H Y E O K S A N | | Estamos muertos.

U N O

Su-hyeok.

El día escolar daba inicio, otro día más de escuela y de aburrimiento que a mi parecer es una tortura. Todos mis compañeros se acomodaron en sus lugares y guardaron silencio al momento en que la profesora de la primer clase entró al salón, ella nos saludo y acomodo sus cosas en el escritorio.

La profesora nos hizo pasar de manera ordenada por filas a dejar nuestros celulares en una caja con compartimentos que se encuentra en el escritorio.

Intentos de murmullos para nada discretos rompen con el silencio del salón, algunos compañeros dicen tener aún sus celulares, pero lamentablemente no dura mucho ya que la profesora ha escuchado todo y ellos han fracasado en su intento de permanecer con su dispositivo móvil.

El instituto tiene muchas reglas que los alumnos debemos cumplir, pero que igualmente a veces no las seguimos porque se nos hacen absurdas. Aunque por así decirlo la más importante es entregar los celulares antes de comenzar las clases, para poder evitar problemas y al finalizar el horario nos lo devuelven.

Una vez la profesora ha ido a dejar la caja con los celulares a la sala de profesores ella inicia con su clase, el tema de hoy al parecer es acerca de los prejuicios.

Gyeong-su ha estado actuando de forma extraña en estos últimos días, me hace preguntas raras acerca de mis gustos, como sería mi pareja ideal y cosas así. Inicio a partir del día en que le dije que me consideraba bisexual.

No se, pero tengo la ligera sospecha de que le gustó y por eso actúa de esa forma y me hace ese tipo de preguntas, aunque también probablemente a alguno de sus amigos le gustó y él solamente me trata de sacar información para ayudarlo a conquistarme.

Si tan solo supieran que mi corazón le pertenece a otra persona que para mí es inalcanzable.

—Veamos que dice el sin calcetines. De pie, por favor —la voz de la profesora diciendo mi nombre me saca de mis pensamientos, me pone alerta y de inmediato me pongo de pie. Mis compañeros me miran y yo simplemente estoy confundido, ¿acaso hice algo malo?—. ¿Por qué te dicen "sin calcetines"?

—Yo puedo responder eso —dice Joon-yeong alzando su mano, es un chico de mi grupo de amigos, todos dirigen su mirada hacia él—. Básicamente es para explicar su comportamiento, sin calcetines.

—También porque detesta los calcetines y nunca se los pone —menciona Dae-su y lleva dos de sus dedos de la mano derecha a su nariz, algunos lo están mirando—. Y por esa razón le apestan los pies.

Todos en el salón ríen, me siento incómodo y solo sonrió forzado.

—Okey, sin calcetines, ¿tú qué opinas sobre lo que dijo Nam-ra? —me cuestiona y se recarga en el escritorio con sus manos.

Es una situación difícil para mí, varios de mis compañeros y la profesora me observan esperando una respuesta de mi parte y eso me hace sentir bastante nervioso.

—Hum... bueno... yo... —trato de formular alguna respuesta improvisada. Escucho murmullos diciendo que no tengo ni la más mínima idea de lo que voy decir y que no podré contestar bien. Miro hacia todas las direcciones buscando alguna respuesta y respondo con lo primero que se me viene a la mente—. Creo que tiene mucha razón.

Muy bien hecho Su-hyeok, has quedado como un verdadero estúpido delante de todos tus compañeros y todo por no haber puesto atención a la clase; me regaño a mi mismo.

—Exactamente, ¿en qué parte piensas que tiene mucha razón? —cuestiona y escucho algunas risas.

¡Mierda! ¿Por qué la vida de un estudiante tiene que ser tan difícil? Algo bueno se me tiene que ocurrir para no seguir quedando como un estúpido que no pone atención a las clases y que de pura suerte tiene buenas calificaciones.