12 de febrero
¿Cuál es la diferencia entre vivir y existir? Muchos tenemos sueños y aspiraciones que se sienten imposibles ya que están muy lejos de nuestro alcance. Puede ser el blog que siempre has querido empezar, Convertirte en una de las modelos más reconocidas mundialmente, estar en una película, irte a estudiar a otro país o simplemente contar la historia de tu vida a través de tu fotografía. Dicen que soñar es gratis pero en mi opinión es simple tortura; la realidad viene corriendo a bofetearnos, gritando que despertemos.
Por eso es que dicen que la inocencia de los niños es poderosa, nada es inasequible ya que se siente como si pudiésemos agarrar a la luna y a las estrellas con nuestras propias manos. Graham Greene lo explico de la siguiente manera, "siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro"
Las líneas se cruzan causando más confusión, dejamos nuestras muñecas y carros de juguete por cosas "menos infantiles". De repente el tiempo ha pasado demasiado rápido y nos encontramos tomando decisiones sobre nuestro futuro, sin importar que aún no nos conocemos a nosotros mismos.
Muchos le llaman crecer, yo le llamo pesadilla.
Me falta el aire y estoy sudando a mares, no puedo más. Actualmente, todos estamos corriendo a punto de terminar las diez vueltas alrededor del gimnasio que nos asignó el profesor de educación física. El chico avenger se encuentra enfrente corriendo muy rápido, es de los primeros del grupo, a diferencia mía, que soy de las últimas.
-¡Vamos chicos solo falta una vuelta más! – El profesor Dago nos animó mientras aplaudía.
-Odio correr, creo que voy a morir– Esme habló pausadamente tocándose el pecho.
No es que odie la actividad física, de hecho, me gusta hacer ejercicio. Procuro hacer ejercicio unas tres o cuatro veces a la semana con la ayuda de videos en YouTube; sin dejar de mencionar que mi playlist para hacer ejercicio es buenísima. Hasta puedo decir con seguridad que considero ser una persona más activa que la persona promedio. No obstante, jamás se me ha dado correr. Las personas que dicen que correr es relajante, ¿Todo bien en casa?
No podía hablar, así que solo quede viendo a Esme.
-Ya casi terminamos, aguanta un poco más- Vanessa anunció tranquilamente.
-¿Qué haces corriendo con nosotras? Tú eres atlética, no te costaría nada ser de las primeras. – Le pregunté respirando hondo.
-Pues sí pero, ¿Perderme las escenas dramáticas de Esme? Eso jamás. – Vanessa le mandó una sonrisa burlona a Esme.
Esta última le respondió lanzándole un golpe.
Esme y Vanessa seguían bromeando cuando el sonido del silbato del profesor Dago, llamó nuestra atención.
-Eso es todo por hoy, nos vemos en la siguiente clase- El profesor aseguró colocando el silbato en el bolsillo de su pantalón deportivo.
-¡Por fin! creí que esta clase jamás iba a terminar – Esme comentó, una expresión de desagrado envolvía su cara.
-¿Tanto odias mi clase? – El profesor le preguntó alzando una ceja.
Vanessa y yo reprimimos nuestras risas, o al menos lo intentamos.
-Eh... ¿No es personal?- Las mejillas de Esme estaban adornadas por un ligero rojo cereza, indicación de que estaba apenada.
-No lo negaste – Dago se cruzó de brazos. Sus ojos negros posándose fijamente en los café de mi amiga.
Dago es ex alumno del instituto, se graduó hace seis años. Al graduarse del instituto, se dedicó a sacar su licenciatura en educación física y deportes. Cuatro años después, a la edad de veintiún años obtuvo su título; eso fue hace dos años. Esme conoce a nuestro profesor desde que tiene memoria ya que él, es el mejor amigo de Adrián, el hermano mayor de Esme. Yo también estoy un poco familiarizada con él, lo he visto algunas veces jugando videojuegos con Adrián cuando he ido a visitar a Esme.
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El diario de Luna
Teen Fiction"Dicen que cada persona qué pasa por nuestra vida viene a entregarnos una lección. Unas personas sólo van de pasada y otras al verlas a los ojos te das cuenta que vinieron para quedarse. Yo estaba a gusto con mi rutina de todos los días pero tuvo q...