Un pequeño niño rubio de 2 años caminaba solo cerca de donde vivía, su madre era una prostituta y lo abandonó en el burdel donde está trabajaba, la mujer se fue para ya nunca volver.
El pequeño se acercó a un callejón para volver a su casa, pero a lo lejos vio la silueta de un hombre dejando algo en un contenedor de basura, el hombre misterioso se fue corriendo dándole la espalda al niño. Este se acercó al contenedor de basura curioso y a torpes pasos se asomó, y vio. Se encontró con la sorpresa que había un bebé recién nacido. El pequeño se fue del callejón en busca del adulto que lo estaba cuidado, el dueño del burdel, el señor Masaway.
– ¿Qué sucede ahora, Ken? – Preguntó el padre adoptivo del pequeño
El niño solo se acerco al mayor, y comenzó a jalar de la camisa de este para que lo siguiera al callejón. El mayor se levantó de su asiento dejándose guiar por el pequeño Ken.
El pequeño lo llevó al callejón y señaló el contenedor de basura, Masaway apagó su cigarrillo pisandolo y camino al contenedor, encontrándose con la misma sorpresa de que había un bebé, este sin pensarlo dos veces la cargó en sus brazos.
– ¿Quién en su sano juicio abandona a un bebé en un basurero? – Arrullo al pequeño bebé – Eres un recién nacido... que horrible forma de llegar a este malvado mundo... ¿mh? – Masaway toco el pecho de la pequeña encontrándose con un collar, el cual tenía el nombre grabado del bebé - ¿Reiyan?
– ¡Reiyan! – Repitió el pequeño Ken
Masaway se sento en el piso apoyando su espalda en la pared pensando que hacer con otro niño, ya tener uno era difícil, y dos iba a ser muy complicado.
– No puedo llevarte a un orfanato, me sentiría culpable dejándote ahí, suelen maltratar mucho a los niños... - Dijo Masaway mirando al bebe mientras este dormía
– ¡Yo cuida! – Grito Ken
– ¿Tu lo cuidaras?
– ¡SI!
– Jajajaja, bueno, eso me ayudara un poco – Masaway se levantó – Volvamos al local, Ken
Ambos se marcharon del lugar llevandose al bebe con ellos, con el pasar del día se dieron cuenta que era una niña.
– La pequeña Reiyan es tan adorable – Hablo una de las mujeres que trabajaba
– ¡Hemana! – Grito Ken
– Jajaja, si pequeño, es tu pequeña hermana – Hablo la misma mujer, esta estaba a cargo de cuidar a los dos pequeños ese día. – Que tal si le ponemos... ¿Reiyan Ryuguji?
– ¡Si!
– Hecho, desde ahora Ken Ryuguji y Reiyan Ryuguji son hermanos.
Llegó la noche, y la bebé dormía en una pequeña cuna improvisada, Ken la tomo en sus brazos y la llevó a su cama para dormir con ella y protegerla, el pequeño solo tenía una misión en su cabeza, y era que no dejaría que nadie le hiciera daño a su pequeña hermanita.
8 AÑOS DESPUÉS
Los hermanos Ryuguji realizaban trabajos de entregas a domicilio de pequeñas tiendas que había en los alrededores para poder tener dinero extra en caso de emergencias.
Ken Ryuguji tenía 10 años, y su hermana Reiyan tenía 8. Ken además de trabajar en los repartos, peleaba con los niños de su escuela para robarles su dinero y así comprar medicamentos para su hermana, esta solía enfermarse más seguido en épocas de invierno. Ken no le importaba con quien peleara, si fuera mayor o menor que él, siempre conseguía una victoria, en cambio, su hermana Reiyan solo observaba desde lejos, Ken no permitiría que alguien tocara a su hermana o la dañara.
Reiyan sabe que no es hermana de sangre de Ken, pero sabe la historia de que fue salvada por este, siempre estará agradecida de cómo su hermano la protege de los chicos malos de su escuela.
Ambos eran conocidos como "Los hermanos Ryuguji" y además eran temidos por lo menores. Reiyan no era de pelear y solo se dedicaba a observar, cosa que le ayudó para saber los puntos débiles de muchos niños, esto ayuda también a su hermano a la hora de pelear con alguien mas grande que el, dandoles una victoria segura.
– Hermano, tengo hambre – Reiyan jalo un poco de la polera de su hermano para que la escuchara
– Iremos por el desayuno en unos minutos, dejame reunir un poco más de dinero – Respondió Ken sin mirar a su hermana
– ¡Eres malo Ken! – Le gritó Reiyan - ¡Ya tenemos suficiente, tengo hambre! – Esta comenzó a llorar, no había comido nada del día anterior
– Esta bien, esta bien – Ken limpio las lágrimas de su hermanita – Vamos – Tomo su mano y la llevó a comprar su desayuno
Ambos hermanos comenzaron a caminar, pero no contaban de que 2 chicos mayores les detuvieron el paso.
– Vaya, vaya... pero que tenemos aquí... pero si son los hermanos Ryuguji – Uno de los chicos se puso frente de los hermanos
– Pero mira que linda niña ¿cuanto daran por ella? – El otro chico no le quitaba la mirada a Reiyan. La pequeña se escondió detrás de su hermano.
– Si le tocan un pelo a mi hermana, dense por muertos - Dijo Ken firme apretando los puños
– ¡Eso lo veremos Ken! – Grito el mayor
– Hermano, Derecha, costilla centrada – Dijo Reiyan susurrandole a su hermano
Ken sin pensarlo dos veces obedeció a las indicaciones de su hermana, este lanzo un golpe en la zona indicada por su hermana, haciendo que el chico gritara del dolor. Le dieron en su punto debil.
– ¿Q-que? – Comenzó a temblar su compañero
– Hermano... Izquierda, cintura... - Susurro Reiyan
Ken golpeó al otro en la zona dicha por su hermana, ambos se encontraban en el piso gritando de dolor. Ese era el temible dúo de hermanos, uno que golpea y la otra analizaba, eran imparables.
– ¡Esa es la fuerza de los hermanos Ryuguji! ¡Que no se les olvide! – Grito Ken intimidando a los chicos, estos como pudieron corrieron de ahí. - ¿Aún tienes hambre, Reiyan?
– ¡Si! – Tomó la mano de su hermano y fueron a comprar el desayuno.
Y así era la vida de ambos hermanos.
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Espero que les guste mi nueva historia y la disfruten🧡
Próximo episodio: El niño de las cicatrices
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Fanfiction[PRECUELA DE 🔥𝔈𝔩 𝔉𝔢𝔫𝔦𝔵 𝔇𝔢 𝔅𝔬𝔫𝔱𝔢𝔫 🔥] Esta historia contará los inicios de Reiyan Sawada, antes de su llegada a la pandilla Kanto Manji, conoceremos su pasado, sus amistades y entre otras cosas. - Los personajes no son míos, pertenece...