Only You

Noche de chicas... de nuevo

—¿Como yo?

—Sí, alguien que me entienda.

...Oh.

—O que me escuche sin que necesariamente que conozca.

Ah.

—Sabes, prácticamente hemos hablado como tres veces, no se nada de tí, ya dí la verdad.

—Agh, okay, ningún amigo está en su casa. Llamé a todos y nadie atiende, y dije, bueno, mis amigos no me quieren y por lo tanto no puedo ir con ellos y pensé, uh, qué tal alguien que no conozco del todo, así que aquí estoy.

—Ahora que se la verdad, puedes desahogarte, se escuchar.

—Bueno, no es mucha historia, por lo menos fue sincera.

—¿Qué te dijo exactamente?

—Dijo que tenía muchos planes para el futuro, pero que no sabía si una relación estaba en ellos. También que lo que menos quería era lastimarme más, está trabajando muy duro, y no la culpo, la verdad solo le deseo lo mejor.

—Así que se fue para seguir sus sueños.

—Pues sí, eso es lo que dije. Me dijiste que sabías escuchar, ¿Estás segura de eso?

—Se escuchar pero no entender, okay.  ¿Estás bien?

—Sí, eso creo, es duro, en serio la quiero, pero al menos ahora se lo que realmente quiere.

—Jace...

—¡Kendall! —Se escuchó la voz de Lili en la habitación

—Chicas, ¿Porqué regresaron?, creí que vendrían hasta mañana

—Creiste mal querida —Brec puso una maleta que se veía demasiado pesada sobre la cama, seguro es su ropa

—Ahora ve a cambiarte y... ¿Porqué estás mojada? —preguntó Maeve viéndome con asco, no me sorprende ya que Maeve ama la limpieza.

—¿Porqué Jace está aquí? —ésta vez, es Riele viéndome con una sonrisa pícara.

—Vino por Daniel, será mejor que te vayas, jace.

—Pero estoy mojado y hace frío

—No es mi problema, bye, cuídate, hay toallas en el armario. —dije empujándolo fuera de la habitación

—Pero tú me moja...

No terminó de decir la oración ya que cerré la puerta.

—Ok, ahora sí, ¿Qué hacen aquí?

—Vinimos para prepararte.

—Esta noche será noche de chicas, de nuevo, tenemos mascarillas, comida, película, tratamientos, así mañana estarás radiante.

—Brec, ¿no me conoces?, No necesito eso para estar radiante.

—Bájale a tu ego.

—Calla Lili. Soy perfecta.

—Muy bien, como digas, ahora tienes que llamar a Cameron. El vestido es lindo, pero hay que saber a dónde te llevará, talvez es demasiado

—Entiendo, pero hay algo.

—¿Qué?

—Yo le dí mi teléfono, pero él no me dió el suyo, olvidé guardar su número y creo que borre la conversación.

—Kendall, Kendall, eres una tonta

—Agh, no tengo la culp...

Mi teléfono sonó

—Contesta.

—Pero es desconocido.

—¡Contesta yá! —gritaron todas al mismo tiempo.

—Ok, ya voy ¿Hola?

—¿Kendall?, Soy Cameron.

—Ah, hola Cameron

Rápidamente las chicas me miraron atentas

—¿Qué se te ofrece?

—No tonta, no le preguntes eso —dijo Jade mirándome como si estuviera loca.

—Solo quería saber cómo estabas.

—Pues estoy excelente, ¿Qué tal tú?

—Ansioso por verte —solté una pequeña risita nerviosa.

—Hablando de eso, ¿A dónde me llevarás?

—Es una sorpresa.

—Bueno, al menos dime qué debo usar, no quiero usar algo que no sea adecuado a la ocasión

—Mmm, un vestido y tacones estará bien, si estás cómoda con eso, claro.

—Uy, así que será formal.

—No. Si. Tal vez.

—Las sorpresas me causan intriga.

—Entonces espera con ansias a que sea la hora de vernos.

—Ya lo hago, tenlo por seguro

—Genual, entonces adiós, nos vemos pronto.

—Adiós.

Colgué y las chicas no dejaban de mirarme

—Oye Kend, no se si estés sorda o tengas un problema, pero deberías bajar el volumen del celular —mencionó Jade.

—¿Escucharon todo?

—Lo suficiente para saber que con verlo una vez ya lo traes loco. Eres suertuda, no cualquier chica se encuentra a Cameron Boyce o cualquier otro actor y la invita a salir, sabes. No me sorprendería que hubieran mini Kendalls y mini Camerons en la primera cita

—¡Maeve!, ¡No!

—Estoy jugando, a menos de que tú no.

—Tengo dieciete.

—En los años treinta las chicas a los dieciséis años ya eran madres, esposas y amas de casa que se dedicaban todo el día a lavar, hacer de comer, atender a su esposo e hijos pero nunca a ella. Ahora vivimos en un mundo donde puedes hacer lo que quieras, si tienes mini Camerons en la primera cita al menos no tendrás que atenderlos ya que él trabaja y tu padre es un escritor y director famoso, así que tienes la posibilidad de contratar a alguien para que haga todo ese trabajo

—Lilimar Hernández para presidenta de los Estados Unidos de América.

—Pero yo no quiero mini Camerons, y menos en la primera cita, mis hijos serán a los 28 años y serán adoptados

—¿Y el padre adoptivo quién será?

—El destino lo decidirá.

—Sera Cameron, sin duda.

—O talvez Jace

Hola macarrones, ausente, ya lo sé, creo que romperé un poco la dinámica de #viernesdelectura al menos hasta que me reincorporé y tenga los capítulos escritos para así poder actualizar a tiempo y no hacerlas esperar.
Las quiero

Xoxo, su escritora loca