El castillo Esmeraldo ha sido derrumbado por la construcción de un hotel, las cosas no terminan allí pues la magia oscura del castillo sigue acechando nuevas víctimas.
Y esta vez no hay una excepción.
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• No se ac...
Este cuarto tiene una computadora donde un chico de espalda ancha escribe en el teclado, la pantalla es muy grande, el chico tiene audífonos abrazando su cuello, son blancos y grandes, hay unas gafas de cristal en sus ojos. Me acerco cojeando por la pierna viendo lo que hace, está en mi blog, escribe un reporte sobre mí, ¡Está exponiendo cada detalle de mi vida!, lo detengo golpeando el teclado. SeokJin me mira serio levantando sus cejas.
— ¿Cómo entraste a mi blog?
— ¿Cómo puedes detener mi trabajo?
— ¿Qué? —frunzo el ceño.
—Soy un hacker, JiWook, exponer vidas es lo mío—me empuja con suavidad y publica lo que escribió. Trago con dificultad por los comentarios que llegan, las personas me llaman mentirosa y falsa—He terminado—sonríe—Ahora si eres tú en tu blog.
—Borra eso.
—Incluso si lo borras saben que eres una farsa.
— ¡Borra eso! —intento hacerlo yo misma. SeokJin me detiene ocupándose el mismo, no borra lo que publicó, en su lugar, hace algo peor, borra el blog entero desapareciéndolo de Internet— ¡No! —llevo mis manos a mi cabeza— ¿Qué hiciste?, ¡¿Qué hiciste?!
—Querías que lo borrara.
Lo tomo del cuello de su suéter obligándolo a verme.
—Escúchame idiota, no sé qué demonios pretendes, pero ahora mismo regresarás mi blog o voy a asesinarte por meter tus narices donde no te llaman.
Ríe de manera fría, niega con la cabeza levantándose, siempre odié que SeokJin fuera tan alto, trago con dificultad cuando aparta mis manos.
— ¿Ya acabaste? —ante mi silencio borra su sonrisa. Toma mi cuello con fuerza colocándome contra el escritorio, mi cintura toca éste—Ahora escúchame tú, niña estúpida—su voz es profunda—Las mentirosas como tú deben ser expuestas en algún momento, la verdad siempre sale a la luz, admitamos lo obvio, eres una farsa, JiWook—aprieto su mano en mi cuello intentando lastimarlo con mis uñas pero sólo consigo que Jin apriete más complicándome el respirar—No puedes asesinarnos, nadie puede, somos fuertes por las personas ingenuas como tú—sonríe con malicia—Incluso para amenazar eres un asco—me suelta retrocediendo.
Comienzo a toser no por mucho, Jin se da la vuelta y tomo el teclado dispuesta a golpearlo con él, mis manos quedan con dicho teclado levantado cuando la luz se va...pero el monitor sigue encendido. Hay una figura de mi tamaño en la pared, puedo verla, retrocedo hasta tocar la pared, hay una puerta detrás de mí, giro el pomo apresurándome a dejar ese cuarto atrás.
"Tengo que salir"
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