Mi Lindo Camarero [Vincenzo/Han Seo]

Born this way -Lady Gaga

Capítulo 5

Han Seo estaba confundido, su terapeuta le había enviado un correo diciéndole que no podría seguir atendiendolo y que podía comunicarse con un colega sí deseaba seguir asistiendo a sesiones.

Era curioso como después de entregarle el número al guapo abogado de la mafia unos días después su terapeuta lo dejara botado el mismo día de su sesión.

—Señor Vincenzo, quería preguntarle sí de casualidad ¿Usted vio al Doctor Palmieri?

—¿Por qué preguntas?

—Es solo que hoy tenía programada mi sesión con él pero me envió un correo diciendo que no podía seguir siendo mi terapeuta.

Vincenzo negó con la cabeza con fingida inocencia. —Lo siento Han Seo, pero yo no lo visite.

—No se porque no le creo, —Contestó Han Seo. — Pero no voy a preguntar más, al menos me dió el número de otro terapeuta.

—Seguramente es mejor que él, un cambio puede ser bueno.

Han Seo lo miró con sospecha. —Mmh, si usted lo dice.

—Es obvio, yo siempre tengo la razón.

Han Seo rodó los ojos ante el comentario del Italiano, a veces le sorprendía la cantidad de seguridad y autoestima que el hombre desbordaba.

Una razón más por la que el hombre seguramente nunca se fijaría en él, un pobre hombre con problemas de autoestima, inseguridad y traumas.

—Emilia llamó en la mañana. —Vincenzo sonrió al ver que el menor lo miró emocionado ante la mención de su amiga. —Encontró a Mariano y consiguió la posible ubicación de Augusto.

—¡Eso es una buena noticia!

—Luca y Alejandro ya están preparándose para ir a atraparlo.

—¿Luca también se va? —Han Seo hizo una mueca, no le gustaba que sus amigos hicieran tareas tan peligrosas por muy miembros de la mafia que fueran, para él seguían siendo el amable gerente del restaurante y la tierna chica que lo ayudaron a sobrevivir en Italia.

—Luca es de los mejores, nunca ha fallado en una misión ni lo han herido de gravedad.

—Eso no me hace sentir mejor, señor Vincenzo…

—Entonces no se que lo haría, —Contestó tomando un sorbo del vino. —Luca es muy competente en su trabajo deberías tener un poco de confianza en él. Se ha entrenado desde niño, esto es pan comido para él.

—Tenga consideración de mi situación. —Pidió Han Seo. —Hasta hace unas semanas ellos dos eran solo una amiga que trabajaba como chef y un jefe comprensivo y atento que no podía matar ni una mosca. Perdone que aún no me haya acostumbrado a sus verdaderos trabajos.

—Correcto, tienes un punto. Lamento que tengas que lidiar con todo esto.

—Está bien, solo me estoy acostumbrando poco a poco. —Respondió. —Iré a ayudar a Doña Vissia con la cena.

—Claro, cualquier cosa estaré en mi despacho.

—Le avisaré cuando esté listo, Señor Vincenzo.

—Podrías comenzar a tutearme, ¿Sabes? Soy solo 6 años mayor no tengo 50 años.

Han Seo se rió suavemente. —Ya veremos, Señor.

—Este mocoso. —Se quejó el Consigliere, cuando Han Seo se fue a la cocina.

Paolo entró a la sala segundos después de que Han Seo se marchara, casi como sí hubiera estado espiando la conversación.

—Pareces muy interesado en ese chino. —Escupió mordazmente.