Maniac -|| Lucia y Amelia (Lumity Beta)

III

Era domingo en la noche, Boscha había organizado una fiesta en su casa sin razón aparente, cuando se presentaba la oportunidad la agarraba sin pensarlo y ¿qué mejor oportunidad hay si sus padres no estaban en casa?

-Yo lo vi, estaba dentro del baño de chicas pero cuando se dio cuenta de mi presencia el cobarde se fue corriendo-
Contó Boscha, estaban reunidas en el patio trasero de la casa.

-Ire por más bebidas ¿alguien quiere?-
Preguntó Skara mientras se levantaba de su lugar.

-Yooo-
Amelia volteó el vaso rojo de plástico indicando que su contenido se había agotado.

-¡Yo también!-
Indico Boscha a Skara quien le hizo una seña de que la había escuchado y se adentro a la casa.

-¿Tú crees que nos haya visto en las duchas?-
Cat retomo la conversación.

-Como la vez que le tomaron fotos a la chica de segundo en los vestidores-
Amelia se unió.

-Sus padres ni siquiera hicieron algo al respecto, la culparon a ella. Al director le importa más la imagen del Instituto que sus propios alumnos-

-Maldito idiota-

-Volví, ten Amelia-
Le da un vaso.
-Ten Boscha-
Hizo lo mismo.

-¿Te vendieron los hielos?-
Amelia utilizo un tono sarcástico al ver que su bebida contenía pocos hielos.

-Mejor ten la mía, tiene más hielos-
Boscha intercambio la bebida con Amelia.

El celular comenzó a reproducir su tono de llamada, lo ignoró, volvió a sonar, lo ignoró nuevamente, se escuchó otra vez, abrio los ojos y miró el reloj que indicaba las 2:22 am, Lucia agarro su celular y contesto de mala gana.
-¿Qué sucede?-
Se escuchaba adormilada.

-¿Puedes... venir por mí?-
La voz de Amelia se hizo presente, se podía aprecia música de fondo.

-Son las dos de la madrugada, ¿por qué no le dices a tus amigos que vayan por ti?-

-Se que es tarde.. pero estoy muy mareada-
Hablaba con dificultad, como si tomara aire después de decir unas cuantas palabras.

-Eso es lo que pasa cuando bebes demasiado, pensé que ya lo sabías, tienes experiencia en eso-

-Es diferente, no puedo conducir así-
La música y las luces neón solo empeoraban la situación, se sentía sofocada y aturdida entonces decidió salir de la casa.
-Creo que alguien me drogo y yo siento que en cualquier momento me voy a.. no sé en quién confiar aquí y tú eres la única que se que no me haría daño-

-¿Dónde estás?-

-Sube-
Lucia abrio la puerta de su auto para dejar pasar a Amelia quien se sostenía de lo primero que veía.
-¿Cómo te sientes?-
Entro al auto y puso las llaves para poder encenderlo.

-Mal, tardaste mucho-
Amelia estaba mirando a un punto fijo, después miró a Lucia en cuanto comenzó a conducir.
-Pero no me siento tan mal como antes, pensé que iba a perder la consciencia ahí mismo... Agradezco que vinieras-

-No iba a dejar que alguien te secuestrara-

-Yo dejaría que tú me secuestraras-

-Ya callate-

-Hablo en serio...-
Se quedo en silencio.
-¿Crees que tú pudier-

-No voy a hacer algo como eso-
Lucia la interrumpio y estaba segura que si tuviera que secuestrar a alguien Amelia sería en la última persona en la que pensaría.

-Bien, solo jugaba-
Amelia miro hacia la ventana, empezó a marearce.
-Creo que voy a vomitar-
Emitió una arcada.

Al escucharla Lucia giró bruscamente el volante para poder estacionarce rápidamente en la acera haciendo que el auto se balanceara.

-¡Conduce bien, te estoy diciendo que tengo ganas de-
Otra arcada.

-Es que no quiero que vomites aquí!, tragate el vomito hasta que me estacione-

Ya estacionado las dos se bajaron, Amelia teniendo su mirada en el suelo mientras apoyaba ambas manos en sus rodillas y Lucia recargada en el auto esperandola.

-No puedo-
Habló Amelia.

-¿Qué?-
Lucia cuestionó sin entender mucho a que se refería.

-No puedo, ya no tengo ganas de vomitar-
Retomó su postura.

-¿Entonces para que nos bajamos?-

-En serio creí que iba a vomitar, lo sentía aquí-
Amelia señalo su garganta.
-Pero ya no-

Lucia suspiro pesadamente.
-Solo vámonos-

Entraron a la residencia de los Blight, desde hace tiempo Lucia no visitaba el lugar pero no había cambiado mucho, seguía siendo igual de grande con decoraciones algo anticuadas, no pudo evitar que los recuerdos fuera lo único en sus pensamientos, a veces extrañaba como eran las cosas antes pero siempre tenía que volver a la realidad. Lucia ayudo a Amelia a subir las escaleras hasta su habitación.

-Por fin llegamos-
Amelia se sento en su cama.
-¿No extrañabas estar aquí?-
Preguntó refiriéndose a su habitación.

-La verdad no-
Lucia sonrio levemente mientras miraba a su alrededor.
-Ya tengo que irme-

Amelia agarró el brazo de Lucia para impedir que se fuera.
-Quedate-

-Solo venía a dejarte y ya lo hice, ya estás bien-
Lucia trato de zafarse de su agarre pero Amelia la agarro con mas fuerza.

-No estoy bien, desde que te fuiste me siento muy sola. Lo único que haces es tratar de olvidarme y no lo soporto-
Una lagrima recorrio su mejilla.
-Te quiero de vuelta conmigo-
Más lagrimas.
-Te necesito, por favor créeme-

Lucia se quedo mirándola, algo de ella le recordó a como era cuando iniciaron con su relación, cuando realmente le gustaba. Se sento a su lado y le limpio las lágrimas.

-Quedate por favor-
Rogó una vez más.

-Deja de llorar-

Ambas se miraron, la menor de los Blight se acercó a ella y le dio un beso que para su sorpresa fue correspondido.
Se sentó encima de Lucia y rodeó la cintura de la mencionada con sus piernas, Lucia colocó sus manos en la cintura de Amelia y la apego más hacía ella para profundizar el beso.

Hace tiempo que Amelia no sentía esos labios sobre los suyos, esas caricias que la hacían pedir más, esa sensación tan adictiva que solo su contraria podia darle, aquella sensación que no sabía que extrañaría tanto.

Lucia se separó, las respiraciones de ambas eran irregulares y el latir de sus corazones se habían acelerado.

-¿Recuerdas que dijiste que yo estaba tratando de olvidarte?-
Habló Lucia inesperadamente.

Amelia solo asintió, no sabía a que se debía su pregunta pero ella solo quería proseguir con lo que estaban haciendo, todo su ser se lo pedía.

-Pues es momento de que tú también trates de olvidarme a mí-
Dicho esto bajó a Amelia haciéndola a un lado.

-¿Qué haces?-
Cuestionó con rapidez.

-Me voy-
Se bajó de la cama.

-No, ¿por qué? ¿no lo hice bien? haré lo que me pidas ¿quieres que lo vuelva a hacer? podemos empezar de nuevo-
Dijo en un intento desesperado para que se quedara.

-Ya no quiero volver a empezar algo de nuevo contigo-

-No puedes dejarme así-
Seguir insistiendo era inútil, Lucia solo seguía caminando hacía la puerta.
-¡Mierda Lucia! ¡te estoy hablando! ¡voltea a verme!-

-Descansa-
Fue lo único que dijo antes de cruzar la puerta y salir de la habitación.

-¡Vete al carajo! ¡Nadie te necesita!-
Amelia agarró lo primero que encontró a su lado, tiró la almohada haciendo que se estampara contra la puerta cerrada.
-Maldicion, maldicion, maldicion-
Se repetía mientras se abrazaba a si misma tan fuerte que llegó a lastimarse con sus propias uñas, no estaba segura que sentía, si enojo, tristeza, miedo, odio o cansancio por haber bebido tanto, pero lo que si sabía era que se sentía de la mierda.

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