Capítulo 19.

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Harry abrió sus ojos y ya los sentía mejor. El día anterior había sido horrible haber tenido conjuntivitis, eso hacía que te ardieran los ojos y no pudieras ver bien. Se estiro buscando el cuerpo de Louis aun lado suyo y no lo encontró. Se sentó asustado en la cama mirando por toda la habitación y la puerta del baño estaba abierta. Suspiro tranquilo de que Louis aun estuviera en su casa. Se levantó sin hacer ruido y camino hasta donde se encontraba el chico de cabellos castaños.

Lo vio de espalda. Y su mandíbula casi toca el suelo.

Sus brazos, se veían fuertes. Tenía más curvas que una mujer. El pantalón negro se le ajustaba perfectamente a ese gran trasero. Llevo su vista de nuevo a sus brazos, y allí había ¿tatuajes? No, todo tenía que ser una maldita broma.

Louis que se estaba lavando la cara. Levanto la cabeza, mirando a través del espejo a Harry.

Louis tenía piercings.

El castaño maldijo a sus adentros. Tenía la esperanza de irse y que Harry no lo viera así. Se dio la vuelta encarándolo. La cara del chico era de foto, sinceramente.

–¿L-Louis? –balbuceo.

El castaño se pasó la mano por su cabello peinándolo mejor, suspiro, tendrían que tener una charla. Agarro a un Harry boquiabierto y lo dirigió a la cama de nuevo. Lo sentó en ella y luego se acomodó al frente de él.

Harry veía con total asombro los piercing en la cara del castaño. Uno en la ceja, dos en el labio inferior, un aro en la nariz. Y expansiones. ¡Louis tenía expansiones!

–¿Cómo? –fue lo primero que Harry pregunto.

–Veras, Harry –Louis comenzó.

Louis y Liam caminaban con pasos relajados por los pasillos de la universidad. Todos en la UNEXPO le tenían respeto. Eran esos chicos malos que todos querían, tanto las mujeres como los hombres.

Pero no había que meterse con ellos, jamás.

Un pobre chico nuevo se atravesó en su camino, vaciándole encima el jugo que llevaba en la mano a Louis.

–Lo s-siento –balbuceo.

El castaño abrió la boca mirándose la camiseta.

–¡Es mi camisa favorita! –grito soltándole una bofetada al chico.

El pobre se tomó el rostro con una mano. Sus ojos se aguaron y no pudo evitar que las lágrimas se le salieran.

–Oh, vamos marica, no llores –Louis bufo molesto.

Otro chico de cabello negro llego corriendo, tomando al que Louis le había pegado por los brazos y observándolo.

–¿¡Que le hiciste a Dan!? –pregunto molesto encarando a Louis.

–Tú a mí no me gritas –siseo el castaño–. El muy pendejo me tiro el jugo en la camiseta. No tengo la culpa que sea tan marica y se coloque a llorar.

El chico de nombre Dan comenzó a llorar más.

–D-Déjalo Rot –susurro nervioso.

El pelinegro furioso le dio un puñetazo en toda la mejilla derecha a Louis. Y esa fue la gota que derramo el vaso.

–¡No, Louis! –Liam grito agarrando a su amigo.

–Si no fuera sido por Liam, lo más probable es que fuera matado al chico –Louis bajo su mirada a sus manos–. Luego de eso, me cambie para la UPEL, ya no quería ser el chico malo que todos temían. Entonces me convertí en el nerd. No fue difícil, se me dan los estudios –levanto los hombros–, entonces comencé a usar ropa ancha para que no notaran mi cuerpo, camisas manga largas para que los tatuajes no se vieran. Lo más difícil fueron los piercing pero el maquillaje ayuda un poco. Y por eso me peino así, para que mi cabello tape mis orejas, para que no se note que uso expansiones.

Harry trataba de procesar toda la información. ¿El nerd era un chico malo?

Louis hizo una mueca, y se paró de allí corriendo. La resaca estaba haciendo su efecto. El rizado lo persiguió, viéndolo vomitar en el retrete.

Sin mencionar ninguna palabra, se hinco detrás de él. Sobándole la espalda. En ese instante una sonrisa se posó en sus labios, había recordado una de las clases de Zayn.

–Bueno –el pelinegro se paseó por toda la habitación–. Última clase: Gestos dulces.

Harry hizo una mueca al hacer aquello.

–¡No hagas esa cara! –Zayn lo regaño–. Las pequeñas cosas hacen la diferencia.

Y ahí estaba él. Haciendo un pequeño gesto. Acariciándole la espalda mientras él vomitaba.

–Lo siento –Louis se disculpó cuando termino de vomitar.

El rizado solo le sonrió sin despegar sus labios.

–¿Quieres desayunar?

El castaño asintió.

(...)

Se encontraban uno enfrente del otro. Harry seguía admirando al chico. Si antes le parecía hermoso, ahora mucho más. Sus tatuajes, se veían tan bien en él.

–¿Podrías dejar de mirarme? –Louis gruño molesto.

-Lo siento –Harry se sonrojo–. Es que aún no puedo asimilar todo esto. Entonces ¿Liam también es como tú?

–Si –Louis afirmo–. Pero él tiene menos cosas, solamente tres tatuajes y dos piercing.

El rizado asintió.

–¿Sabes? Ahora me gustas mucho más –comento como si nada.

Louis no soportaba que le dijeran eso. No lo soportaba.

–¡No, Styles! –siseo–. No te equivoques, no me veras más así. Yo sé que todo tu juego de que te gustaba antes de que me vieras así era pura mentira. A los nerd nadie los quiere, y lo sé, yo fui uno como tú, me metía con todo el mundo. Así que no me jodas con que te gusto.

Harry se quedó mudo. ¿Cómo se supone que tenía que responder a eso?

–¿Ves? –Louis rio sarcástico–. Te quedas sin palabras porque yo digo la verdad. Nadie quiere al nerd. Todos se dejan guiar por lo superficial, ayer cuando llegamos a la fiesta, de repente todos nos notaron ¿Por qué antes no?

El rizado se quedó callado.

-Ahí esta mi punto –concluyo Louis.

–No estoy de acuerdo –de repente hablo Harry mirándolo–. Tú a mí siempre me has gustado, mucho antes de verte así ¡Ni siquiera sabía que te podrías ver así! –levanto las manos señalándolo–. Así que no me jodas tú. Siempre me has parecido hermoso, no me importaba la ropa ancha que usas, o los lentes. Nada de eso.

¡Mentira! –Louis grito–. Cuando llegue todos se metían conmigo y con Liam. Pensaban que éramos los nerd indefensos que todos podían pisotear, Liam era el más débil de corazón, así que yo nos defendía. Lo que pasa que es que se equivocan, las personas se dejan guiar por las apariencias ¿Quién podría imaginarse que el chico nerd se puede defender? Nadie –Louis sonrió–. Y para que te quede claro, el que me veas así no cambia nada. Yo sigo siendo el nerd.

–Te demostrare que no me importa cómo te vistes –Harry hablo serio–. Me acuerdo perfectamente que una vez me dijiste que no sabía cómo conquistarte. Así que te lo demostrare.

Y se levantó furioso dejando el plato con comida encima de la mesa. 

Aprendiendo a conquistar {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora