AU-LAWLU "Nuestro lugar favorito"

Primer sonrisa.

Nadie mejor que un médico, para saber cuánto daño provocan los cigarros a tus pulmones, a pesar de ello, Law el más joven de su generación en titularse médico con el mejor promedio de su clase, un prodigio para su corta edad, siendo totalmente consciente inhalo profundamente aquel relajante veneno.

Normalmente no lo haría, sin embargo, el día tan abrumador no le había dejado otra opción, después de haber pasado 8 horas de su día en una cirugía para extraer un apéndice, se suponía que era un procedimiento abierto, rutinario, sencillo para alguien con su habilidad e intelecto, sin embargo, antes de comenzar la cirugía el apéndice había reventado, no sabía con certeza la cantidad de bacterias que estaban en la cavidad abdominal, por lo que la extracción tardo un tiempo ridículamente prolongado; estaba molesto, la vida siempre se las arregla para que sus pequeños planes se vean afectados.

La realidad es que lo habían botado de nuevo, hoy precisamente era su última oportunidad de verse con su novia y arreglar problemas por su falta de tiempo, y a los ojos de la chica, de interés también, Bonny era linda, con su cabello rosado, incluso su estilo rudo la hacía parecer más sensual que la mayoría de las chicas d su edad, ciertamente ella no podría entenderlo, ya que parecía una chica egoísta, ¿cómo podría seguirla soportando, si exigía una cantidad ridícula de su valioso tiempo? "Mi tiempo son vidas" replicó al aire el chico de piel morena. Ciertamente quizás era lo mejor, dejar que ella se fuera y consiguiera a alguien más, que pudiera estar disponible para ella cuando lo quisiera.
Recargado sobre el oscuro barandal de su departamento terminaba su anodino trocito de daño pulmonar, ese era el mejor lugar para vagar por sus pensamientos y preocupaciones, solo ese barandal sabe cuantas respuestas a casos médicos había encontrado posando sus brazos sobre él y mirando hacia el infinito; su edificio era lo suficientemente exclusivo para que nunca se hubiera topado con sus vecinos, incluso era tan tranquilo que no llegaban sonidos del departamento de abajo a interrumpir su conversación consigo mismo, era una cómoda soledad, claro que su tío le había obsequiado ese departamento cuando se graduó, y a pesar de no tener una buena relación con él, con tal de poder dejar esa maldita casa que tantos amargos recuerdos le traía, estaba dispuesto a hacer lo que sea, incluso, aceptar un regalo del hombre que más odiaba en el mundo, siempre que significara que no iba a tener que verlo más, además, estamos hablando de uno de los mejores edificios de la cuidad, y en el último piso, no podía negar que era una buena oportunidad.

Pronto esa preciada paz se vio interrumpida por el sonido de... ¿muebles? A diferencia de los edificios de calidad como el suyo, en los edificios viejos, los pisos más altos no son los más costosos, y tampoco los más usados, ya que es un problema por cuestiones de energía y agua, precisamente por esa razón es que a pesar de que había un destartalado edificio justo al lado del suyo, separado por apenas unos metros, jamás había tenido vecinos, y podía disfrutar de bastante privacidad, pero sobre todo de soledad.

Ahora estaba definitivamente molesto, este no era absolutamente su día, no solo el trabajo, no solo Bonny, ahora también estaba a punto de perder su tan preciado espacio preferido, y lo peor de todo, no tenía idea de qué clase de personas podrían estar mudándose a tan deplorable lugar, podrían ser incluso ladrones, ya no podría dejar la ventana abierta por las noches, menos los días que sus guardias eran hasta el día siguiente, esas personas podrían no tener escrúpulos, podrían incluso lastimar a su pequeño cachorro Bepo.
Parecía ser que los problemas jamás se terminan para el joven Dr. Law, mientras se lamentaba en su mente e imaginaba escenarios desastrosos donde las personas de al lado eran cualquier tipo extremo de psicópatas, se abrió abruptamente el ventanal que daba al balcón vecino, y junto con el golpe una enorme nuve de polvo se disparó y contaminó su ya de porsí viciado aire, pero el polvo no era todo, al disiparse un poco podía ver una delgada silueta que no se parecía en nada a lo que él había imaginado, lo que salió entre el polvo no era un matón, parecía más bien un simple joven, con cabello oscuro ligeramente largo, una amplia sonrisa que resplandecía en medio de todo ese desastre, traía puesta una camiseta roja sin mangas y un short negro que parecían bastante viejos, además se veían completamente llenos de polvo, incluso tenía algunas manchas de pintura, atónito Law siguió mirando al extraño joven, que no parecía decepcionado en absoluto por las condiciones del lugar en el que se encontraba, tras la inspección, Law notó una cicatriz debajo de su ojo izquierdo, parecía una cicatriz de bastantes años, quizás no fue atendida con el suficiente cuidado y por ello era tan notoria, estaba comenzando a divagar en esos instantes, pero volvió a la realidad cuando escuchó al chico gritar mientras levantaba ambos brazos "Wooaaa, qué gran vista, definitivamente éste será mi lugar de ahora en adelante, shishishishi" continuaba riendo hasta que la voz de otro hombre lo interrumpió diciendo
"Hey Luffy, deja de jugar y ayúdame aquí, y tú Sabo, muévete con esas cajas, tenemos que dejar todo antes de ir a trabajar".
El chico del balcón corrió hacia adentro y entre risas pronunció un "Ya voy, Ace, shishishi".

Law estaba atónito, mientras él practicanente anotaba en su cabeza cada de talle de su nuevo vecino, él ni siquiera había notado su presencia,
"¿Luffy... Sabo... y Ace?" Dijo para sí el desconcertado médico, "Espero que solo sean ellos, porque esto podría tornarse muy ruidoso".

Terminó su autoconversación mientras pasaba sus manos entre su cabello, mientras que deseaba que esos inquilinos no pudieran alterar su preciosa rutina.

**Las imágenes presentes son obtenidas de Twitter y Pinterest, desconozco a lxs autorxs, pero agradezco su hermoso trabajo, espero no ofender y no me atribuyo créditos**