DESLUMBRADA

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¿Cómo te das cuenta de que esa atracción a primera vista es amor? ¿por las mariposas revoloteando en tu estomago o Quizá por la adrenalina tan espectacular que sientes?

Es tan nuevo para ti todo de ese hombre que ni siquiera eres capaz de notar que tu sexto sentido te habla y te pide que salgas corriendo porque terminaras destruida, pidiéndole a los cielos que te ayude salir y te hagan olvidar el amor que aprieta tu corazón hasta hacerlo sangrar. 

Durante 21 años tuve todo lo que quise, no era rica por supuesto, sin embargo, nunca me falto nada. Tenía una buena madre que como por harte de magia me saco adelante aun con altas y bajas, un hermano mayor que cuidaba mi corazón y dignidad y un buen padre, para quién era la niña de sus ojos, una familia espectacular sin duda. Durante toda mi vida me la pase dentro de una cajita musical, viviendo sin preocupaciones, totalmente protegida. 

¿Entonces por qué carajos te casaste Alysa? porque me enamore de un hombre que me deslumbro desde el momento en que lo vi, lo tenia todo, no diré que era deslumbrantemente guapo, sino más bien, carismático, inteligente, y según lo que yo creía; empático. Demonios, cada que hablo de esto mi piel se pone como gallina, sustos que dan gusto. 

Toda mi vida fui tímida (internamente)aun que tenía una gran boca, no en el sentido literal, sin embargo, nunca decía lo que realmente quería. Cuando tenía 14 años una chica loca que decía que yo había matado a su primo, tiro café caliente sobre mis pechos dejando una gran marca, claro, ahora es una fabulosa marca que me ayuda a decorarlos y hacerlos mas interesantes, pero no, eso no fue todo, al final de las clases me encontró y me golpeo junto a sus amigas hasta que rompieron mi bella nariz,  Gracias, perra loca.

 A los 15 me acosaron y difundieron fotos privadas que al final terminaron dañando mi desarrollo, gracias a eso, hasta mis 18 crecí pensando que todos podían tratarme como quisieran porque yo ya había perdido mi valor.  Pero, Dios me dio amigas tan espectaculares que me ayudaron a regenerar mi paz mental, que ayudaron a mi autoestima y me hicieron sentir la perra más afortunada sobre la maldita tierra.  Así es, mi adolescencia no fue la mejor pero tampoco la peor.

¿Y a donde voy con todo esto? bueno, al final mis padres decidieron que ya era hora de enfrentar al mundo, de forjar un carácter que me ayudara a sobrevivir entre cocodrilos, de este modo, a mis 20 logre conseguir empleo de medio tiempo como recepcionista de una clínica. Durante 1 mes mis días fueron completamente aburridos y tranquilos, las moscas parecían divertirse más que yo e incluso creía que de mi se burlaban, pero un día soleado y caluroso, él atravesó las puertas haciendo que mis ojos color avellana se posaran sobre el necios a apartarse, mis labios temblaron levemente y mis pies se movían nerviosos, así es, fue su energía la que me atrapo, fue su evidente carisma lo que me hizo imposible dejar de admirarlo y desearlo. 

-Hola, soy el administrador del Doctor Daniel, ¿Puedes avisarle que ya llegue?- Su vos era menos atractiva de lo esperaba realmente, pero igual para una tonta fácil de deslumbrar, me pareció hermosa. 

Carraspee y enseguida recupere la compostura -Claro, solo permíteme un momento. - me levante bruscamente de mi silla y subí las escaleras por las que tontamente resbale en mi intento de esconder mi rostro apenado. Lo escuche reír de una manera sutil, y solo puede murmurar para mis adentro un "estúpida". 

Toque la puerta de la oficina y enseguida escuche un -Si, ¿dime Elysa?

-El administrador llego, Doctor. -Este asintió y enseguida se levanto de su asiento. -Serías tan amable de ayudarme a registrar estos expedientes, por favor- por supuesto, no es como que pudiera negarme ¿verdad? así que lo hice

El doctor bajo hasta recepción, estrecho su mano y lo llevo hasta su oficina. Cuando termine con la misión que se me había encomendado me encamine de nuevo a recepción, en donde minutos después veía nuevamente la cara de mi jefe -¿Si?

-Alysa, el administrador necesitara tu ayuda solo unos días mientras logra adaptarse, podrías ayudarme con eso?- Asentí al mismo tiempo que mi cara se ponía roja, este levanto la ceja extrañado y se dirigió al aire acondicionado para subirle uno más-Vaya que tienes mucho calor. 

 Durante 3 horas estuve ansiosa, con el oído atento a su voz, esperando que me llamara, pero nunca lo hizo, ni siquiera una vez. A la hora del almuerzo, siempre salía e iba a mi casa para comer, así que fui a entregar las llaves y archivos terminados al doctor, al subir las largas escaleras solo pensé "¿No debería ir a preguntarle si necesita mi ayuda? digo, es nuevo, necesita quién lo ilumine en esta clínica de obscuridad" En cuanto entre a la oficina del doctor, lo vi, sentado en los pequeños sillones que adornaban la oficina del doctor, sentado junto verónica, una chica agradable y por supuesto, muy guapa. Apreté los labios apenada, sobre todo por haber entrado sin llamar a la puerta-Lo siento- dije en voz baja

-No pasa Alysa, ¿irás a comer?- Asentí -Supongo que eso, señalo entre mis manos- es para mi- Extendió sus manos esperando a que posara el portafolio sobre ellas.

Al salir, tome mi bicicleta y me eche a andar, molesta e incomoda por la escena que habia visto, verónica y el administrador riendo como si fuesen amigos de toda la vida, y a mi, ni siquiera su nombre me obsequio. 

1 hora y 30 minutos después, regrese a mis labores, aun con los pelos de punta, claro, estaba incomoda y emocionada al mismo tiempo, porque de cierta manera, me reconforte a mi misma, era normal no llevarse bien en el primer día, ¿No? 

Metí mis narices en un libro fabuloso llamado "el psicoanalista" y me perdí durante un buen rato, tanto que ni siquiera escuche el teléfono por un buen rato, hasta que este bajo y me arrebato el libro de las manos, levante la vista molesta - Te he estado llamando durante más de 4 minutos, por favor ayudame un poco en la oficina- Wow, eso fue bastante agresivo contra una chica dulce de 20 años, ¿no lo creen?- se echo a andar hacia a su oficina esperando que lo siguiera y así fue, - Necesito que me ayudes a meter estos historiales dentro de esa caja- señalo al rincón en donde esta estaba ubicada, guardo silencio y de nuevo, se puso a trabajar. 

Este sujeto sin duda era arrogante. Tanto, que me había sentido tonta por haberme sentido atraída hacía él. 

-Ah, por favor, ordénalos por numero. -exclamo sin siquiera mirarme. 

Suspire y me puse a hacer lo que se me pidio, sin darme cuenta de que coleta se me había caído, de pronto, sentí como sus grandes manos tomaban mi cabello para volver a atarlo. Gire la cabeza con extrañeza, dandole una mirada de "que caramba acaba de pasar"- Hace mucho calor, y tienes el cabello bastante largo. - Dijo al mismo tiempo en que ponía un pie fuera de la oficina-Nos vemos mañana. 

Mis Mente estaba divagando aun, pues el hecho de que hubiera tocado mi cabello me emocionaba, Sí, sé cuan rara soy. 


CASARSE DUELEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora