3. Y estoy en busca de algo

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–¿Jimin?

¿Qué podrá haber pasado? ¿Dije algo malo?

–Hola. Tierra llamando a Jimin. –Pronunció el castaño al ver que su amigo estaba perdido en sus pensamientos.

¿Pero por qué se molestó? Anoche cuando colgamos el teléfono estaba bien y me dijo que me quería, hoy en la mañana ni siquiera me volteó a ver.

–¡Park Jimin! –Taehyung se cansó de ser ignorado, así que decidió alzar la voz.

–Oh, Taetae. –Funcionó porque el rubio por fin salió de sus pensamientos. –¿Pasa algo?

–Eso mismo te pregunto, ¿pasó algo?

–No, ¿a qué te refieres? –Intentó disimular porque se sentía patético.

–Hoy no estás pegado a Yoongi como de costumbre, y lo acabo de ver bajar con sus amigos a comer. –Suspiró. –Honestamente luces un poco triste.

–Oh eso... yo no sé.

–Vamos, Jiminnie. Soy tu mejor amigo, puedes contarme lo que sea.

Jimin lo pensó un poco, sin darse cuenta dejó salir un pequeño sollozo, haciendo que Taehyung rápidamente se acercara a abrazarlo, lo que terminó por romperlo. El llanto se deslizaba por las coloridas mejillas del mayor, se sentía ridículo por estar llorando de esa forma, pero sabe que su mejor amigo nunca se burlaría de él o haría algún comentario al respecto.

–Yo no sé qué pasó, esta mañana cuando llegué fui directo a saludarlo y me ignoró completamente. He estado pensando y no recuerdo haber hecho nada mal, no recuerdo haber dicho algo que lo molestara, pero siento que me odia. –Para este entonces, Jimin no podía controlar el llanto, y ya ni siquiera le importaba.

–¿No mencionó nada al respecto?

–No, ni me miró.

Jimin se aferraba al cuerpo de Taehyung porque él era su lugar seguro, de pronto dejó de sentirse patético y sólo sacó su dolor.

–Mimi, ¿qué te pasó? –Un muy asustado Jungkook venía entrando al salón con Seokjin siguiéndole los pasos.

El llanto incrementó aún más después de esa pregunta, no le gustaba preocupar a sus amigos y eso era justo lo que estaba haciendo. A esta altura, Taehyung estaba bastante molesto con Yoongi y un poco preocupado de que su amigo fuera a deshidratarse por llorar de esa forma.

Soltó el abrazo con Jimin y con un movimiento de cabeza le indicó a su novio que lo siguiera. Jungkook corrió detrás de él y desaparecieron por la puerta del aula. Seokjin por su parte, se dedicó a dar pequeñas caricias en la espalda de Jimin para que sintiera un poco de consuelo, además de ofrecerle tomar de su botella, a él también le preocupaba que su amigo se desmayara o algo así.

–¿Qué le hiciste para que esté tan mal, Min Yoongi? –Pensó el más grande del grupo en voz alta.

Por otro lado, a Jungkook le costaba mucho ajustarse al ritmo de Taehyung. Lo conocía bien, estaba caminando demasiado rápido, estaba enojado. Al salir del edificio y seguir a su novio, se dio cuenta de la razón de su molestia.

Taehyung era muy protector con la gente que amaba, Jimin era una de esas personas. Después de todo, se consideran mutuamente almas gemelas, por lo que Jungkook sabía que iba a ir a gritarle a Yoongi por haber hecho llorar de esa forma a su soulmate y no había forma de detenerlo.

–¡Tú! –Gritó el castaño cuando estuvo frente a la persona que más detestaba en ese momento. –¿Qué le hiciste a Jimin?

–No sé de qué hablas. –El de aspecto felino contestó con indiferencia.

–La verdad me sorprendió bastante que estuvieras aquí con nosotros y no con Jimin como acostumbras, ¿por qué no están pegados como siempre? ¿se pelearon? –Preguntó el chico que lucía algo intimidante, grande y musculoso.

