𝘗𝘳𝘰𝘭𝘰𝘨𝘰.

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Las palabras de su padre habían herido su corazón y confundido su mente. Tras la difícil infancia pasada con su madre, el señor Han era el único lo que le quedaba. Mentiría si dijera que le daba igual las veces que le obligó a adaptarse a una nueva mujer pero tampoco negaría la verdad si dijera que soportó todo eso por amor a él.

Lo que su progenitor le había hecho, rompió un corazón a modo de lo que sus ojos grises vieron como una puñalada traicionera. Le había dado tres meses para encontrar una prometida y casarse con ella o se la daría él, cualquier tipo de negación conllevaría a Jumin a perder una de las cosas por las que más luchó, la compañía.

Pasaron semanas y Jumin cada vez se notaba aún más distante que normalmente, entregándose plenamente a su trabajo a modo de buscar una distracción. Por lo que podemos decir que el único momento en el que llegó a salir fue por la fiesta de recaudación hecha por San Valentín gracias a la novia de Jaehee.

Las multitudes le aburrían al igual que los temas tan superficiales que tocaban. Llegado el momento se decidió por dirigirse a uno de los balcones a tomar algo de aire fresco y poder mirar el cielo para poder sentirse como el "main character" que era.

Debajo de aquel cielo azul marino decorado con miles de estrellas y una luna llena, los ojos grises del heredero se llenaron con la joven que se ubicaba cara a la barandilla, dándole la espalda y recitando unas palabras llenas de pasión.

—Lo sé. Pero siento que las mujeres tienen mente y tienen alma, no solamente corazón, y tienen ambición y tienen talento, no solamente belleza y estoy harta de escuchar que digan que la mujer solo sirve para el amor. ¡Estoy harta! Pero estoy tan sola... —Fueron las palabras que salían de la propietaria de aquella voz llena de sentimientos en cada sílaba.

Sin darse cuenta Jumin se quedó hipnotizado ante la apasionada voz de Evelyn. Cuando esta última se dio la vuelta, él pudo observar lo esperado, un guión en sus manos.

—¿Te ha gustado? —Cuestionó con una notable esperanza no solo en los océanos de sus ojos sino que también en su tono y hasta lenguaje corporal.

La de cabellos rubios se acercó a Jumin sin darse cuenta, estaba en su naturaleza lo cercana que llegaba a ser hasta con un desconocido.

Por un minuto el no habló, se quedó hipnotizado ante los brillantes ojos de su contraria y ella esperó paciente con esperanza.

—¡Evelyn! —Gritó Zen tras una larga búsqueda de la joven hasta llegar al balcón. —Deja al ricachón ahí, tengo un productor de cine que podría interesarse por ti, princesa.

—Oh, voy. —Se decidió para sacudir su mano a modo de despedida ante Jumin.

...

—Jumin, yo... No estoy segura, tengo que mantener cierta privacidad con los invitados. —Respondió desde la otra línea MC.

—Tienes dos opciones, dármelo o que Jaehee se entere de tu colección secreta de fotos suyas secretas.

—¡No! —Gritó la joven. —Está bien, te lo pasaré pero... ¿Puedo saber para que lo quieres?

—No. —Respondió seco. —Que tengas una linda tarde y gracias, MC. —Dijo para colgar.

Cuantas más personas creyeran que lo que planeaba hacer con Evelyn era verdad, mejor. No podía permitirse que nadie supiera un dato que podría hacerle perder todo por lo que ha luchado.

𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐃𝐀𝐓𝐈𝐍𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora