Había pasado un mes desde aquel ataque en la graduación de nuestro protagonista, quien entró en una gran depresión. En apenas un minuto, toda su vida dió un vuelco completo al perder todo lo que quería.
Ahora lo vemos en su casa. Esa estaba hecha un desastre, apenas se veía un ápice de luz entrando por alguna ventana.
Estaba con una camisa de tirantes que resaltaba sus músculos de color blanco y unos pantalones de deporte negros. Se encontraba golpeando un saco de boxeo. El sudor recorría su cuerpo continuamente y el cansancio hacía mella en él.
Pero no pensaba parar. No los pudo salvar porque era debil. Si hubiera entrenado más, habría podido salvarlos a todos. No tendría que haberlos enterrado.
Tras veinte minutos de golpeo, tomó sus espadas gemelas y salió al patio. En él, se encontraba un muñeco de prácticas hecho añicos, pero que aun así se mantenía en pie.
Tomó aire fuertemente y se colocó en frente del muñeco. Llevó sus manos a las espadas y empezó a cortar a velocidad sobrehumana. Un ojo humano no podría seguir los movimientos que el peliverde realizaba, y estos casi destruyen por completo el muñeco, ya que gracias a sus mangos que contaban con cadenas, podía usarlas como nunchakos y lograba cortes mucho más rápidos.
Cada corte traía más recuerdos a su mente. La sangre de su amigo Kenta en las manos tras haberlo intentando reanimar, el sonido de las ambulancias al llegar, la confirmación del doctor de que habían fallecido oficialmente y el cómo entró en un profundo llanto durante un día entero después.
Quitó eso de su mente y pensó en comer algo antes de seguir. Dejó sus espadas en un estante al entrar en casa y se dispuso a hacer un plato de Katsudon para relajar su mente.
Izuku: bien, mezclo esto y lo puedo dejar reposar un poco al fuego- dijo colocando la cuchara de madera que utiliza para remover en la encimera.
Se sentó en el sofá de la sala para después encender la televisión, intentando entretenerse y distraer su mente.
Pero unos golpes desesperaron a nuestro protagonista, quién se levantó con gran molestia.
Izuku: si es un testigo de Jehova o alguien que quiere venderme algo, que tenga claro que si no sale de aquí en 4 segundos, arrancaré sus brazos...- apunto de abrir la puerta y tocando el pomo- y se los meteré por el...!
Cuando abrió la puerta, dejó ver a las chicas que fueron salvadas por su amigo y, a la vez, que eran sus compañeras de clase, la cuales tenían los ojos hechos puntitos por la impresión.
Izuku: ...ejem...aparato excretor...sí, eso iba a decir si...- dijo algo incómodo- sin tomar importancia eso...que necesitan?
Itsuka: ejem...Midoriya-san hemos venido aquí para ver si estás bien, ya que no hemos tenido noticias tuyas en bastante tiempo...- dijo la pelinaranja hablando por las 3- y como ya ha pasado un mes desde aquel incidente...queríamos saber de tu estado...
Izuku: ah...entiendo...sí estoy bien, aunque podría estar mejor...voy a comer, quieren acompañarme?
Las 3 asintieron y el chico las dejó pasar. Ellas vieron como el lugar era un desastre, todo desordenado y algo triste.
Kyoka: tiene un estilo...interesante...
Yui: como puedes vivir aquí Midoriya-san?- preguntó curiosa la pelinegra.
Izuku: simple Kodai-san, es mi único lugar donde vivir- dijo levantando una olla bastante pesada.- inicialmente hice katsudon para una semana, pero igualmente quiero compartirlo para hoy.
Las tres chicas se sentaron en la mesa y en ella se colocó la olla humeante. El aroma inundaba las fosas nasales de las jovenes. Ya con esa prueba sabían que iban a disfrutar de la comida.
Kyoka: huele genial, Midoriya-san- elogió la de cabello violeta.
Midoriya: gracias...supongo...- dijo con actitud melancólica.
