10 Razones Para Odiarte (ZoRobin y LuNa)

CAPITULO XXVI

Llegamos a mi casa, empezamos hablar sobre los rumores que se inventaban en el colegio sobre nosotros

Robin: ¿Y lo del policía?

Zoro: Falso- caminamos hacia a la puerta y nos sentamos en las escaleras- Mmm ¿atropellaste a un chico?

Robin: Falso- dije divertida- ¿el pato? 

Zoro: También- dijo cabizbajo- ¿Y lo de Franky?

Robin: reí- Cierto...pero el maldito me tocó de forma extraña- me excusé

Zoro: Es justo

Robin: ¿Lo de Australia?

Zoro: Es cierto- aseguró- Yo... viví en Australia hasta los 10 

Robin: Con los pigmeos?- reímos 

Zoro: Casi- me miró- con mi tutor- reí

Robin: Estoy segura que actor porno nunca has sido- dije divertida- ¡En el colegio se pueden inventar cosas muy locas!

Zoro: Lo crees?- lo vi unos segundos y nos empezamos a reír

Robin: Dime algo cierto

Zoro: Algo cierto- asentí- Odio el vino

Robin: Nooo!- reí- ¡Por Dios! real... que nadie sepa- puso un mechón de cabello detrás de mi oreja

Zoro:  De acuerdo- me miró a los ojos - Eres dulce- me dio varios besos  en el cuello- Y sexy- me dio un beso en los labios- Y te sientes atraída por mi-  apoyó su frente en la mía

Robin: Eres bastante egocentrista, ¿no te lo había dicho?- me reí

Zoro: Yo me lo digo todos los días- bromeó- ¿Ven a la baile conmigo?- dijo entre  besos 

Robin: ¿Lo ordenas o pides?

Zoro: Por favor, ven al baile conmigo- suplicó

Robin: Suspiré - No

Zoro: No...¿por qué?

Robin: Porque no quiero!! sería estúpido que yo....- me interrumpió

Zoro: ¡Por Dios!- se quejó- Nadie espera que vayas- lo miré enojada

Robin: ¿Por qué estas presionándome?- sospeché lo peor, él no contestó- ¿qué ganas tú?

Zoro: Emm...¿Crees que necesito un motivo para estar contigo?

Robin: ¿Tú dime?

Zoro: Una terapia, eso es lo que necesitas- me dijo enojado

Robin: Fruncí el ceño- Contéstame esta pregunta...

Zoro: ¡NADA! no habrá nada más para mi, que el placer de tenerte- aseguró enojado- ¿Oíste?

había algo que me hacia dudar, no podía evitarlo, lo miré un momento, me paré y me metí a la casa, dejándolo ahí solo. 

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Narrador

Al otro día Nami y Luffy se encontraban en la biblioteca estudiando francés 

Luffy: je peux t'offrir un fruit?(puedo ofrecerte una fruta?)- preguntó, mirando el libro de la materia

Nami: Non, tu ne peux pas( no, no puedes)- contestó seria 

Luffy: Buscó en el libro otra frase- ou est le crayon de mon oncle?( Donde esta el lápiz de mi tío?)

Nami: je ne sais pas, peutre dan ton cul (No lo se,  tal vez en tu trasero)- dijo frustrada

Luffy: No ....espera no esta en el libro

Nami: Laisse-moi te poser une question Luffy, quand vas-tu demander de sortir? (Dejame hacerte una pregunta Luffy, cuando vas a invitarme a salir?)-dijo

 Cerró el libro enojada y se fue, Luffy la miró sin entender y siguió buscando en el libro

***

Saúl se encontraba haciendo ejercicio en el balcón de la casa, estiraba los brazos con una cinta de goma, Nami lo interrumpió

Nami: Papi- tímidamente dijo

Saúl: Hola hija!- saludó alegre

Nami: Hay algo que quiero hablar contigo- dijo - Habrá mañana un baile

Al oír eso, soltó la cinta que estiraba entre sus brazos, salió volando hacia la casa del vecino

Saúl: ¿Un baile? ¿Robin quiere ir?

Nami: Eemm bueno no- miró hacia otro lado

Saúl: No creas que me engañas, se que quieres que olvide las reglas por ese ufano de Trafalgar- dijo serio

Nami: ¿Qué es ufano?

Saúl: Pues un...un- pensó- Si tu hermana no va- cambio el tema- Tú no vas y eso es todo

se volteó y subió a la bicicleta estática para continuar con su ejercicio

Nami: ¿Qué no oyes? a Robin le da igual- dijo triste- A mi si me interesa

Saúl: ¿Sabes que pasa en los bailes?

Nami: ¡Si claro! se va a bailar y tal vez haya algún beso, no será la situación crítica que te imaginas

Saúl: Si claro...eso cuando menos, escucha los besos son la causa de que yo meta las manos en placentas de día y de noche

Nami: ¿Quieres por dos segundos ignorar el hecho de que estas sonante y hablar de lo que hace una niña normal de 16?- dijo enojada

Saúl: ¿Qué es normal?.. los malditos degenerados que quieren llevarte a la cama ha... todo eso- Nami rodó los ojos

Nami: Oye eso no es cierto- bajó su voz

Saúl: Escucha, yo se muy bien lo que puede pasarte...y no vas a estar cerca de ese tipo, ¡NO IMPORTA EL AUTO QUE TENGA!- Nami negó con la cabeza y se retiró- No si mi madre no nos hizo tontos- se dijo a si mismo

De repente su cinta de goma, cayó de nuevo a su balcón

Saúl: ¡Gracias Will!- le gritó a su vecino

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Gracias por leer... 😉