte, cuanto tiempo llevo aquí.

— Llevas tres años en coma. —

Me quedo paralizado por sus palabras.

— Miente, que pasó quiero ver a mi hermano.

Miró a mis papas y ellos sueltan más lágrimas.

El doctor me mira y se acerca a verme, mira mis pupilas y hace un chequeo general.

— Mandare a hacer unos resultados para ver que esta sucediendo. — anota algo en su carpeta y se aleja para luego salir de la habitación, miro de nuevo a mis papas.

— Quiero a Emilio el debe decirme que paso, solo recuerdo que viajamos a Canadá.

— Hijo — habla por fin mi padre, le da un apretón a mi madre y se sienta a mi lado.

— Tu hermano falleció en el operativo.

Sus palabras provocan una punzada en el pecho.

— A ti te dispararon a lado de tu cabeza, fue un milagro de Dios que la bala no tocará partes mortales.

— No es cierto — susurro.

El doctor vuelve a entrar — Por favor no deben de decirle o obligar a recordar porque podrían provocarle un derrame.

Por si solo deberá recordar - se acerca a mi y empiezo a tocar mi mano con su lámpara.

— Sientes eso —

Yo solo asentí.

Pasa la lámpara por mis piernas hasta llegar al pie el cual acaricia y no siento nada.

El doctor se percata que no muevo los dedos y suspira.

El estar en coma puede afectar tus secuelas motoras pérdida de fuerza y destreza cnforme vengas a tus terapias podras recuperara la movilidad de tus piernas.

Miro al doctr sin decirle nada, lo vo sonreir levemene para luego decir.

- Nos alegra verte despierto joven D Angelo. - y sin mas se retira.

Lazos Psicópatas |Segundo libro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora