Capitulo 10

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Ruohan comenzaba a extrañar esos días donde dormía hasta largas horas del día o cuando se acostaba junto a su esposo para dormir abrazados y aquí estaba, en medio de la noche con su pequeño hijo en brazos que lloraba, Ruohan intento darle de comer y no quiso, intento hacerlo dormir y también quería eso, se preguntaba porque estaba el haciendo eso cuando tenía sirvientes que podían hacerlo por el...oh cierto, por su esposo, se arrepentía de haberle propuesto a Qiren, que el personalmente cuidaría del niño en las noches y ciertamente quiso pasarse de listo, pensó que el niño dormiría toda la noche y se despertaría hasta la mañana siguiente, pero las cosas se salieron de control, mientras que su bello y querido esposo dormia plácidamente mientras que el hacia de todo para entretener al pequeño Xu

En estos casos deseaba tanto que su hijo sea como su esposo, tranquilo y callado pero no, tal como le habían dicho, le habían creado un clon, pero tampoco se arrepentía, el niño tendría bueno dotes en la belleza e inteligencia

Quien diría que Ruohan no era el único que sufría desvelos por cuidar a su hijo, en Qinghe Nie, también tenían a un pequeño heredero de nombre Nie MingJue, la unica secta que se salvaba de lidiar con los desvelos y llantos era la secta Lan, Lan Huan era muy tranquilo, Wen Ruohan y Nie Qiang tenían algo de envidia por esto, ya que deseaban que sus hijos sean así de tranquilos y no es que no los amaran pero vamos, quien no quisiera que sus hijos sean tranquilos como el Lan

Todos estos desvelos les duró exactamente tres años, Ruohan creía que moriría en esos tres años, justo cuando estaba a punto de tomar a su esposo y crear un nuevo hijo, el pequeños Wen lloraba con algo de fuerza para llamar la atención de su mamá, pero no tomo fue así a pesar de esos pequeños inconvenientes ambos disfrutaron de su hijo, lo vieron dar sus primeros pasos y decir su primeras palabras, lo mismo era con los otros líderes Lan y Nie, los tres decidieron juntar a sus hijos y seria justo ya que los tres tenían prácticamente la misma edad

Wen Xu ya tenía seis años y pensaron que era buena idea darle un hermano, porque no? Aparte Ruohan estaba muy deseoso por tener el cuerpo de su esposo una vez más, así que su magnífico plan empezó, Zhuliu sería la niñera de Xu-er por unos días pues estaba más que claro que cobraría por las veces que no pudieron hacerlo, seguido de eso llevaría a su amado a un lugar que sea solo para los dos, así que mando a construir una pequeña cabaña en la frontera de Qishan, ser líder de una gran secta era estresante entonces se lo dejaría a los expertos y los ancianos Wen se harían cargo de la secta en su ausencia

El día que llevaría a su esposo a su pequeño retiro llegó, ambos se despidieron de su pequeño hijo prometiendole que le traerían un hermano, al pequeño wen le brillaron los ojos ante la idea y despidió a sus padres con una sonrisa -Cuidare de la secta en tu ausencia, padre- dijo el pequeño y Ruohan sonrío por sus palabras -Espero que no este en ruinas cuando vuelva- dijo y Qiren también sonrío ante esto, su pequeño comenzaba a crecer esperaba y creía que con el tiempo demostraría ser el heredero que se merece Qishan Wen

-Ruohan, ¿A donde iremos y que haremos?- dijo Qiren algo confundido al no saber del todo cual era el plan de su esposo -RenRen, ¿es que no lo escuchaste? Nuestro pequeño quiere un hermano...entonces le daremos uno- sus palabras salieron en un tono seductor, el cual hizo que Qiren se estremeciera con solo oírlo al parecer pasara días en cama, decidieron ir hacia el lugar caminando, ambos querían pasar un tiempo como un par de adolescentes enamorados y lo hicieron, compartieron sonrisas y pequeños recuerdos que albergaban en su memoria, ese era un momento muy especial para Qiren, nunca en su vida creyó que se enamoraria de alguien, mucho menos de un hombre, Ruohan y su hijo se habían convertido en su sol, Ruohan le había enseñado que tenía emociones y que no todo se trataba de seguir las reglas y su pequeño hijo era su razón de ser vida, su luz y su segundo amor, era feliz y no podía pedir más

Cuando llegaron a la cabaña, Qiren quedo algo sorprendido por la decoración, tenía decoraciones en azul y rojo, algunas de las paredes tenía pequeñas nubes pintadas junto a pequeños soles y debía esperarlo, en la habitación habia una botella de vino, algunas rosas esparcidas en la cama y suelo de repente sintió que los brazos de su esposo rodeaban su cintura y algunos besos se plantaron en su mejilla, mandíbula y cuello, no va a mentir en que si extrañaba sentirlo dentro de el, sentir como los labios y manos se pasaban por su cuerpo, sentir ese calor en su cuerpo al igual que su esposo, estaba tan deseoso, se giro hacia el y también dejó algunos de sus besos sobre su cuello -Ruohan, cariño- su voz era algo dulce y a la vez algo extraña para Ruohan que lo conocía demasiado sabía que algo pasaba -Dime, ¿Que pasa?- dijo cerca de su oído y dejó un beso sobre su frente -No me gusta como te miran algunas discípulas... debería dejar marca de que me perteneces- por primera vez en su vida Ruohan sentía algo de vergüenza y sus mejillas sonrojadas, oír eso de su esposo era impresionante -Deberias hacerlo, las discípulas no son las únicas que me miran- dijo predicando a su esposo, Qiren sentía una vena palpitar en sien y guió a su esposo hasta la cama lanzandolo sobre la misma, seguido de eso se sentó sobre el a horcajadas sobre el con las manos sobre el pecho contrario -Por mucho que te miren no podrán tocarte como lo hago yo- Ruohan juraba estar en el cielo, ver este lado de su esposo le estaba haciendo perder la cabeza -Preparate para visitar los cielos- Ruohan suspiro por esas palabras, era mejor de lo que esperaba...

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