Hace tres horas fue la ceremonia para elegir nuestra facción, ayer que hice la prueba para decirme a cuál pertenezco arrojó lo que presentía – Divergente – Tori, la chica a cargo de mi prueba me corrió a casa. El miedo en su mirada era evidente, dijo que pondría que el suero me había hecho daño y se lo agradecía, de otra forma habría sido aniquilada o estaría justo ahora en un laboratorio sufriendo diversos experimentos, con mi madre a cargo.
Recuerdo que unas horas antes de la ceremonia mi bella madre, Jeanine Matthews, cito unas conmovedoras palabras - ______, sabes que deseo lo mejor para ti y no olvides, una vez que elijas dejaremos de ser familia.
-Facción antes que sangre – rodé los ojos recitando aquel monólogo.
Quería gritarle que eso era estúpido, pero como cualquier persona "normal" debía seguir las reglas.
Escogí Osadía porque las personas Osadas rompen las reglas, afrontan diversas situaciones peligrosas con valentía y por mucho que sea divergente y desee pertenecer a todas, su entrenamiento me serviría.
Hasta ahora he logrado pasar la prueba de saltar desde la cima del edificio. Los jefes que hasta ahora conozco eran Eric y Cuatro, ambos se ven demasiado severos, aunque el primero tiene cara de maldito.
Cuatro fue nuestro guía, nos mostró las instalaciones y los dormitorios.
-Aquí dormirán.
-¿Chicas o chicos? – preguntó un chico llamado Jake.
-Ambos.
-Genial – musitó Cristian, otro chico, con morbosidad.
-Si te parece genial deberías ver los baños – comentó irónico, Cuatro.
-¿Es enserio? – cuestionó Jade, una chica que conocí mientras veníamos en el tren. Era lenta, venía de cordialidad.
-Debe ser una broma – todos comenzaron a quejarse.
-Se sentirán como en casa, no hay nada oculto – dicho eso, Cuatro se marchó chocando a propósito su hombro conmigo – Cámbiense.
Al principio era incómodo, sobre todo por las vistas morbosas de los hombres.
-Lindo cuerpo cerebrito – dijo Cristian recorriéndome con la mirada, mordiéndose el labio – El negro te queda mejor que el azul.
-Metete tus comentarios por donde no te da el sol – respondí sería causando la risa en los demás.
Posteriormente fuimos a dejar nuestra vieja ropa en un quemador y pasamos al comedor. No había muchos sitios vacíos – Mira ahí – señale a Jade con la mirada unos asientos junto a Cuatro. No muy convencida accedió, yo me senté junto a él.
Jake se quedó mirando la comida como si tuviera cuatro ojos la carne, en abnegación no se come carne. Los abnegados comen cosas simples al igual que su estilo de vida.
Un chico de verdad comenzó a hacer comentarios al igual que Embry, lo conozco porque también viene de Erudición.
-Ya déjenlo, no tendrían que estar hablando de eso – intervine dando otro bocado a mi comida.
-Perdón su majestad – rodó los ojos irónico - _____, estás acostumbrada a un alto nivel de vida. Después de todo, tu madre es la jefa de erudición.
-Cierra la boca – amenace apuntándolo con mi tenedor.
-¿Vas a enterrarme el tenedor?
-Sí, si no cierras la boca.
-Fue suficiente – Cuatro lo callo antes de que hablara – No quiero seguir escuchando de sus viejas facciones, son Osados ahora.
-¿Tú te transferiste o naciste en Osadía? – pregunte impulsivamente.
Él me miró sonriendo irónico - ¿Es un chiste? – Negué - ¿Qué te hace creer que puedes hablarme?
-Olvídalo, ni cara de amistoso tienes – me encogí de hombros restándole importancia.
Los chicos reprimieron las ganas de reír. Cuatro se quedó mirándome neutro, pasó lo que estaba masticando volteando la cara – Cuidado – dio un sorbo a su bebida.
Un chico se acercó a decirle algo.
-Tienes instinto suicida – negué sonriendo.
-Trataron de reclutarlo para liderazgo dos veces, pero se negó – de reojo lo vi levantarse, los osados mayores golpearon sus vasos contra la mesa.
El líder de Osadía nos dio un discurso a los nuevos iniciados sobre lo que somos y debemos enorgullecer a la facción. Posteriormente nuestros mayores nos levantaron en señal de festejo.
En este momento me siento feliz, abandonar el nido y el liderazgo de Jeanine no se siente tan mal, pero tampoco debo bajar la guardia; comportarme como un Osado es mi deber o de otra forma estaré muerta.
Ser hija de Jeanine Matthews, tiene sus ventajas y aprovechare todos los conocimientos y sus secretos para algún día implementar un cambio. No pierdo la esperanza de que un día las cosas serán diferentes y me encargaré de que así sea.
ESTÁS LEYENDO
Rompiendo las reglas.
FanfictionVivir en un mundo dividido no es fácil, mucho menos cuando eres divergente y la hija de la persona que quiere acabarlos. ... Está historia es un fanfic de la historia original de la autora Verónica Roth, no me pertenece a excepción de personas que v...