La pareja lo conocía, estaban juntos en casi todas las clases. Kim Namjoon.

–No estamos peleados. –Yoongi le respondió a su amigo. –Y no estoy con él porque estoy con ustedes. –Habló como si fuera lo más obvio del mundo.

–Imbécil. –El tono arrogante que había usado Yoongi había logrado irritar más a Taehyung.

Estaba a punto de acercarse más, pero Jungkook decidió pararlo. Tomó la mano de su novio y empezó a caminar con la intención de alejarse. El mayor puso resistencia, pero sabía que si se quedaba, iba a perder el control con Min y a ninguno de los dos le convenía terminar en la dirección.

–Si no están peleados, ¿qué le hiciste para que esté llorando desconsoladamente? –Jungkook habló antes de retirarse.

–¿Qué pasó con Jimin? –Cuando la pareja desapareció de su campo visual, el otro amigo de Yoongi, Hoseok preguntó.

–Ya les dije que no pasó nada. –Suspiró cansado y se pasó las manos por la cara un par de veces en señal de frustración. –¿Saben qué? Olvídenlo, nos vemos luego.

Tomó sus cosas y se fue en camino a su salón a ver a su novio. Ciertamente se sentía un poco culpable después de que Jungkook mencionara que lo había hecho sentir mal. No entendía qué le pasaba, estaba consciente de que en la mañana cuando el menor llegó fue a saludarlo con toda la emoción del mundo y él simplemente lo ignoró.

Tal vez se sentía abrumado, acabar de salir de una relación para entrar a otra no le dio la calma que él creyó que le daría, pero lo estaba intentando.

Cuando se asomó por la puerta de cristal del aula, pudo ver a Jimin un poco más animado, pero aún quedaban rastros de lágrimas en sus mejillas y tenía los ojos ligeramente hinchados y rojos.

Se sintió como basura.

Se tragó el sentimiento de culpa, tomó el pomo de la puerta y caminó hacia donde su novio y sus amigos estaban. Se quedó en silencio unos segundos y habló hasta que el rubio conectó la mirada con la suya.

–¿Podemos hablar? –Carraspeó.

Jimin sintió miedo, tal vez Yoongi quería hablar con él para terminar la relación que llevaban. Sintió sus ojos aguarse de nuevo, pero suspiró y asintió.

Ambos abandonaron el salón después de que Taehyung hubiera prácticamente apuñalado con la mirada a Yoongi.

–¿Lloraste por mi culpa?

Jimin pensó que era la pregunta más estúpida que pudo formular el mayor, por lo que sólo soltó una risita amarga.

–Perdón, Mimi. Es que... vas a creer que soy raro.

–Yo no creo que seas raro en absoluto. –Jimin ladeó un poco la cabeza intentando descifrar lo que estaba intentando decir Yoongi.

–No sé qué me pasa, a veces me siento muy abrumado y me alejo de las personas que quiero, les dejo de hablar para no decirles nada que pueda lastimarlos.

–¿Y crees que ignorándome no me lastimaste? Jodida tu forma de sentirte mejor.

Jimin empezó a caminar de regreso a su salón, ahora estaba demasiado molesto con el pelinegro.

–No, Jimin. Perdón... –Alcanzó al rubio y lo abrazó por detrás. –No era mi intención hacerte llorar, soy un idiota. No te vayas.

El menor se quedó quieto un par de minutos, sintiendo la respiración de ambos calmarse. Yoongi no había soltado su abrazo desde entonces.

–Sí eres un idiota, Min Yoongi. Pero... supongo que ya no importa. Sólo, no vuelvas a hacerlo.

Yoongi se colocó frente a Jimin para tomarlo por las mejillas y besarlo. El menor aceptó el gesto gustoso, le gustaba mucho esa sensación linda cuando estaba bien con su novio y este se la pasaba besándole.

–Prometo que no volverá a pasar, mi amor.

Ya sabemos el desenlace de esa otra promesa.

Gone [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora