Destino

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Lang Qianqiu regresa del río solo para ser recibido por el seductor aroma de carne asándose a fuego lento.

Él y su guía han ido montaña arriba durante horas y si bien se ha permitido un descanso para comer cuando el sol estaba alto en el cielo, la noche ya ha caído y su cuerpo simplemente está fatigado.

La travesía ha sido larga y encontrar a alguien que conociera un camino a través del bosque para llegar a la cumbre de la montaña fue aún más complicado.

Pero helo aquí, tras una semana de viaje.

Si bien su guía no parecía una persona confiable en un inicio, ya están a punto de llegar a su destino sin ninguno de los monstruosos percances que las historias cuentan sobre el lugar, así que debe darle crédito por ello.

Su nombre es Qi Rong y Lang Qianqiu jamás ha escuchado a alguien tan vulgar en su vida, algo completamente discordante con aquellos rasgos finos que daban un ligero aire de nobleza.

Es algo así como una contradicción. Con ese cuerpo esbelto que pareciera doblarse con el viento, pero con una fuerza e ímpetu para no doblarse ante las adversidades del camino.

Qi Rong ha logrado seguirle el paso a pesar de ser un simple civil errante, mientras él es fue el alumno estrella de su generación en la academia de caballeros.

Y este Qi Rong parece leer sus pensamientos, porque levanta la mirada de lo que parece ser un pequeño animal empalado en un palo, la piel tiene un exquisito color marrón luciendo en extremo delicioso. Aquellos ojos grises parecen echar chispas.

—Ojalá todos los imbéciles que van a ver al dragón tuvieran la decencia de quitarse la mierda como tú antes de ser comidos. —Le dice Qi Rong, mientras sonríe de manera morbosa y la luz de la fogata da un aire maquiavélico a su rostro—. ¿Sabes? Hay formas menos pomposas para suicidarse, tipo, ya sabes, si quieres que alguien haga un poema de ti bien y podrías cogerte a una de las princesas para que tu carita de niño bonito estaría empalada en una estaca frente al palacio.

Qi Rong mueve mucho su cuerpo al hablar, desde sus manos hasta sus hombros. Su rostro es expresivo y sus ojos brillan de manera enigmática al hablar.

No es la primera vez que Qi Rong le relata uno de los posibles destinos que le depara su encuentro, se ha insensibilizado lo suficiente como para responder con algo que no sea un intento de insulto que bien podría decir un niño.

(Cuando se trata de maldiciones, sabe que el otro hombre es superior).

—No busco fama —responde, mientras toma asiento junto al hombre. El fuego calienta su piel y no puede evitar soltar un suspiro de alivio.

Más altura, más frío. Si no fuera porque necesitaba un baño y usar el agua helada para alejar sus pensamientos de ciertas ideas... extrañas acerca de su acompañante, no hubiera optado por asearse.

Qi Rong le da un golpe en la mano cuando intenta tomar una de las brochetas con, lo que ahora reconoce como, conejos empalados.

De acuerdo, esperará a que el otro elija.

A veces piensa que Qi Rong lo odia, cosa ridícula teniendo en cuenta que no llevan más de siete días juntos y dentro de su percepción, él ha sido todo un caballero. Quizás el otro es de esas personas que odian a todo el mundo, quienes tienen el rencor pudriendo los huesos y el aliento amargado con malas experiencias.

(Aunque Qi Rong siempre trae un aroma dulce debido a toda la fruta dulce y jugosa que consume como si su estómago no tuviera fondo).

Lang Qianqiu lo observa devorar su comida como si no se quemara, con expresión hambrienta y jugos chorreando por su mentón.

Encontrar al Dragón【QiuRong - Fantasía】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora