I promise ↺Kooktae↻

↺03↻

A la mañana siguiente, despertó y seguía en el mismo lugar. Resignado, hizo lo mismo que el día de ayer hasta volver a la cama y dormirse. El día siguiente a ese fue igual. Y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Los días se transformaron en semanas y las semanas en un mes.

De una forma en la que no esperaba, se estaba acostumbrando al hecho de despertar en esa cama que no era suya, ver aquellas personas que no eran sus padres y convivir con aquel que no era su mejor amigo. Pero, tampoco había nada de lo cual quejarse.

El hombre malo del arma era mucho más amable de lo que esperaba que fuera en realidad. Vivía cansado, por sus altas horas de trabajo. Pero siempre llegaba a la casa con una cálida sonrisa y abrazos para repartir. Era muy dulce con su esposa, y a pesar de no tener muchos recursos, siempre al salir del trabajo pasaba por un campo lleno de flores y le traía una a su mujer. Lo cual, a Taehyung le parecía demasiado tierno. Por las mañanas, nunca faltaban sus 'buenos días', y en las noches por más que el cansancio le ganase le daba un fuerte abrazo y le deseaba que descanse bien.

La mujer, era tan dulce y amable como su esposo. Siempre se preocupaba él, se encargaba de hacerle el desayuno todas las mañanas, aunque este sea sólo un tazón de avena. Se la pasaba en la casa aunque a veces salía en busca de algún trabajo, pero siempre volvía arrastrando los pies y bastante decaída. Pero se le pasaba rápido cuando veía a Taehyung hacer alguna payasada para animarla, ya que sentía que era lo mínimo que podía hacer por ella al estar cuidando de él.

Algo que pudo notar con el transcurso de los días, es que para esas personas era su único hijo. No como en su casa, que su madre los había tenido a él y a su hermana. No, aquí estaba él solito, sin hermanos menores husmeando, o un posible hermano mayor metiche en sus cosas. Por lo que había entendido, luego de él, no pudieron tener la posibilidad de tener otro hijo, y aunque desearan tener uno justo ahora, su situación no les ayudaba en mucho.

En ese mes que estuvo atascado ahí, descartó la idea tanto de estar dentro de una película, como que esos hombres habían manipulado todo a su favor o que le estuvieran jugando una mala broma. Así que sólo le quedó creer y aceptarlo, él había viajado en el tiempo, pero aún no sabía cómo lo había hecho.

Jimin resultó ser una persona más interesante de lo que esperaba. Sonriente, en ocasiones bromista y un buen grano en el culo cuando se lo proponía. 'Taehyung, no olvides estudiar para el examen', o 'Taehyung, recuerda hacer el trabajo de biología'. Taehyung esto, Taehyung lo otro. Taehyung, Taehyung, Taehyung.

Pero, si no fuese por el insistente chico no habría sabido como encajar en ese año. Se había enterado que una tal Jisoo estaba enamorada de él, que si lo pensaba bien, ese era el mismo nombre de la bibliotecaria de su escuela en dos mil diecinueve, y de sólo pensarlo se le hizo demasiado incómodo siquiera verla.

Por otro lado, hacía unas semanas atras había aprendido una lección de vida muy importante: Revelar que eres gay puede causar que te den una gran paliza. Uno de sus compañeros de clase-del otro Taehyung, en realidad- lo habían descubierto viendo demasiado a un tipo luego de la hora de educación física. De tanto ojearlo se le había escapado un cumplido, el cumplido hizo que se sonrojara y por lo cual, quedara al descubierto. Al día siguiente de eso, él chico era más moratones que persona.

Así que lo tenía bastante en claro. Sólo tenía que fingir ser hetero a pesar de no serlo realmente. Era fácil, ¿no? Lo hizo delante su familia varios años, un montón de extraños no haría la gran diferencia.