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Ahí se encontraba el extrañamente solitario lobo en su lugar de paz, en la azotea del segundo edificio de la academia, pasando su descanso en compañía del viento y recordando un poco los hechos del día anterior, últimamente se había encontrado con Daiki bastante seguido, en su mayoría era porque el león lo buscaba o por alguna razón terminaban involucrados, al pensar en él llevó sus dedos a sus labios, había sido solamente durante unos momentos pero sus bocas definitivamente se habían tocado en la caída del día anterior, normalmente no le daría mucha importancia pero por alguna razón no podía olvidarse de ello tan fácil.

Se había ido inmediatamente luego de eso y no se volvieron a encontrar desde entonces por lo que no conversaron y no pudo saber porqué estaba el león en ese lugar, seguramente el rubio había encontrado una nueva forma de molestar o simplemente le había ganado el aburrimiento.

Escuchó un leve crujido acompañado de un canto de ave, miró en dirección de dónde provenía el ruido y vio que en uno de los árboles al lado de la puerta principal se encontraba un pajarito cantando hasta que llegó otro más y entonces ambos elevaron el vuelo juntos.

Su mente se quedó en blanco por unos momentos hasta que su alarma en el celular le recordó que el descanso estaba por terminar, un poco molesto se levantó del cómodo suelo y se dirigió a su clase.

[...]

En estos momentos Akihiko se encontraba saliendo de su penúltima clase del día y no porque esta finalizara, más bien porque le dieron ganas de ir al baño...o eso le dijo a la profesora, los temas eran aburridos y quería tomarse un pequeño descanso, además, no le podían negar una ida al baño a un estudiante como él, en veces le era divertido pensar de esa forma.

Caminó un poco por los pasillos sin prisa y ya había pasado los baños más cercanos a su aula, de todas formas no tenía verdadera necesidad, sin embargo, decidió entrar por fin en los siguientes baños con los que se topó, ¿Por qué? Bueno pues cuando giró en la esquina del pasillo una cola de león terminó de desaparecer en el interior de los baños masculinos, no era que lo estuviese buscando o algo pero este día quería ser él quién comenzara el encuentro, y qué mejor oportunidad que esa, aunque tal vez le faltó pensar un poco en el lugar elegido...

Al entrar en los baños se encontró justo con el león al que quería ver, Daiki estaba frente a los lavamanos moviendo la cabeza de un lado a otro mientras tarareaba una canción, en cuanto observó por el reflejo del espejo los ojos del lobo se detuvo y se giró para quedar frente a frente.

- Ya te fuiste por los malos caminos y ahora no quieres ir a clase?

Dijo el león mientras se acercaba más al contrario.

- No me compares contigo.

Al igual que su compañero avanzó unos cuantos pasos acortando la distancia a una mínima.

El rubio pareció acordarse de algo y giró la cabeza nuevamente al espejo jalando también a Akihiko quedando hombro con hombro frente a sus reflejos.

El de mirada verde pareció pensar un poco antes de hablar.

- Lo sabía, soy más alto que tú solo que tus orejas son más largas.

Con expresión un poco confusa el lobo miró al verdadero Daiki y no a su reflejo.

- De qué estás hablando?

El rubio también giró su cabeza y después de unos breves momentos aplastó ambas orejas del lobo haciendo que esté se sorprendiera, sin embargo no hizo intento de alejarse.

- Ayer mi plan era medirnos, ¿Qué no sabías que normalmente el que domina es más alto? Y mira... Si apachurramos tus orejitas de esta forma yo soy más alto.

Solo rivales?... [Alfa x Alfa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora