Warrior + Vampire.

Capítulo X.

Apacible Son Goku se encontraba jugueteando sobre su pupitre con algunos lápices y borrados, dibujando quién sabe qué en su cuaderno.

Eso normalmente no sería problema sino fuera que se encontraba en medio de las clases, durante una explicación y un mal día del profesor.

-¡Son! ¿Qué andas escribiendo allí con tanto ánimo? -preguntó el sensei molesto acercándose a gran velocidad a Goku.

Este mismo era un hombre grande, musculoso que vestía una camiseta blanca y pantalones azules. Su rostro bien afeitado con cabello negro peinado hacia atrás cargando con él una larga regla.

-¿Huh? Lo que ellos hacen -respondió con tranquilidad el pequeño para nada intimidado.

Moka trató de ayudarlo, nerviosa por la molestia que denotaba el maestro de química, pero ya era tarde.

Lo supo muy bien porque desde su lugar, al lado de Goku, pudo ver que para nada eran las notas correspondientes, sino unos extraños garabatos.

-¡Esta no es la información que está escrita en el pizarrón! ¿Qué diablos son esos extraños dibujos? -preguntó con una vena palpitante aquel maestro.

Los compañeros de Goku comenzaron a murmurar entre ellos, algunos riendo por lo tonto del joven y otros sintiendo pena, pues era de conocimiento general que este maestro era bastante explosivo con sus alumnos.

-¿Quieres saber quienes son? -preguntó Goku sonriente tomando entre sus manos su cuaderno- Pues este es mi maestro y este es mi amigo el día en que fuimos al torneo de artes marciales -explicó Goku levantando su cuaderno enseñado su arte alegremente.

Contrario de tranquilizar a su maestro, lo molestó mucho más.

-Goku -murmuró preocupada la bella vampira de cabellos rosas no pudiendo hacer nada para ayudar a su amigo.

-¡Fuera del salón! ¡Recapacita sobre tus actos! -exclamó con mucha molestia confundiendo a Goku- "Esto te enseñara a que prestes atención a mis clases, ahora no podrás tener los valiosos datos de este repaso" -pensó en maestro cerrando sus ojos.

Quizá de esta forma su alumno aprenda, no es que lo hiciera con malas intenciones, es solo para que aprenda a no ser tan distraído.

-¡Heh! ¿En serio puedo irme? ¿Así sin más? ¡Qué suerte! ¡Usted sí es un buen maestro aunque no enseñe artes marciales! -exclamó Goku con una gran sonrisa comenzando a caminar hacia la puerta tras haber guardado sus cosas dentro de su mesa como se lo había enseñado Moka.

"¿Eh?"

Fue lo único que todos, incluido el maestro pudieron expresar pálidos.

-"¿A dónde iras Goku? Sería malo si se llegase a encontrar con alguien peligroso allá afuera" -pensó Moka bastante preocupada, pero debía anotar todo lo que podía para el exámen que se acerca y así ayudar a Goku pues presentía que lo iba a necesitar.

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El pequeño saiyan bajaba tranquilo unas escaleras algo pensativo.

-"Ese lugar para beber agua que me mostró Kurumu debe estar por aquí" -se dijo recordando las indicaciones se su amiga de pelos celestes caminando hasta salir en el campus de aquella institución.

-¡Ahí está! -exclamó viendo los bebederos en un costado de la academia comenzando a correr- Jeje, después iré a entrenar o a buscar comida en aquel bosque -habló emocionado sin esperarse lo que le pasaría durante su andanza.

El pequeño se tropezó abruptamente por un hilo transparente que se encontraba tensado en el suelo, justo a un par de metros del bebedero el cual era una construcción donde habían 5 canillas y en la parte inferior que estaba en el suelo caían los residuos que debían irse por unos tubos incrustados en la base.