One-shot Amor Legendas

La Bailarina Del Lago

Era un hermoso día y por fin podía tener un respiro para mi sin quien nadie me dijera que hacer.

Estaba en la fuente de hadas así que estaba tranquilo.

Saqué a Sylveon para que se relajará conmigo.

Hace unos días había visto a Nakára tocar la flauta para lidiar con sus pesares así que tomé mi flauta y comencé a practicar pero lo único que conseguí fue desafinar.

Mi ánimo estaba por el piso cuando vi varios Clefairy bailando y danzando cerca del río.

Dejé unas bayas para que cualquier pokémon las tomara.

Asi que se acercaron a nosotras y comenzaron a dar vueltas mientras que Sylveon saltaba entre ellas feliz.

Con sus listones me levanto para que también bailará, eso me trajo recuerdos, los consursos pokémon eran hermosos.

Así que tuve una idea, mientras giraba hice que Sylveon saltará y realizara viento feérico, una bonita vista con ayuda de los Clefairy lanzando ataques para hacer el lago brillar.

Cuando termine de dar vueltas vi el aire brillante que caía sobre nosotros como pequeñas estrellas.

-Que hermoso.

Todos nos sorprendimos cuando sonó la voz.

Los Clefairy huyeron y yo...

¡SPLASH!

Caí al lago sin darme tiempo a reaccionar.

-¿Estas bien?

Adamas, corrió a auxiliar mientras tenía cara preocupada yo me reí.

Sobre él aún caía el polvo brillante y lo hacía ver interesante.

-Sí, gracias.

Extendí mi mano cuando me ofreció la suya.
Pero lo único que vi fue su cuerpo lanzarse al mío como si fuera empujado, una sombra voló sobre nosotros y desaparecio cuando caí al agua.

No recibí un golpe serio pero Adamas quedó sobre mí en una extraña posición.

Por primera vez contemplaba sus ojos pardos tan de cerca, él era realmente guapo pero a esta distancia, era increíble ver el buen parecido que tenía.

Sus ojos se abrieron por sorpresa pero no se movió.

-Tienes algo en la nariz.

Su mano se movió a mi mejilla alzando un poco mi mentón pero antes de que su dedo tocara mi nariz su boca choco contra la mía.

Se había resbalado por la tierra del lago pues sentí como su mano quedo junto a la mía.

Sus labios eran suaves, noté como sus ojos estaban sorprendidos y sus mejillas estaban rojas, ciertamente las mías ni las sentía por el ardor.

Sonreí sin dame cuenta y él en reacción también, sus labios se movieron abriendo camino entre los míos con suavidad.

Dejé que el tacto nos llenará lentamente sin pensar en nada más, el corazón me latía más fuerte que cuando hice cualquier prueba de los guardianes. Estaba emocionada y feliz, en realidad desde el principio Adamas había llamado mi atención pero lentamente se volvió un buen amigo y mi corazón latía fuerte cuando mis ojos sin saberlo lo encontraban.

Al menos ahora sabía que no era la única que se emocionaba con esa clase de sentimiento.

Nos separamos por la falta de aliento aunque de todos modos nos quedamos mirando él sonrió ampliamente.

-Fuiste una hermosa bailarina.

Fueron sus primeras palabras las cuales me hicieron ponerme roja.

-¿Cuanto viste? -pregunté avergonzada.

-Seguí el sonido de la flauta hasta llegar a ti.

Mis manos se movieron solas a mi cara, aunque estuviéramos aún en el lago me sentía arder.

-¡Eso es desde el principio! -gimoteé avergonzada.

Adamas me tomo en brazos y sonrió satisfecho cuando pase mis brazos por su cuello para no caer.

-Supongo que ahora tendré más oportunidades de ver a mi hermosa bailarina del lago.