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El profesor Kazutora, nombre completo: Kazutora Hanemiya. Un docente que casi rozaba los 28 años, el amor platónico de casi todas las alumnas, y por qué no, de varios alumnos también, ¿pero cómo no? Joven, endemoniadamente guapo, inteligente, cuerpo bien trabajado y esa personalidad de superioridad que hacia suspirar con tan solo una orden. Hasta las profesoras mayores se lo comían con la mirada sin ninguna vergüenza cuando caminaba por los pasillos con su maletín en mano.

Todo el alumnado conocía al profesor Kazutora como el rey erótico de todos los profesores, porque si bien había profesores jóvenes, ninguno se comparaba con él. Aunque apesar de aquella buena fama, también se le conocía por ser el docente más severo en su materia.

Chifuyu sintió como los colores se le subieron a la cabeza tras haber dicho semejante palabra. Y si ya se encontraba lo bastante acalorado, la situación no mejoro mucho cuando Hanemiya colocó una sonrisa torcida en su rostro con un semblante de lo más arrogante. El rubio nunca se había fijado en todo lo que los alumnos decían por culpa del desprecio que le tenía a aquel idiota, pero ahora que lo miraba bien...

—¿Sigue llamando papi a su padre, Matsuno?—el tono del mayor había sonado a burla.

—N-No. Es solo que... Y-Yo...— tartamudeó el pequeño rubio. Se encontraba en blanco.

—Oh ya veo... Entonces no sabía que tuviera ese fetiche, joven Matsuno— Kazutora soltó una risotada, alzando la barbilla de Chifuyu con el extremo de la regla.

El mayor miraba a su alumno desde arriba con ojos de superioridad, incluso posó su lengua en su labio superior humedeciéndolo mientras soltaba una carcajada. Chifuyu sintió su cuerpo temblar, intentaba defenderse pero las palabras se le quedaban a media lengua, incapaz de pronunciar sonido entendible.

¿Desde cuándo el arrogante de Kazutora resultaba tan tentador?. Bueno, quizás desde siempre, Takemichi se lo recordaba de manera continúa y de lo más descarada cada vez que él se quejaba de Hanemiya.

"—¿No te parece que el profesor de literatura clásica es un idiota cabrón?— se quejó Chifuyu en la hora de descanso.

—Puede ser todo lo idiota que quiera, pero a mí me pone.¿Has visto los pantalones que llevaba hoy? Dios mío, tuve que controlarme mucho cuando se le marcaron los músculos de las piernas al agacharse a recoger el borrador— hablo Takemichi para pegar después un suspiro.

Chifuyu chasqueó la lengua y lo miro con asco.

—¿Y vistes sus glúteos? A mi no me importaría que me jodiera contra la pizarra. Joder, creo que necesito ir al baño de manera urgente— concluyó Takemichi.

—¡Cállate, eres un sucio, idiota! No me lo esperaba de ti, Michi. Me decepcionas."

El rubio pudo sentir como el estómago se le revolvía por recordar aquellas conversaciones. Cabe destacar de ambos eran unos virgenes pubertos llenos de hormonas y como no, si nunca salían. Los fines de semana y días festivos iban a casa de alguno y se ponían a leer mangas, ver animes, películas, o simplemente comer y dormir, y si de milagro salian era tan solo para comprar más comida, ¿cómo iban a perder la virginidad así? Y no, la opción entre ellos no era válida. Ambos querían que su primera vez (y todas las demás) fuera recibiendo.

Chifuyu dejo de sentir el metal frío de la regla, mirando como Kazutora se alejaba y se apoyaba sobre su escritorio. El profesor se quitó el polo negro que llevaba dejando ver su camisa blanca en su plenitud para posteriormente comenzar a desabotonar uno a uno los cuatro primeros botones, despacio, tomándose todo el tiempo del mundo y mirando con descaro a Matsuno sin quitar la media sonrisa de sus labios.

Papi [Kazufuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora