Me reviso el escote y salgo de mi habitación hacia el comedor para encontrarme a Massi, a mis padres y a los mellizos sentados.
— Que linda te ves hermanita — dice Adrienna con su linda sonrisa.
— Lo sé diablita — acarició su mejilla y me siento en la mesa, mi padre me mira y suspira cansado.
— No me opongo a que te pongas sexy mocosa, pero ya vi tu propósito.
Alzó los hombros y sonrío. — Anciano, yo me visto para mi, soy demasiado sexy como para ocultarlo, y para tu información soy idéntica a ti y se que te enorgullece eso, así que sonríe. —
Emilio niega sonriendo y ya no me dice nada, sabe que en el fondo es así, le gusta que seamos idénticos y es algo que le agradezco.
—¿Niños ya se lavaron las manos? — entra mi madre ya cambiada con un vestido azul que también resalta su cuerpo demasiado a decir verdad, eso es algo que comparto con ella siempre nos gusta hacernos desear pero que no nos tengan.
Mi padre mira a mi madre y su expresión cambia a otra, dejo de verlo para evitar ver sus ojos de Lujuria que le da a mi madre, eso era algo cotidiano entre ellos siempre lo hacían en los momentos importunos, ya perdí la cuenta de cuantas veces los he visto teniendo sexo y es algo que sigue atormentando mi mente.
Por una parte los entiendo, el sexo es maravilloso con hombres y mujeres, pero aun no llega esa persona que me haga estar como están mis padres de querer hacerlo a la hora que sea.
Los mellizos asienten mientras mi madre verifica que todo esté a la perfección, el timbre se hace presente y yo soy quien se levanta a abrir.
Cuando la puerta es abierta sonrío al ver a Ivana y Stefano quien me miran como si fueran mis segundos padres
— Mira cuántos has crecido te dejamos de ver unos meses y ya eres toda una mujer.
Ivana me abraza con cariño y me da un beso en la mejilla, al igual que Stefano que me mira y suspira.
— Hola hermosa. — su perfume me encanta el olor a café y tabaco me fascina.
— Mis padres los esperan. — ellos avanzan y dirijo mi mirada al hombre que hace que en ocasiones me masturbe pensando en el.
Leonardo Moretti
Hijo de Stefano Y Ivana el próximo heredero de la Mafia en Silicia, su cabello ondulado y su barba café oscuro provocan que sea mucho más atractivo, sus trajes negros le dan ese toque de elegancia y deseo que me tiene con ganas de tenerlo en mi cama.
Veo sus ojos recorrerme y terminar en mis pechos, sonrío para mis adentro y le sonrío.
— Hola Leo —
— Emy — entra, haciendo que hace un poco la mirada para verlo a los ojos, su perfume es delicioso.
Su seriedad me hace suspirar y el pasa a mi lado para entrar a la cocina, cuando volteo veo su espalda ancha y un trasero sexy.
Muerdo mi labio y lo sigo hacia el comedor, al entrar todos se saludan como la familia que somos, me siento a lado de Leonardo quien evita mírame, veo a Massi verme con una sonrisa de apoyo y yo solo sonrio.
- Como estas Chiara? - le pregunta a mi madre, Stefano y mi madre sonríe.
En casa es Lilith, mientras para la sociedad es Chiara, a pesar de que ya pasaron varios años sigue en la lista de los mas buscados, no podemos arriesgarnos a que la ubiquen.
- Muy bien, ya sabes mi vida se resume en mi academia de equitación. - Stefano asiente y mira a mi padre.
- Supongo que en unos días llegara la carga de Luciano no es así? -
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Lazos Psicópatas |Segundo libro |
Genç KurguVolver a ver esos ojos azules que me siguen provocando escalofríos sigue motivandome a destruir esa mente tan audaz y tentadora, es como un delicioso veneno que mientras más pruebas poco a poco te mata. Ella me convirtió en esto, fue quien me enseñó...