Bon voyage

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Desperté con un dolor de cabeza insoportable y el grito que Caroline echó desde la cocina fue motivo suficiente para levantarme corriendo de la cama.

La familia estaba reunida en el comedor, Daniel y Lissa sentados en la mesa, mientras que Caroline miraba con sorpresa la pantalla de la laptop. 

—¿Qué pasa? Escuché gritos.

—¡Nos vamos a Asia el viernes! —Gritó mi hermana moviendo las manos con exageración.

—¿Cómo? —pregunté sin entender muy bien la situación.

—¿Recuerdas a Maritza? La de mi clase de repostería —habló Lissa esta vez—. Nos había propuesto ir con ella y su familia al sur de Asia y me acaba de llamar para confirmar nuestros lugares, nos vamos en tres días.

—¡¿Tres días?! ¿Pero cómo, porqué tan repentinamente?

—Creí que ya lo habías discutido con las chicas —dijo Dani mirando a Lissa confundido.

—Sí lo hice, hablamos sobre eso en la cena hace un par de semanas. Incluso Cameron pensó que era una buena idea.

—¿Cameron cenó con ustedes? —Sentí su mirada de papá oso protector sobre mí, yo solo me senté a comer tratando de ignorarlo.

—Sí y es un chico muy educado y un buen amigo de tu hija, así que no empieces.

—Bueno ya, basta de Cam. ¿Porqué en tres días? ¿Cuántos tiempo nos vamos?

—Un mes, tal vez un poco más. —Casi me trago el tenedor con lo que Lis acababa de decir. La miré con los ojos abiertos y ella prosiguió a explicar—. Recorreremos muchos lugares, nos tomara mucho tiempo viajar de pueblo en pueblo, además ayudaremos a construir casas en varios de ellos, te aseguro que el mes se pasará como una semana. A Caroline le encanta la idea, ¿cierto, Caroline?

—Ah claro, me fascina, siempre y cuando el hijo guapo de Maritza esté ahí.

—¿Hijos guapos? —Preguntó Dan mirando a Caroline de la misma manera que me miró minutos atrás.

—Vamos Daniel, madura. Soy prácticamente una adulta, y Kendall una adolescente responsable, deberías de dejar el papel de padre celoso, es muy siglo XX. —Se defendió Caroline dejando a nuestro padre sin palabras, él simplemente asintió y siguió comiendo su desayuno.

Touché.

Después del desayuno y una larga charla con Lissa donde nos explicó los detalles del viaje, aunque lo único que escuchaba en mi cabeza era: Jace, Jace, Jace, Jace, Jace.

Me voy a Asia por más de un mes y sin Jace.

Intenté llamarlo, esperaba que nuestra pelea hubiera sido una de esas peleas insignificantes sin sentido, pero al ver que no atendió mi celular por cuatro días seguidos, era más que obvio que las cosas no iban bien.

¿Acaso hice algo mal? ¿Fue mala idea reclamarle por lo que hizo? Porque ya no entiendo quién está siendo el dramático aquí.

—Jace, llámame por favor, es importante —dejé una nota de voz. Solté el teléfono ya un poco cansada por la situación, llevaba todos estos días haciendo mi maleta y preocupándome por el rubio que hasta se me había olvidado despedirme de mis amigas, por suerte Brec y Riele, se habían ofrecido a venir a ayudar, las demás me desearon lo mejor para mí viaje.

—Yo digo que es mejor si vas a su casa —sugirió Brec mientras doblaba una blusa.

—¿Y que así me pueda ghostear en persona y dejarme afuera como perro de la calle? No gracias.

—Vamooooos, yo te puedo llevar si quieres.

—No es una buena idea —interrumpió Riele—, salió de la ciudad, algo así como una salida en familia, lo ví en el Instagram de su hermana Glory.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2023 ⏰

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