One-shot Amor Legendas

Me Pregunto

Por fin abrió los ojos.

Volus, estaba tendido frente a mí con heridas realmente graves.

Una pequeña fogata iluminaba la cueva en la que nos resguardábamos de la lluvia que arrasaba fuera.

Sus ojos cansados se posaron en mi persona, sin embargo yo llevaba una máscara de Zoroark, así que sonreí ampliamente ante su sorpresa.

El silencio reino entre ambos, desconocía cuánto tiempo había pasado desde la última vez que lo vi, después de nuestra gran batalla, e incluso ni en mis mejores sueños pensé que lo volvería a ver.

Nunca pude terminar de odiarlo y en realidad, mis sentimientos por él jamás cambiaron.

En algún momento de nuestra aventura entró a mi corazón, cuando más necesitaba ayuda, aunque fuera por su propio interés, sus sonrisas y conversaciones eran las que me ayudaron a seguir.

No, realmente odiaba por no poder odiarlo, aunque sus últimas palabras me perforaran como agujas el pecho y aunque él desapareciera sin decirme adiós, ahí estaba, frente a mí.

-Hola.

Mis palabras resonaron por toda la cueva con burla.

Sus ojos se entrecerraron con resentimiento, intento moverse sin éxito.

-Estas paralizado, tus heridas fueron peor de lo que piensas, después de un rato podrás moverte.

Estaba sentada en una roca junto a la fogata con una mano recargando mi cabeza, sonreí ampliamente mientras inclinaba la misma en son de burla.

-Debes estar asqueado por verme.

Aunque me dolió decir esas palabras no podía reprimir mi dolor por aquella repentina traición, por un momento sus ojos se abrieron por mis palabras pero no dejo de estar serio.

"¿Qué piensas?"

En realidad deseaba que me hablara, la parálisis no imposibilitaba el habla.

Quería preguntarle a donde había ido, si tenía planeado volver, pero todas mis preguntas fueron sustituidas por un simple suspiro.

-¿Por qué? -su voz ronca resonó apenas en un susurro.

Mis labios se volvieron una fina línea.

"Porque a pesar de todo, no deseo verte herido"

-Estabas en el piso -me encogí de hombros restándole importancia-, no me gusta que la gente se lastime.

-¿Eso es todo?

Por fin me acerque a él sentándome a su lado, su mirada se volvió precavida pero no dijo nada.

-Espero que no pienses que eres especial, sin embargo, debo admitir que tienes algo de suerte.

Una sonrisa burlona apareció en mis labios y comencé con aire de desinterés a limpiarme las uñas que estaban llenas de ungüento.

-No finjas, no estamos nada cerca de algún punto de Hisui.

Me quede quieta, eso era cierto, me aleje mucho aun con riesgo de no volver de una pieza, pero ¿qué podía hacer cuando era más mi deseo de encontrarlo?

-¿Insinúas que te estoy siguiendo? -aunque no vio mi ceño fruncido escucho mi voz ofendida.

Se quedó callado ante mis palabras, en realidad estaba siendo arrogante para mantener mis propios sentimientos a un lado, agradecía intensamente poseer una máscara porque ya habría visto la verdad en mis ojos.

La lluvia había cesado durante nuestra breve conversación, odiaba la lluvia, pero por esta ocasión me alegraba que ahí estuviera para tener una escusa por más tonta que fuera.

Lo contemple una última vez para ver sus ojos dudar.

Escuchamos pasos tras nosotros, un gran Zoroark salió de la cueva, era mío así que no me preocupe, solo fue a buscar material al fondo.

Me acerque sonriendo y agradecí tocando su suave pelaje, mi pokémon le dio una larga mirada a Volus pero este solo nos contemplo.

Una especie de niebla surgió y el Zoroark se transformo en mí, sin máscara por supuesto.
Nos inclinamos hacia él, intento decir algo pero se trago sus palabras, solo vi tristeza en sus ojos.

-Vive bien, Volus -susurré mientras caminaba a la salida tomada de la mano de mi reflejo.

-¿Realmente eres tú?

Se me partió el alma al escuchar su voz esperanzada, no sé cómo controle mi cuerpo para no correr a él y llorar frente pidiendo una explicación pero para ser sincera ya... no la necesitaba.

Ambas le sonreímos por última vez.

-Me preguntó... Si realmente puedo ser la persona que esperas.