— Señor... ¿SeokJin?. — El hombre arrugado frente a él bajó sus lentes para barrerle con sus ojos saltones. Las canas en su cejas eran exageradas y las lucía como si cada una representara sabiduría y respeto, pero lo sabía, lo único que había entre ellas era desaprobación.
— Ese mismo, mi señor. — Con sus pies cruzados y una postura perfecta, contestó fuerte y claro. Cabello perfectamente peinado y la ropa impecable, pasándose esa desaprobación por...
— ¿Está conciente de lo que está haciendo?.
Si, estos sujetos de altos mandos lo habían mandado llamar por 3ra. vez para obligarlo a cumplir su servicio militar después de atrasarlo por varios años. El estar sentado frente a ellos le traía recuerdos, uno más desagradable que el otro, aún así mantenía su espalda recta, sin titubear. Anteriormente, ya se le había explicado a lujo de detalle, el mismo año en que se supone debía irse, la razón de no asistir, de no cumplir con semejante actividad. ¿Pero que podía hacer el joven SeokJin? No era su culpa que no creyeran que la condición en la que se encontraba era real.
— ¿Y usted está consciente de mi problema?.—Atacó con otra pregunta.
— Honestamente, el hecho de que usted sea "alérgico" a los humanos es... Absurdo. — Se estaba burlando y el buen moso lo hubiera dejado pasar como muchas otras veces, pero el que haya hecho las comillas con sus dedos colmaba su paciencia.— Hemos escuchado cientos de excusas pero esta, permítame decir que es la más absurda de todas.
Para la mayoría, por no decir para todos, ser alérgico a los humanos era prácticamente imposible, impensable, una situación fantasiosa, un mero capricho.
Sí desde que naces estás condenado a tener contacto físico; ¿Cómo es siquiera posible? Sin embargo, Kim SeokJin estaba aquí para demostrar que de verdad pasaba en casos extraordinarios y raros.Cómo él.
Ciertamente podía morir si tocaba por mucho tiempo a otra persona, pero también lo era el hecho de que tenía mucho dinero y podía costearse una recidencia alejada de tipos como estos. Y aún así, lamentablemente, no era suficiente para hacer que no le volvieran a llamar.
Con su buen humor a punto de tocar límite, se quitó el saco del traje bien presentado, dejando ver sus brazos fuertes y lechosos. Dejó la silla atrás al levantarse y les vió con severidad.
No lo tomaban en serio, ninguno de ellos, pero ya no importaba, esta era la última vez que acudía a su llamado ya que no se iría sin el documento en dónde se le permitía no asistir al servicio.— Señor mío... -— Dijo con sus modales merecedores de un premio. — En vista de que ninguno aquí presente. — Los señaló y recorrió a todos con su bastón. — Cree en mi palabra... permítame mostrarles.
Con cuidado comenzó a retirar los guantes de sus manos bajo la mirada atenta de los 5 viejos decrépitos. Se acercó tranquilamente al del centro, con quién había estado hablando. Lo vió directamente y apartando un mechón que caía gentilmente por su frente, le retó con la mirada.
Aún que pasado un minuto le dió asco debido a lo arrugado que se encontraba el viejo.Al menos debería cuidar un poco su piel. Pensó SeokJin.
Sería doloroso, sí, más que de lo que puedan imaginar. Pero no había otra opción. Le hicieron llegar a este extremo y ya no había vuelta atrás.
Sin titubear acercó su mano al antebrazo del otro y de inmediato el calor le envolvió haciéndose insoportable en cuestión de segundos, le quemaba y el otro también lo sintió cuando sé quejó por el ardor en su piel. El mayor comenzó a forcejear para que le soltara, cosa que hizo por la ineficiencia del aire notoriamente en SeokJin.
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No Soy Un Robot! || PRÓXIMAMENTE
FanfictionBasado en el drama con el mismo nombre. Kim SeokJin es un hombre con una extraña alergia que le genera ronchas dolorosas en toda la piel con el simple hecho de tocar a otro humano, además, es el único patrocinador de un laboratorio a cargo de un hom...