SWEET CITRUS. "Camren g!p"

†1†

POV. Camila

Así que, ahí está, de pie al frente de la clase con esa simple postura que logra cautivar a todo aquel que la ve.
Su tonta, arrogante y sexy postura, esa con la que la conocí.

FLASHBACK.

-Tenemos una nueva compañera, así que, Lauren, ¿Quien mejor que ella para presentarse?- la profesora Peters hace una señal con una mano, cediendo el espacio para la "nueva compañera".

En la parte trasera del salón se escucha ligeramente el crujido de la banca, el típico sonido que hace la madera cuando la persona se levanta de ahí.
El suave pero imponente sonido de los pasos dirigiéndose al frente se escuchan en el silencioso salón.

La sonrisa de la profesora Peters se tambalea un poco y un ligero ¿Sonrojo? Se hace presente en sus pómulos.

Detrás de mí escucho suspiros, no unos simples suspiros, son suspiros de admiración o quizás de unas colegialas enamoradas.

Los pasos se acercan cada vez más, cuando la persona pasa a un lado mío el olor a cítricos penetra fuertemente mi nariz, mi mirada se ve atraída hacia ella, poco a poco voy ascendiendo por su cuerpo y me encuentro observando su prominente cabellera negra, con cierto toque desaliñado pero que realmente la hace ver tan… caliente.

¡Basta!

Trago saliva tratando de refrescar mi garganta.
Mi mirada se dirige a la señorita Peters que está aún más sonrojada.

Entonces la mujer, dueña del exquisito olor a cítricos se gira, quedando al frente de toda la clase.

¿Esos fueron gemidos?

Trato de ignorar los explícitos sonidos de las personas a mi alrededor y me enfoco en la mujer al frente.

Vestida con unos jeans negros ajustados a sus fuertes y firmes piernas, botas militares negras, una blusa negra que se adhiere deliciosamente a su torso, y finalmente una chaqueta de cuero.

Mi mirada abandona su cuerpo y me quedo sin aliento cuando veo su rostro.

Disimuladamente tengo que pellizcarme y afirmar que no es un sueño, ella es… perfecta.

Su tez siendo completamente pálida le da un toque hermoso, su piel parece ser perfecta, sin ninguna marca de la vergonzosa etapa de adolescencia, no tiene ninguna cicatriz, la aletilla izquierda de su nariz está decorada con un delicado aro plateado.

Sus pobladas y negras cejas son imposibles de ignorar, pero es aún más imposible ignorar su imponente mirada verdosa.
Todo en ella grita sensualidad.

Sin darme cuenta lamo mis labios.

Una pequeña sonrisa aparece en sus labios y abre su boca para pronunciar las más sexys palabras que he escuchado.

-Hola, soy Lauren Mo… Jauregui- su voz extremadamente ronca y segura hacen que nuevos gemidos se hagan presentes -soy nueva en la ciudad, mis padres fueron transferidos de la empresa en dónde trabajan, así que aquí estoy…

Se encoge de hombros y su mirada recorre a todos en el aula.

El tiempo parece detenerse cuando su profunda mirada se posa en mí, su semblante se torna serio y la pequeña curvatura que se había formado en sus labios desaparece, pero en ningún momento despega su mirada de mí.

Por la pequeña ventana que está a un costado del aula entra una delgada línea de sol, Lauren se mueve, evitando que está roce siquiera un poco su mano.

-No sé qué otra cosa puedo decir.

La señorita Peters abre y cierra su boca pero no deja salir sonido alguno.