Mia se llena de juguetes, mi madre se compra ropa y zapatos que posiblemente cuesten mas que una nueva casa y yo... Yo consigo moretones y marcas nuevas en mi cuerpo todos los días.
Yo soy obligado a usar ropa extremadamente pequeña y ajustada para excitar a personas que ni siquiera conozco, yo tengo que fingir una sonrisa cada vez que unas manos desconocidas me tocan en lugares inapropiados, yo tengo que llorar en silencio mientras ellas disfrutan del dinero que genera mi sufrimiento, esa es mi maldita realidad con esta familia de mierda.
Llevo apenas una semana en esto y el tiempo se siente eterno, mi madre no me dirige la palabra para algo que no tenga que ver con entregarle el dinero que gane u ordenarme dejar la casa brillante, y mi hermana abecés se ríe de mi, o me presume la comida que a pesar de todo yo no tengo permitido comer.
- ¿Cuándo entraré otra vez a la escuela? - pregunté en un murmuró pero solo recibí una risa como respuesta.
Mi madre se levantó apenas terminó y después de un "que tengas un lindo día, mi niña " se fue a su habitación.
-¿Porqué sigues preguntando lo obvio? Ganas dinero por acostarte con Alfas o Betas, no necesitas estudiar - Simplemente la mire sin poder contestar mientras esa sonrisa divertida se formaba en su cara - además, ¿De que te quejas?, para mi sería genial no tener que volver a la escuela, no tendría que llegar a hacer tareas y no estaría obligada a ver a los idiotas de mis profesores todos los días.
-No sabes lo que dices - conteste decidido a no terminar de comer - además, no me gusta que uses malas palabras
- ¿Desde cuando lo que tu quieres o no, debe importarme? - no conteste, simplemente me levante y deje su lonche en la mesa, tenia cosas mas importante que hacer y en este momento era dejar mi plato y el de la mujer que se hacia llamar mi madre, en el lavadero - Bueno yo me voy, espero que cuando llegue ya tengas el dinero para mi nueva casa de muñecas, sino, realmente voy a molestarme - estaba por contestar pero antes de salir me dio una nalgada que realmente no supe como interpretar.
No era la primera vez que lo hacia, pero cuando me decidí por darle a entender lo mal que estaba, solo me ignoraba y seguía hablando con mi madre de cosas que claramente trataban de humillarme.
Como de costumbre, mi madre solo permaneció en su habitación mirando la televisión mientras yo recogía la casa, asegurándome de que no hubiera nada que mi madre pudiera usar para hacerme limpiar de nuevo, extrañamente, siempre hay algo, una mancha, una pelusa , que por insignificante que sea, debo volver al inicio hasta que lleguen las 8 de la tarde.
Para mi fortuna tenia de 8 a 9 para descansar y dormir un poco antes de volver a vivir la cruda realidad, Cristal me ayuda a que el jefe no se percate y en dejarme todo listo para poder arreglarme de inmediato, era la única cara amiga que tenia en este lugar.
. .- ¡Chicas, chicos! - grito nuestro jefe aplaudiendo para llamar nuestra atención - ¡En fila, ya!
La situación ya comenzaba a oler mal, con sus rasposas manos comenzó a acomodarnos, sujetando nuestra cintura, piernas y cara para terminar todos en una misma posición y de vez en cuando pasándose de estúpido en el tacto.
Creí que no pasaría de su frecuente acoso disimulado pero claramente me equivoque puesto que fueron tres adolescentes los que vi entrar al lugar, por su expresión de superioridad era mas que claro que se trataba de Alfas posiblemente ricos.
Cuando el jefe los vio, como un buen lame huevos comenzó a adularlos y guiarlos por el lugar hasta quedar frente a nosotros, "Por favor, elijan al que mas les guste", podría irse mucho al demonios el y sus invitados especiales.
- Lo quiero - no pude evitar tensarme cuando lo escuche, su mano fue a acariciar mi mejilla, manteniendo su contacto visual conmigo
Era un chico albino de ojos azules, una sonrisa amable adornaba sus labios y de no ser porque sabía el contexto de la situación, realmente pensaría que era alguien en quien pudiera confiar.
- ¿Cuántos años tiene? Quince? Catorce? - preguntó divertido uno de sus acompañantes
- Además, creí que no sopor...
- Si nadie les pide su opinión es porque a nadie le interesa - contestó este aun de esa forma amable - además, no necesito que se mueva, me basta con que sepa abrir las piernas.
Aquí voy otra vez, con suerte y esta vez lo que me pague me ayudará a quedarme con algo realmente para mi.
Sus amigos se quedaron mirando a mis compañeros, mientras nosotros no encaminábamos a una habitación.
Pero caso contrario a lo que esperaba, el soltó un suspiro largo cuando la puerta finalmente se cerro, y se sentó en el sofá. No hubo ninguna orden, así que intente quitarme la ropa, pero fui regañado al instante.
-No te pedí que hicieras nada - no grito, solo, metió fuerza en su voz y fue suficiente para que me detuviera, estaba confundido, así que me mantuve de pie - dime, ¿Que hace alguien como tu en este lugar?
-Quiero dinero, señor - respondí, mirando como el se servía del wiski de cortesía que habían dejado en la habitación.
-¿Dinero? ¿Solo eso? - había burla en sus palabras - No, estas mintiéndome
-Perdóneme, pero no creo que haya persona de mi edad que trabaja de esto por gusto - después de un trago rio de forma leve, poniéndose de pie.
-Tienes razón - acaricio mi cuello y mejilla con la punta del baso - bebamos por eso, debes querer un descanso después de... ser usado tantas veces- y con eso, un empujón que me hizo sentarme en la cama.
Sus manos me acariciaron y aunque intente negarme al trago, la presión que el hizo en mis mejillas y el hacerme mirar para arriba, le dio espacio para verter el trago en mi boca.
-Veras, tu quieres dinero... y yo tengo mucho - podía sentir el camino caliente en mi garganta, pero no se detenía - puedo hacer que te den vacaciones y darte las cosas que me pidas, pero con un precio.
Ahí mi cuerpo obtuvo la fuerza para empujarlo y empezar a toser, sentía nauseas pero antes de poder recuperarme, aquella bebida ahora caía en mi cabeza.
-Debes ser solo mío - sujete las sabanas con fuerza, ¿porque todo lo que tiene que ver conmigo siempre se resume a esto? - venir cuando te llamo y hacer lo que te ordene, a cambio, te pagare mejor que este lugar.
Estoy harto.
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Machista
Ngẫu nhiênNoray Es Omegaverse. Con personajes de The Promised Neverland Posibles faltas de ortografía