[2] Mami villano

Capítulo 263: Los descendientes malditos (2)

ROARKE realmente no quería pero sabía que tenía que consolar a Jameson Crawford.

Esta no fue la primera vez que Crawford fue regañado, pero esta fue la primera vez que se quedó completamente callado.

Es más molesto cuando está callado que cuando brota blasfemias a diestra y siniestra.

"Fue tu culpa", dijo Roarke en un intento de consolar a Crawford. Era consciente de que podría no ser la mejor manera de animarlo. Pero ese era el tipo de relación que tenían los dos. Prefiere ser repudiado por sus "padres" que usar palabras cursis para hacer que Crawford se sienta mejor. "El Supremo y la Serpiente Negra están acostumbrados a tu perorata habitual. Pero los jóvenes maestros no. Por supuesto, se lastimarían si te escuchan hablar mal de sus padres. Tu estúpida boca sucia tampoco ayuda".

"Fue aterrador", dijo en voz baja Crawford, que estaba sentado a su lado en el suelo mientras vigilaban la habitación del Supremo. Y por una vez, no maldijo. "Sé que la ilusión que viste fue la de Lord Julian abofeteándome la cara. Pero lo que vi y sentí fue diferente".

"¿Cómo es diferente?"

Tragó saliva y se tocó el cuello antes de responder. "Realmente pensé que el joven maestro me había decapitado. Su sed de sangre era tan intensa que su ilusión parecía real".

La Serpiente Negra también era buena para crear ilusiones, pero apenas la usaba. Después de todo, odiaba usar técnicas de agua que el Dios de la Luna usaba a menudo.

Aún así, tanto Lord Winter como Lord Julian heredaron los dos Manas del duque. Aunque el Mana dominante de Lord Julian era el fuego, todavía podía usar agua y hielo. Tampoco deberían sorprenderse por las habilidades del mayor ya que tenía recuerdos de su vida pasada.

Y el Cetro Sagrado también está dentro de Lord Julian.

"¿Por qué de repente te quedaste en silencio?" Crawford se quejó después de un tiempo. "Eres tan malo consolando a otras personas, Sinclair".

—Cállate —dijo, aunque se sintió bastante aliviado al escuchar los lloriqueos habituales de Crawford. Estaba empezando a volver a su habitual personalidad ruidosa y molesta. "Crawford, ¿te diste cuenta? Puedes hablar normalmente. No he escuchado una sola blasfemia tuya desde que Lord Julian te regañó".

"Tengo muchas ganas de maldecir, pero mi trauma no me lo permite".

Él sonrió ante eso. No era como si estuviera descartando el trauma de Crawford. Simplemente pensó que molestarse mutuamente era su mejor forma de comunicación. "Solo considéralo como algo bueno. La mayoría de la gente odia tu boca sucia de todos modos. Especialmente yo".

"Gracias", dijo Crawford sarcásticamente, luego volvió a guardar silencio antes de hablar en voz baja. "Nacimos de la forma en que Lord Wixx imaginó que fuéramos. Dejó una fuerte característica dentro de nosotros que no pudimos superar fácilmente. Es mi mala boca para mí, mientras que tú naciste de su deseo de tener un hijo con la Sacerdotisa de la Luna. ."

"Eso es cierto."

"¿Qué pasará si empiezo a cambiar?" preguntó, el miedo evidente en su voz. "Siento que voy a desaparecer si de repente me deshago de la característica más fuerte que Lord Wixx me ha dado. Tengo miedo de eso, Sinclair. No quiero cambiar incluso si la gente solo me ve por mi boca sucia."

Se quedó en silencio porque ese pensamiento también lo asustó.

Lord Wixx me considera su hijo con la sacerdotisa de la luna. Pero la actual Lady Luna ya no actúa como la amante de nuestro amo. ¿Voy a desaparecer si la Sacerdotisa de la Luna me "repudia"?

"¿Qué tiene de malo el cambio?"

Roarke se sorprendió cuando el Supremo, que ahora estaba parado frente a ellos, preguntó. Incluso Crawford se sorprendió. Después de todo, no la sintieron ni la escucharon hasta que ella decidió dejar notar su presencia hablando.