La cabina telefónica

Al acecho

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Ellos me robaron lo que más quería en este mundo, me arrebataron todo con su codicia, pereza e ignorancia, me dejaron solo y en desgracia, ahora solo vago sin rumbo alguno, con el corazón hecho pedazos esperando poder encontrar esa felicidad que yo solía tener, pero sé que eso no sucederá hasta que yo me quite este gran peso de encima y por fin los haga pagar por lo que me hicieron.

—Señor, ¿se encuentra bien? —me pregunta una joven.

—Sí, disculpa, ha sido un día terrible —respondo secándome las lágrimas.

Vago por las estaciones de metro de Londres, recorro cada vía de acceso en donde pueda encontrarme con alguno de ustedes, pero no hay prisa, mi plan pronto estará en acción y no seré solamente yo el que sufra solo, sino que ustedes me acompañaran en mi agonía y suplicaran porque los mate.

Solo su sufrimiento podrá hacer que expiren todos sus pecados y podrán darme esa paz que tanto he anhelado en todos estos años. Uno a uno estarán arrinconados en su propia miseria y su conciencia los carcomerá hasta volverse dementes por la culpa.

—¿Hacia dónde vamos? —pregunta el taxista.

—Hacia el Aeropuerto Internacional Heathrow —respondo cerrando la puerta del taxi.

Ustedes me orillaron a hacer esto, no es justo que su conciencia siga limpia y tengan vidas normales cuando la mía no tiene sentido después de lo ocurrido, pero ahora todo será diferente porque por fin he encontrado esa razón y motivación que me hacía falta para seguir con mi vida y para hacer que sus muertes no sean en vano.

Hoy yo daré un paso importante que cambiara la balanza de la justicia y hará que este mundo se reforme, aunque sea un poco de toda esta miseria que maneja, lleno de pecadores, sin una pizca de cordura ni remordimiento en sus almas o corazones, hoy elijo hacer lo correcto por mí y por ellos, quienes me agradecerán de hacerles llegar justicia hasta sus tumbas.

—¿Quiere que lo espere? —pregunta el taxista.

—Sí, será una sorpresa mi visita...

Bienvenida a tu nuevo destino, yo te guiaré hacia la dirección correcta que debas tomar para que expires tus pecados y purifiques tu alma corrompida, pero no hay prisa, aún debes ver un poco de luz antes de quedar encerrada en total oscuridad.