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Caminaba por las solitarias calles de Busan, disfrutando de lo que para él era el agradable sonido de la lluvia que cubría toda la zona y aunque más de la mitad de sus piernas estuvieran empapadas porque la sombrilla no era capaz de protegerlo por completo no se desanimó ni tampoco lo hizo disfrutar menos de su paseo.

Llevaba solo unos cuantos días en la ciudad. Había conseguido entrar a una buena universidad y su traspaso de Daegu a Busan fue necesario, terminando así en una zona un tanto alejada que era lo máximo que podía permitirse pagar por el momento, pero una vez más eso no le desanimó. Se esforzaba en pensar que su vida recién iniciaba en ese lugar, que era cuestión de tiempo para que las cosas tomaran otro rumbo y es por eso que en medio de esa lluviosa noche había decidido salir a caminar, dándose la oportunidad de conocer un poco los alrededores antes de iniciar con su vida universitaria y al mismo tiempo para descansar un poco de la mudanza.

Amaba el sonido y el olor de la lluvia, le hacia recordar cuando era solo un pequeño niño y el como esta lo arrullaba sin importar la hora que fuera, permitiendo que tuviera siestas esplendidas.

"Este lugar es hermoso."

Prestó atención a las calles frente a sus ojos, apreciando las cientos de luces que adornaban a Busan y admiró sus infraestructuras, maravillado con todo lo que veía a su paso. En Daegu vivía en una zona poco concurrida y nada similar a lo que tenía ahora frete a él, por lo que era como un turista fascinado con todo.

Miró los edificios por los que pasaba, notando como algunas construcciones eran más modernas que otras, hasta que a unos cuantos metros de él se encontró con un enorme edificio que resaltaba entre todos los demás, pero no por su belleza, sino por su estado en ruinas y las múltiples cintas que bloqueaban la entrada con un "peligro" escrito en ellas.

"Probablemente vayan a derrumbarlo, se ve en pésimas condiciones."

No pensó mucho en ello y continuó su camino, meneando su cabeza de un lado al otro al ritmo de la música que salía de sus audífonos hasta que algo ligeramente inusual llamó su atención.

La farola que estaba sobre su cabeza había empezado a parpadear, la luz que debía iluminar su camino parecía estar a punto de sufrir un apagón. 

Observó fijamente el poste durante unos  cuantos segundos, inquieto ante el repentino hecho. No era una persona miedosa, aunque realmente era un poco extraño encontrar algo a esas horas de la noche, parecía casi sacado de una mala película de terror, sin embargo nada ocurrió y tal como la luz empezó a parpadear, volvió a su estado normal, iluminando nuevamente ese pedazo de calle y la lluvia que caía suavemente.

Se alzó de hombros, restándole importancia a este hecho y decidió solo continuar su camino, pero esta vez sus ojos sin querer se desviaron hasta ese edificio abandonado, sintiendo una repentina atracción a ese lugar y sus pasos se fueron ralentizando poco a poco hasta que se detuvo en seco gracias a un repentino olor que llamó toda su atención.

"Huele como a una fragancia dulce y al mismo tiempo se mezcla con el olor de la lluvia. Es un poco confuso..."

Como si el olor lo tuviera hipnotizado caminó hasta la entrada del edificio, solo deteniéndose por las cintas de seguridad que se interponían en su camino y entrecerró un poco sus ojos, tratando de mirar que es lo que había más allá en medio de toda esa profunda oscuridad, pero le fue imposible encontrar algo, no al menos de esa manera. 

Sabía que en una situación normal algo como eso debió de ponerlo nervioso, pero había algo que por alguna razón parecía llamarlo, algo magnético que lo atraía hasta ese lugar y el olor se intensifico, calando de lleno en sus fosas nasales. Seguido a eso un pequeño sonido se hizo presente, sonido que lo alarmó y lo hizo dar un paso atrás.

Una ultima vez / YM [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora