Aprendiendo a conquistar {Larry Stylinson}

Capítulo 25.

Louis estaba nervioso. Hacia tanto tiempo que no tenía una cita formal con nadie. Siempre era solo sexo, y siempre era solo con Niall. Se colocó sus lentes y vio la hora, en cualquier momento Harry llegaría por él.

No podía sacar de su mente la expresión de Harry cuando le dijo que sí. Fue tan.... Hermoso.

El claxon de un auto sonó abajo y a Louis los nervios lo comenzaron a comer más. Bajo las escaleras y agarro sus llaves. Se despidió de su madre y salió.

Un auto negro lo esperaba. En la puerta estaba Harry. Vestido con una camisa de cuadros azul, unos pantalones negros ajustados a sus piernas, unas botas marrones tan típica de él. Sus rizos alborotados, y sus piercing, que le daban algo aún más hermoso.

Y Louis se miró él mismo. Su ropa ancha, tapando todo su cuerpo.

–Hola, precioso –Harry lo saludo con un beso en la mejilla.

–Hola, Harry –Louis se sonrojo.

El rizado como todo un caballero le abrió la puerta a Louis para que subiera.

(...)

–¿Para donde iremos? –pregunto Louis una vez que ya estaban los dos dentro del auto.

Harry que iba conduciendo, suspiro.

–Espero que no te importe –comento nervioso–. Pero iremos por unos helados.

Louis sonrió de manera tierna. Harry nervioso era aún más hermoso.

–Es perfecto.

Se pararon frente a una pequeña heladería y bajaron. Cada quien pidió el sabor de helado que quería y luego buscaron una mesa para sentarse. El ambiente era cálido y cómodo.

Ninguno de los dos hablaba, ninguno sabía como comenzar una conversación.

–Te ves bien –Louis interrumpió el silencio.

Harry rio divertido.

–Tú te ves perfecto.

Louis se sonrojo fuertemente.

–Cállate, todos nos miran raro. Un chico como tú, andando con alguien vestido como yo –Louis bajo la vista.

De pronto la idea de vestirse así le pareció absurda. Había arruinado todo.

–Hey –Harry se estiro por encima de la mesa y tomo su barbilla levantando su rostro–. Ya te dije que te ves perfecto, no me importa cómo te vistas, sigues siendo hermoso.

Entonces le sonrió. Le sonrió mostrando sus hoyuelos.

–Tienes hoyuelos –Louis comento sorprendido.

Se avergonzó por su comentario, así que llevo su helado a su boca. Harry vio que tenía una mancha en la comisura de sus labios, así que agarro una servilleta y extendió su brazo, limpiándole la cara a Louis.

–Gracias –el castaño susurro tímido.

Harry solo le guiño un ojo

Y había puesto en práctica todo lo que Zayn le había enseñado para conquistarlo.

Apodos bonitos.

Guiños.

Sonrisas.

Gestos dulces.

Solo faltaba una cosa: el beso.

(...)

Siguieron comiendo helado entre risas y animadas pláticas. Todo surgía con normalidad. Y cuando se hizo muy de noche. Harry llevo a Louis a su casa. Estaciono el auto enfrente de la casa y ambos se quedaron allí adentro.

–La pase muy bien hoy. Gracias –Louis le sonrió.

Harry se bajó rápidamente rodeando el auto y abriéndole de forma caballerosa la puerta a Louis.

Los dos estaban parados en la fría noche, bajo la luz de la luna. Mirándose a los ojos uno al otro.

Harry llevo una de sus manos y acaricio la mejilla del más bajo. Se acercó despacio a él, temiendo ser rechazado.

–¿Puedo besarte? –pregunto cuando sus narices se rozaban.

Louis asintió despacio.

Harry quito un poco de cabello de su frente. Miro esos ojos azules tan hermosos adornados de unos lentes.

Rozo sus labios, hasta que por fin lo beso. Dulce, suave, lento.