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04 | LOS RECUERDOS
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Omi-nii, no dejes que me lleven.
¡No dejes que me lleven, por favor!
¡Omi-nii, por favor, por favor, no me quiero ir con ellos!
¡No dejes que me hagan daño!
¡NO, NO ME ABANDONES EN ESE LUGAR!
¡NO ME DEJES, OMI-NII!
Sofía se despertó exaltada sintiendo que su corazón latía fuertemente en su pecho y no podía respirar con normalidad, estaba alterada por los recuerdos que revivió en su sueño, necesitaba escapar para no seguir recordando esas cosas, necesitaba salir de ese departamento ya mismo.
Cada vez tenía esos recuerdos sentía que se ahogaba.
Aún sin lograr calmarse se quito las sábanas de encima bruscamente y se levantó para recoger su ropa la cual estaba dispersa por el suelo de la habitación de Haruka, al levantarse de esa forma de la cama despertó a su acompañante quien la veía extrañada.
—¿Te sientes bien, Sofía? —cuestionó Haruka.—Vuelve a la cama aún no ha amanecido.
—Me voy. —contestó tajante sin siquiera girarse a mirar a su amante.
—¿Por qué te vas así de repente? Siempre te quedas al menos hasta que amanece y a veces...
—¿Desde cuando debo darte explicaciones a ti, Haruka? —respondió, ahora si la miro pero le dio una mirada de total indiferencia.—Recuerda tu lugar y no lo olvides nunca.
Sofía se terminó de poner la ropa y salió de la casa de su amante dando un portazo mientras se dirigía al automóvil, sus manos temblaban y sentía que su respiración se dificultaba cada vez más, debía calmarse no podía estar teniendo un ataque en ese momento.
Haruka busco su móvil y cuando lo encontró marcó a una persona que esperaba que le respondiera.
