Cartas prisioneras [EN EDICION]

⌗ c. uno

PARA: el poeta que se robo por primera vez mi corazon

Eres todo lo que odio de las gentes, porque eres lo que me hace vulnerable ante sus ojos, eres aquello que logra agrietar mi corazón.

Los hitos que tu voz forma en las mañanas, me recuerdan lo desesperada que ha sido mi existencia desde aquella vez que anunciaste mi nombre bajo las preguntas secretas de los literatos que pintaban las paredes con sus letras; te culpo a ti y únicamente a ti, porque ya no puedo odiar mi misera existencia más de lo que me lo has hecho sentir. Te culpo, por ser eso que me mantiene despierta y que a su vez termina arrugando el corazón desquebrajado que aun se intenta recuperar oculto dentro de mi pecho