El castillo Esmeraldo ha sido derrumbado por la construcción de un hotel, las cosas no terminan allí pues la magia oscura del castillo sigue acechando nuevas víctimas.
Y esta vez no hay una excepción.
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• No se ac...
Desde niña siempre he sido muy creativa y fantasiosa, mis profesores creían que eso era un problema, mis padres me reprochaban seguido por mentir tanto pero sólo había descubierto que al mentir las personas se interesaban en mí. Era una niña entonces, con el tiempo aprendí que nada bueno viene con las mentiras, sí, les mentí a los chicos, pero era necesario. Quería hacer el reporte sobre el castillo, quería saber que tanto misterio lo rodeaba sin imaginarme que llegaría a ser víctima de ello.
Abro mis ojos apenas encontrándome acostada en una hamaca, mi estómago no se siente bien, toco mi frente encontrando un pañuelo allí, jadeo de dolor sin poder mover mi pierna, estoy comenzando a pensar que la herida está infectándose.
— ¿Puedes escucharme? —abro los ojos de nuevo encontrando un rostro familiar. ¿Por qué el castillo se presenta como estos chicos? No tiene sentido, nada lo tiene— ¿Park JiWook?
—Hoseok—mi voz sale algo ronca. Definitivamente no me siento bien, tengo que ser fuerte y salir de aquí. No me importa lo que ellos digan, hay demasiadas incógnitas, a estas alturas es evidente que no van a ayudarme con mi información. Están empeñados en castigarme por ser mentirosa.
—Bebe un poco—dice al acercarme un vaso con agua. Obedezco sintiendo que mi garganta deja de doler, miro alrededor encontrando esta habitación similar a la de un barco, incluso se mueve. Hoseok viste con ropa roja y...parece un pirata, hay una cicatriz larga en su nariz—No te queda mucho tiempo.
—Mi pierna...
—Va de mal en peor, lo sé—se apoya de la hamaca. Un pañuelo rojo cubre su cabeza—Dudo mucho que te dejen ir, con la traición de JinRi los ánimos no son los mejores.
—Quiero irme a casa.
— ¿Qué pasó con tu investigación?
— ¿Crees que eso importa ahora?
— ¿Dónde está la testaruda JiWook? —sonríe burlonamente—Esa que quería información a toda costa—aparto el pañuelo de mi frente. Quiero levantarme, pero no puedo, estoy mareada—Te faltan dos habitaciones más, no puedes rendirte.
"Dos habitaciones. Maldita sea"
—Es evidente que ustedes no van a ayudarme.
—Es evidente que has comenzado a creer en lo que decías no creer—me mira con atención—Todos los que alguna vez entraron al castillo son expuestos de sus miedos y anhelos, JiWook—sus ojos son oscuros. Me recuerdan a los de JungKook—Los que hacen un trato con nosotros terminan entregando su vida o su alma, todo tiene un precio y como dije una vez, los humanos nunca mantienen su promesa.
Entonces esto debe ser algún tipo de prisión mental o algo así. Un lugar donde exponen toda tu vida y te hacen reflexionar sobre ello, buscan la manera de apoderarse de tu mente para volverte frágil.
Hacerte perder la cordura.
— ¿Por qué toman la apariencia de mis amigos?
—Tomamos la apariencia de aquellos que conoces, estos amigos tuyos están haciéndose tan común en estos tiempos que nos estamos acostumbrando a ello.
Frunzo el ceño.
— ¿Por qué hablas en plural?, ¿Cuántos de ustedes son?
—Ya te he dicho más de lo que esperabas.
—No, espera—lo detengo—Quiero entender qué tipo de lugar es este, ¿Por qué exponer a las personas así?, ¿Por qué ofrecerles cosas para luego arrebatárselas?
—El castillo busca tus debilidades de alguna manera, con cada habitación que atraviesas te expones a ti misma, vamos rebelando capa por capa tu verdadera personalidad—coloca un mechón detrás de mí oreja—Hacer sentir culpable a alguien es simple, JiWook, sólo debes insistir en algo hasta que la persona ceda—lleva su mano a mi cuello—JoRin se sentía culpable por haberse enamorado de su hermano—aprieta mi cuello. Golpeo su mano intentando que me suelte, pero no lo hace—JinRi anhelaba formar una familia por lo cual fue sencillo volverla vulnerable, pero tú sigues luchando creando muros en tu mente—me desespero al no poder respirar—Déjanos entrar, JiWook, no tengas miedo.
Las luces se apagan, dejo de sentir su mano en mi cuello, pero entonces algo filoso corta mi muñeca, caigo de la hamaca quejándome por la pierna. Maldigo internamente arrastrándome, llego a un sillón apoyándome para colocarme de pie, la luz regresa encontrándome sola. Me tambaleo distinguiendo la puerta, voy a ella sin dudarlo pensando en lo que Hoseok dijo.
Este castillo es como un juego mental.
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