Las tres chicas miraban tristemente al chico, quien comía el katsudon sin emoción alguna, ni tenía siquiera un brillo en sus ojos verdes.
Comieron en un silencio algo cómodo mientras nadie se disponía a hablar. A los veinte minutos, los cuatro jóvenes habían terminado su conida. Mientras el peliverde limpiaba los platos usados con la cabeza baja, Itsuka, Yui y Kyoka planeaban algo para después.
Yui: que tal si llevamos a Midoriya al centro comercial o algo similar? Se merece salir de aquí. Me da pena verlo- dijo con ojos comprensivos.
Kendo: la verdad es buen plan, pero no creo que acceda en ese estado.
Kyoka: da igual, hay que ayudarle Itsuka-chan- dijo seria la chica- oe Midoriya-san!
El mencionado se dio la vuelta para ver la sonrisa de las tres chicas a pocos centímetros de él, lo cual le causó algo de nerviosismo.
Izuku: q~qué sucede...?- preguntó presionado.
Itsuka: que te parece si nos acompañas al centro comercial?- preguntó risueña la chica mientras las otras asentían.
Izuku: emmm...no creo que pueda...tengo que entrenar y cosas similares...
Kyoka/Itsuka: no nos dejas opción...- dijeron ambas con la mirada ensombrecida mientras dejaban paso a la pelinegra.
Yui: por favor Midoriya-kun....- dijo ella con una cara de súplica y ojos de perrito.
Esto empezó a surtir efecto en Midoriya, quien iba cediendo ante las súplicas de Kodai.
Izuku: ....agh está bien! Iremos al centro comercial- dijo resignado mientras iba a cambiarse.
Las 3: YEEII!!!- celebraron felices y dando saltos de alegría mientras se abrazaban en el aire.
Kyoka: como se te ocurrió eso Yui-chan?- interrogó curiosa.
Yui: es un hechizo simple pero increbrantable.
Tras hablar un poco, el grupo de un varón y tres féminas salieron de la casa del chico prácticamente arrastrando a este.
Pasaron toda la tarde en aquel lugar, dando vueltas por tiendas de ropa e incluso fueron a un arcade, donde Izuku no fue vencido en una competición de rap a doble tempo, donde Kyoka fue una digna rival, pero no pudo competir contra alguien cuyo estilo de combate se centra en la música, sobre todo de ese tipo.
También se hicieron varias fotos para recordar el día, el cual fue bien aprovechado por el grupo.
Ahora los vemos llegando a casa del chico, quien por prinera vez en un mes portaba una sonrisa.
Izuku: gracias por la tarde chicas! Hacía bastante que no me divertía tanto saliendo por ahí- dijo sonriente y con notable alegría.
Itsuka: fue un placer Midoriya-kun!
Yui: nos alegra haber podido ayudarte-mencionó con una pequeña sonrisa.
Kyoka: si necesitas algo similar en otro momento, estaremos listas para ello- dijo pasando sus brazos por los hombros de sus amigas.
Izuku: jaja! Me alegro de ello! Tengan cuidado al llegar a su casa- dijo a punto de entrar a su hogar- esperen no quieren que las acompañe?
Itsuka: crees que somos simples princesas en apuros?- preguntó con burla.
Izuku: jeje..creo que no, buena noche- dijo entrando en casa.
Y así, las tres jovenes se alejaron mientra saltaban sonrojadas por haber pasado la tarde con el amor de ellas, quien estaba empezando a cambiar gracias a ellas.
Fin del capítulo
Hey gente! Que tal la vida? Espero que os haya gustado el capítulo y que sepáis que quiero intentar actualizar la mayoría de historias lo más que pueda. Un saludo!
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El héroe extravagante y llamativo (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)
Fanfiction???: LLEGÓ EL HÉROE MÁS EXTRAVAGANTE Y LLAMATIVO DE LA HISTORIA!!! EL DIOS DE LAS FESTIVIDADES!!! SOY IZUKU MIDORIYA!! EL EXTRAVAGANTE Y LLAMATIVO PILAR DEL SONIDO!!!!!