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Jungkook se encontraba con la respiración acelerada, desde que salió del baño que se dio hace unos minutos ya su cuerpo se encontraba ardiendo, su lobo aullaba ansioso. Sabía que era la expectación por la sorpresa que le tenía su omega.

El aroma de Tae se había estado esparciendo por la casa desde hace un rato y eso no ayudaba a la paciencia del castaño, Kook rió de sí mismo por estar comportándose como un hormonal. Obviamente él tenía experiencias previas con omegas, pero jamás se había sentido como con su novio, y es que ahí fue que entendió la diferencia de estar con alguien que la misma luna creó para ti. No va a mentir diciendo que sus experiencias anteriores fueron malas, pero no le llegaban ni a la sombra de lo que su bello peliazul le hacía sentir.

Apenas escuchó el llamado del omega desde el segundo piso se levantó del sofá donde esperaba y llegó en menos de lo que debería junto a ese hombre que le robaba todos los suspiros. Y luna, puede jurar que se hubiese corrido solo con la imagen de su chico en aquel batín rojo y oliendo tan bien.

Dejo que Taehyung lo llevase a la cama donde tomó asiento en el borde haciendo caso a lo que el omega le indicó.

Mierda Jungkook estaba frenético, necesitaba tocar a su bebé, necesitaba besar esa piel exquisita.

Tae se alejo del alfa para poder modelar esa ropa increíble que escondía el batín, tanga y arneses que fueron revelados una vez la tela roja que lo cubría toco el suelo de manera elegante. La acción saco un jadeo al castaño que estaba en una batalla interna con su lobo para no pararse y empotrar en la pared a ese canela que lo estaba provocando.

--ansioso alfita?-- pregunto risueño el peliazul, mirando con coquetería al hombre que sentado frente a él apretaba las sábanas bajo sus manos esperando que fuese así que tomase sus piernas y las dejase llenas de marcas que le recuerden por días lo bien que su novio lo follaba.

-- no te haces una idea mi amor-- respondió el alfa con voz más grave de lo normal.

-- quieres tocarme?-- siguió mientras movía su cuerpo tentando a su alfa.

-- demasiado bebé, puedes venir aquí-- contesta Kook.

-- no, no alfita bello... debes esperar a que yo quiera, ahora sólo puedes mirar mi amor-- hablo el peliazul mientras se tiraba más crema aceitosa en la piel moviendo las caderas para seguir poniendo al límite al alfa --mírame amor, mírame como lo haces en casa creyendo que no lo noto-- sonrió viendo como la mirada de Jungkook se oscurecía.

El omega se estaba divirtiendo, bailaba de manera sensual bajo una melodía imaginaría que le ayudaba a seguir un ritmo que para su espectador era lo mejor que sus ojos podrían mirar en la vida. El ambiente era pesado, el aroma de ambos se combinaba en una mezcla de amor, placer y excitación.

La mirada de Jungkook tenía destellos rojos dando a entender que su lobo estaba igual de presente que él, disfrutando igual que él la obra de arte que tenía en frente.

Poco a poco Tae comenzó a acercarse, indicándole de manera silenciosa que no se moviese aún. Kook con una fuerza de voluntad que el mismo no comprendía de donde sacaba se quedó sentado ahí quietecito disfrutando del cuerpo que ahora se movía extremadamente cerca.

El omega se encontraba feliz, su hermoso novio no solo lo miraba con deseo, sus miradas que estaban en constante contacto le transmitían amor, seguridad. Y es que Tae está seguro que tiene suerte de que su alfa sea un hombre que priorizaba ante todo su comodidad y seguridad, tiene claro que no siempre es así, lo sabe porque lo vivió, lo sabe porque ese mismo alfa que ahora lo ve con devoción y acata cada orden que está dando fue quien lo ayudo a reconstruir esos trocitos que dejaron las malas experiencias previas y por la luna ama tanto a Jeon que siente ganas de llorar, aunque las contiene no siendo éste el momento adecuado para ello.

Aniversario | KookTae +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora