⌗ c. dos

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PARA: el poeta y erudito que se siguio robando mi corazon

Nunca fue lo suficientemente complicado el lenguaje que ocultaba mis intenciones en aquellas conversaciones cortas que hacían que me temblara el alma.

Bien se es conocido que la adversidad ha unido aquellos que no encontraron sus caminos en el pasado, al igual que nosotros que de vez en cuando habíamos cruzado miradas indiscretas al coincidir en los pasillos vacíos de los templos del conocimiento, mientras ambos estábamos en silencio, gracias a la cobardía humana que nos habían impedido intercambiar las oraciones que mentalmente habíamos tejido con cada mañana que se anunciaba tras los rayos del sol que se filtraban por la ventana desde el oriente de las marchitas montañas.

Esos pequeños momentos me hacen débil y aun ahora que soy consciente del peso de tus palabras, del alma hemos pasado a los labios y a las manos que pierden la fuerza característica de los nórdicos ancestros que las tallaron, todo gracias a ti

Cartas prisioneras [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora