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Sicheng había intentado sentarse junto a  Jaehyun una vez que lo vio entrar al salón, y preguntarle con emoción qué había pasado con Doyoung, pero Jaehyun lo había ignorado, al igual que a todos, ni siquiera había prestado atención a la clase, y había evitado también participar en las actividades de Doyoung, incluso mirarlo.

"Es simplemente un niño, cómo podría, ni siquiera debería estar pensando más en eso..." Doyoung había estado mirándolo disimuladamente todo el tiempo, si antes se le complicaba integrarlo, ahora probablemente le resultaría aún más complicado hacerlo. Fue extraño incluso hasta en el receso, puesto que fue el primero en salir del aula, cuando siempre era el único en no hacerlo.

—Jaehyunie — Sicheng lo había alcanzado hasta la banca en la que habían estado sentados temprano antes de entrar a clases, Jaehyun lo miró, y la sonrisa del niño pronto fue descendiendo — ¿qué pasó? — Sicheng no necesitó una respuesta para sentarse a su lado y tomarlo de la mano, porque podía ver en la expresión triste de su amigo la respuesta.

—Te dije que era algo extraño, yo sabía que no iba a funcionar... — Jaehyun apartó su mano de la de Sicheng, cruzando sus brazos frente a su pecho. Tenía una amarga sensación en su interior, sentía que había perdido la oportunidad de tener a alguien nuevo en su vida de la misma forma importante en la que sólo Sicheng está.

— ¿Hyung dijo que no?... — Sicheng bajó su rostro y frunció sus labios, sintiéndose también triste porque después de todo había sido su idea y Jaehyun podría estar molesto con él por ello —perdón... yo creí que funcionaría.

—Pues no lo hizo — Jaehyun recargó sus manos en la orilla de la banca, observando el suelo y meciendo sus piernas —ahora seguramente no querrá hablarme, y pensara que soy un niño muy tonto... — Jaehyun cubrió su rostro con sus manos, soltó también un suspiro. Estaba muy avergonzado, porque sentía que solamente había quedado como un tonto frente a su hyung, que incluso había arruinado la pequeña amistad que había conseguido surgir.

—No, Jaehyunie, Doyoung hyung no pensaría eso de ti jamás — Sicheng intentó consolar a Jaehyun con sus palabras, porque estaba seguro de que su hyung no pensaría algo así de Jaehyun.

—De igual forma quedé como un tonto... — Jaehyun insistió, mirando hacia otro lado, era cierto que estaba un poco molesto, y no precisamente con Sicheng sino con él mismo, pero también estaba triste, porque había sido rechazado por Doyoung, quién había sido la única persona que se había detenido a intentar tratarlo sin prejuicios. No podía dejare de pensar que sí era un tonto.

—No, Jaehyunie... — Sicheng se sentía mal ante la molestia y la tristeza de su amigo, sentía que era su deber hacerlo sentir mejor y sobre todo consolarlo; tratándose de Jaehyun sentía que cualquier cosa por su bienestar era su deber, tenía un sentido de protección arraigado para Jaehyun, más allá de su amistad, procurando su seguridad en todo. Sicheng era tan noble, y aún más si se trataba de Jaehyun —tu no eres un tonto, eres muy inteligente y ya sé que estás triste porque te gusta Doyoung hyung, pero no quiero que estés así...

Sicheng buscó la mirada de Jaehyun, le sonreía suavemente, intentando con afán robarle también una sonrisa u obtener algún gesto amable que le dijera que estaba haciendo las cosas bien. No entendía porque su hyung no había aceptado ser novio de Jaehyun, él hubiese aceptado, porque creía que Jaehyun era muy diferente a los demás, muy especial, y ya con eso se sentía orgulloso de ser su único amigo, así que no podía evitar sentirse mal.

—Niños... — Doyoung había estado observando al par de niños desde lejos, porque en su mente no había dejado de pensar en lo sucedido, tampoco le gustaba el hecho de ver a Jaehyun de esa forma por su causa, después de todo era un niño, y aunque no cambiaría de opinión en su decisión, podía por lo menos arreglar un poco la situación.

CRECER ━ JAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora