Maniac -|| Lucia y Amelia (Lumity Beta)

II

Lucia Noceda es algo reservada pero también es directa cuando se amerita, ella no conoció a su padre pero asegura que nunca lo necesito ni lo necesita. Tenía una buena vida junto a su madre antes de que falleciera, cuando esto pasó sintió que todo lo que conocía se desmoronó en un segundo.

Estuvo un mes encerrada en su casa saliendo ocasionalmente solo para las cosas esenciales, no sabía que hacer o que se supone que debía esperar hasta que se dio cuenta de que ella misma estaba haciendo todo el proceso más deprimente de lo que ya era y decidió mudarse de ciudad para poder tener un nuevo comienzo o quizá solamente no soportaba los recuerdos que inundaban el lugar donde creció.

Aunque ya estaba algo acostumbrada independizarse en una nueva ciudad fue algo complicado al principio. Los nuevos comienzos a veces asustan pero también pueden ser una gran oportunidad, logro adaptarse a la escuela rápidamente, pronto se ganó su sitio entre los estudiantes quienes trataban de no molestarla ya que tenía un carácter fuerte y eso algunas personas lo aprendieron a la mala, allí conoció a Amelia la que sería su problema más molesto en su estadía.

-¿Y qué fue lo que te dijo?-
Le preguntó Willow, estaban hablando mientras el profesor aún no llegaba al salón de clases.

-Ella creía que tú y yo estábamos juntas-

Eso le llego de sorpresa a Willow quién alzo sus cejas al mismo tiempo que abría por completo sus ojos.

-¿Y no es así?-
Le dijo jugando con la situación.

-No, pero podemos comenzar a salir si quieres-
Le contesto Lucia siguiendo el pequeño juego que se había creado.

-Tú-
Apunto a su contraria.
-y yo-
Se apuntó a ella misma.
-En los baños después de clases-

-Estoy ansiosa-
Se recargó en el asiento dedicándole un guiño.

Willow le sonrió ocasionando que Lucia le devolviera la sonrisa.

-¡Buenos días clase!-
El profesor de historia entro al salón llevando consigo un rotafolio y un maletín, se pudieron escuchar quejas y un que otro "buenos días" por parte de los estudiantes.
-Espero que hayan estudiado ¿listos para los examenes?-
Más quejas.

Amelia Blight es todo un caso, es decidida y deja que sus emociones la controlen, tuvo una buena infancia si se descarta que desde pequeña han querido controlar su vida, pero parte de eso llego a su fin cuando sus padres recibieron una mejor propuesta de trabajo la cual aceptaron por tener un mayor sueldo, nunca fueron de bajos recursos pero no hay que conformarse con lo que tienes si puedes tener más, o eso es lo que ellos dicen, gracias a esto empezaron los viajes de negocios, al principio se iban algunos días, los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, Amelia no estaba segura si eso la beneficiaba o solo la perjudicaba.

La residencia Blight comenzó a conformarse por Amelia, su hermano y hermana mayor y sus padres ocasionalmente, después sus hermanos se mudaron al conseguir empleo, visitaban a Amelia algunas veces pero nunca volvió a ser lo mismo, tal vez por eso sea tan impulsiva ahora que no cuenta con tanta supervisión. Conoció a Lucia mientras ocurrían todos esos cambios en su vida, se sentía completa junto a ella, sentía que no requería a nadie más en su vida para poder ser feliz, ella le daba todo lo que necesitaba.

Para mantenerse lejos de los castigos y regaños de sus padres Amelia cuida lo que hace en el colegio, es bastante conocida tanto en el Instituto como en el lugar donde vive por su apellido, pero a ella le disgusta hablar de sus padres. Cuando reprueba o se mete en algún problema siempre existe el buen dinero que la ayuda a mantener su perfil escolar porque ¿qué es lo que el dinero no puede arreglar?

Pues hay un profesor al cual nunca logro sobornar y es justo con el que llego tarde hoy.

Tocó la puerta del salón de historia. -¿Puedo pasar?-

-Señorita Blight estamos en medio de un examen-
No parecía muy contento de que interrumpieran su clase.

-Lo sé, pero como puede ver se me hizo algo tarde-
Trato de ser amable pero ninguno de los dos se agradaban mutuamente.

-¿Y a qué se debe?-

-Me...-
Pensó por unos cortos segundos.
-Yo me sentía muy mal en la mañana-
Procuro ocultar su nerviosismo lo más posible, en realidad se había quedado dormida, después de lo que sucedió anoche le fue difícil despertar, aún tenía sueño y se podía notar en su mirada.

-No parece que se sienta mal de salud-
Dudó.

-Lo que ella dice es cierto-
Lucia se levantó de su asiento y se unió a la plática, Amelia la miro algo desconcertada.
-Me hablo en la mañana diciéndome que no podría venir porque se sentía mal, le recomendé que no asistiera pero aquí está-
En realidad Amelia no le había hablado en la mañana.

-Es verdad, ¿ya escuchó?, le dije que no estaba mintiendo-
Respaldo lo que Lucia había dicho. -Por favor, en serio necesito hacer ese examen-

El profesor terminó cediendo de mala gana y dejo entrar a Amelia quien agradecía internamente la ayuda de Lucia.

866