Capítulo 26. Solo yo

180 39 17
                                    

TinCan
Tin

Hace un buen rato, cuando Mean se fue haciendo casi su berrinche salí inmediatamente detrás de él, pero es que al llegar al pasillo, escuché la plática que tenía con Can, me sentí aún más mal, ¿Esto era de verdad mi culpa?, ¿En qué puto momento?, ¿De qué éramos culpables Two y yo?, Solo éramos culpables de estar unido a ese idiota de mierda, no más. Mean nos había quitado todo y para mí Can, fue lo más grande y nunca se lo voy a perdonar.

-- ¡AHG!

Grito fuertemente pero eso no alivia para nada mi dolor, hundo mi rostro en el cuello de mi chico bonito y no puedo evitar dejar de llorar, de lamentarme, de sentirme más que culpable y sostengo fuerte su cuerpo que siempre ha encajado con él mío.

Siento miradas en mi, me rehuso a voltear a verlas porque se que Two y Plan están ahí, sintiendo lastima. Así como mucha gente la sentía cuando yo era un niño. Me costó tanto haberlo superado que ahora volvía a ser ese niño al que todos odiaban.

-- Despierta.. -- le susurro

Pero es que todo fue tan rápido que cuando Mean se fue yo me acerqué a Can, estaba aquí, en este sillón, llorando por razones que conocía y sin decir nada me senté a su lado. Porque claro que no iba a ser como Mean. Ya no. Si él era tan poco para dejarse caer nosotros no, o al menos yo ya no. Cerré mi mente, comencé a recordar aquellas verdaderas razones que me hicieron quererlo para toda la vida y esperaba que esto ayudara un poco. Veía mi anillo en mi dedo, y Can me volteó a ver, quiso levantarse e irse pero le detuve, haciéndolo venir a mi, le abrace como hace mucho no lo hacía y le pedí perdón no sé cuántas veces.

Él no me dijo nada, se quedó inmóvil, pero no me apartó. Yo haría eso y mucho más porque se lo prometí, hace años mirándole a los ojos y la prueba era ese anillo que tenía en su dedo y yo en el mío. Así nos quedamos unos minutos, escuchando la nada, solo nuestras respiraciones. Después le hice verme, dejé un gran beso en su frente y al ver su cara cuando me separé, me negaba a creer lo que veía en su rostro.

-- Tu no me puedes dejar Can. -- negué

Solo medio sonrió.

>> No.

Le abracé de nuevo y sentí sus pocas fuerzas aferrarse a mi, por unos segundos, le dije que le amaba como a nadie, pero después, su agarre se fue. No quería verlo, le solté incrédulo y cuando vi sus ojos cerrados comencé a lamentarme tanto que Plan junto con aquel idiota llegaron al instante. Han estado ahí, desde hace no se que tanto tiempo mirandome. Escuché a Plan hacer una llamada pero no le presté atención.

-- ¿Qué... Qué pasó Tin? -- se me acerca Plan y no le volteo a ver.

-- Vete.

Dije firme y no quería soltarlo. No lo iba a dejar. Meciendole en mis brazos, le apretaba fuertemente. Aunque en instantes la puerta se abrió, no quise voltear, solo me aferré a Can y el olor a ese perfume llegó como oleada por toda la sala.

-- ¡¿Pero qué pasó?!

Escucho a Mean casi gritar y como corre. En segundos estaba frente a nosotros, tocando el cabello de Can, manotee su mano y cerré los ojos al pegarlo más a mí.

-- Déjalo Mean... -- escuché a ese otro idiota de Plan

-- Can...

Dijo entre casi un suspiro pero poco me importó.

-- ¿Qué está pasando? -- le escuché decir pero nadie le contestó -- ¿Two? ¿Qué pasa?

Levanté la vista inmediatamente, enfocando la mirada en Two para decirle que cerrara la boca, él me devolvió la vista y solo negó al ver a Mean.

Mundos Cruzados🦁🐻 [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora