𝘿É𝙅𝘼𝙈𝙀 𝘿𝙀𝘾𝙇𝙄𝙉𝘼𝙍 𝙏𝙐 𝘾𝙊𝙍𝘼𝙕Ó𝙉 (𝙏𝙤𝙧𝙧𝙚𝙨 𝙮 𝙩ú)

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟗

Al día siguiente estaba feliz , había arreglado las cosas con mi Turris y ya nada podía estropearlo.

Mientras caminada con mis tacones más altos que lo cabeza me detení al ver un cartel pegado en la pared: "Alba Calderón confirma estar embarazada del profesor de latín Torres".

Me quedé de piedra y se me heló la sangre.El no podía hacerme estoy , se ha metido con una cualquiera.

Con los ojos lloros me dirigí al baño donde me encontré a Candela fumando con su hijo.

–¿Y Chari?–le pregunté secandome las lágrimas.

–Chari , Chari...está esperando nuestro segundo hijo–contestó con una leve sonrisa.

Debió de notar mi cara porque me volvió a hablar.

–Oye , sé que estás mal , también vi los carteles.Si quieres distraerte yo sé cómo.

–¿Cómo?–pregunté intrigada.

Cuál quier cosa  que pueda distraerme de Turris, digo Torres, será más que bienvenida.

–Hoy necesito hacer un encargo , de cositas ilegales–comentó sin importancia mientras le daba tabaco a su hijo.

–¿¡Drogas!?–me sobresalté.

Yo nunca vendería drogas ni estando en mi sano juicio.

–Venga T/n, tu pareces inocente, nunca sospecharía de ti–intentó convencerme.

–No –dije con plena seguridad.

–Si lo hiciera yo se darían cuenta , parezco un...

–Puta yonki–contestó su bebé.

–Exactamente Dalasito, porfa T/N.

Nunca , nunca vendería drogas.

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Ya en el parque , lugar donde había quedado con Candela , la esperé en un banco, donde minutos después apareció.

–Toma–me entregó la mercancía y la guardé en mi mochila rosa.

–¿Donde es?

–Mar Tirreno , bloque dos número 3.

Asentí con la cabeza mientras me iba a mi siguiente objetivo.Una vez allí toqué la puerta pero nadie habría.Pero un rato después se escucha unas voces.

–¡Ya habría yo !–escuché decir.

La puerta se habrío y no me creí quién estaba frente a mi.

Torres.

Y Alba Calderón.

Alba estaba más al fondo , quizás ni se percató de mi presencia, pero tenía una barriga más grande que Santa Claus.

Joder.

Estaba embarazada.

Sin poder evitarlo caí de rodillas , sintiéndome impotente, traicionada y todo por enamorarme de un idiota.Alcé la cabeza hacia arriba y lo vi mientras las lágrimas brotaban de mis ojos.

–¿¡Que significa esto!? ¡Tu me traicionaste pensé que me amabas!–me puse de pie llorando y empecé a golpear su pecho con ira.

Me cogió de las muñecas y me apartó con una expresión seria intacta .

–Supongo que los dos somos grandes mentirosos–soltó mis muñecas y cerró la puerta.

Y ahí me sentí traicionada.