Me levante asustado, mi cuerpo temblaba y el sudor se deslizaba por mi cuello, asumí que se había tratado de una pesadilla que simplemente no podía recordar.
Aun era de noche, no sabía la hora pero no me atrevía a moverme cómo para tomar mi teléfono, tenia miedo y me sentía paralizado, como si supiera que algo muy terrible estaba por pasar y que era imposible para mi el tratar de detenerlo.
Las risas de burla sobre mi, la constante inquietud y ese sudor frío que ya empezaba a formarse, no me ayudaban a tratar de mantener la calma.
Y una vez mas las risas se hicieron presentes, pero esta vez murmullos que me juzgaban las acompañaban.
Mis ojos volvieron a abrirse buscando descubrir quién era el responsable de esa voz, pero solo me encontré con el techo de mi habitación, la luz ya burlaba las cortinas alcanzando mi cuarto, pero su intensidad se quedaba en lo opaco, todo parecía tan silencioso, tan tranquilo...
Mi alarma tuvo que ser causante de volver a ponerme los nervios de punta al sonar de la nada, no muy decidido solo me levante estirando ambos brazos.
-Ray! ¡Dice mamá que ya te levan... tes - solo la mire molesto, ¿Porqué era tan difícil mantener el silencio?
-Largo - Mia frunció su entrecejo pero no tardo en obedecer.
Sujete el primer conjunto que estaba colgado y lo dejé en la cama junto con mi ropa interior, tomé mi teléfono y una toalla y ahora si, entre al baño dispuesto a bañarme con algo de música para disimular todo el ruido que mi hermana provocaba.
-Esta nublado - murmure al salir envuelto aunque ya casi seco, mi madre había entrado ha abrir la ventana y por primera vez me había parecido una buena decisión.
El inspeccionar mi cuerpo fue inevitable a la hora de vestirme, era lindo y a la vez tan horrible, ni siquiera parecía un chico y eso era lo mas irritante.
-Que lindo - no conteste, simplemente me senté en una de las sillas - ¿Que pasa? Esos no son modales dignos de un omega, ¿Cómo se dice?
-Gracias - susurre para poder conseguir mi plato de comida de una vez.
-Bien dicho - un plato de avena, eso fue lo que conseguí mientras miraba como a la menor frente a mi prácticamente le servían una pila de Waffles - A, Ray, recuerda no comerlo todo, si engordas no le gustaras a nadie además de que tardas mas limpiando.
-Entiendo - volví a contestar
Mi familia era pequeña, tan solo se trataba de mi madre, mi hermana y yo, ambas Alfas y como una buna oveja negra yo era el único Omega, yo era el único chico de la casa y como consecuencia precisamente la criada después de que volvía del infierno o en otras palabras de mi escuela.
Teníamos el dinero para que pudiera estudiar en una buena escuela pero asi no funcionaba mi familia, al menos no después de que la palabra Omega apareciera en mis exámenes médicos.
-¿Mi desayuno? - pregunté antes de salir, mirando como una bolsa café se posaba en las manos de mi hermana, solo para irse corriendo al auto correspondiente a la familia de una de sus amigas.
- Ah!, sobre eso - su mano acarició mi mejilla de forma lenta - a partir de hoy no llevaras comida a la escuela - solo pude cerrar mis ojos al sentir ese fuerte agarre en mi cabello que me hizo acercarme aun mas a ella - tienes una linda figura - su mano libre acarició mi cintura - Debes mantenerte así hasta que la persona que te muerda quiera finalmente librarme de ti - eso debería decir yo.
Pero nadie es tan tonto como para marcar a un omega en preparatoria y si lo es no llegaría al punto de casarse o algo asi con el.
-Aah~ Angh~ E-espera ngh~ mas-mas despacio~ - Esta era mi realidad en la escuela
Si, a ojos de los Alfas era lindo, y eso era un problema, cuando recién entre fue una pesadilla en todo su esplendor, me ataban, a veces era obligado a hacer cosas con mas de una persona y al terminar solo se iban dejándome en cualquier estado que estuviera cuando ellos dejaban de divertirse, otros me tomaban como una prostituta y cuando mis ganas no llegaban ni siquiera a las de seguir viviendo me dejaban dinero, a veces eran 5 dólares, otras solo eran 2.
Pero si ya tenía la fama de ser muy bueno aun cuando ni siquiera intentaba serlo, entonces solo decidí aprovecharlo, no recibiría ayuda si intentaba buscarla de una u otra forma.
-son 30 - dije de inmediato apenas lo mire abrochar su pantalón, ni siquiera estaba cansado, solo me sentía asqueado, el sudor sobre mi era mayormente de el, y eso no era algo agradable.
- ¿Cree que sean suficientes pruebas, director? - eso me confundido, al menos hasta que la puerta del baño se abrió.
Expulsado, solo yo, motivo "pervertir estudiantes" "provocar actos sexuales en un ambiente público y educativo" y otras cosas mas que son tan tontas que ni siquiera vale la pena repetir.
-hmp! - fue todo lo que salió de mi boca.
Una bofetada había ido a parar a mi mejilla, mi madre estaba furiosa pero no por el echo de que yo fuera expulsado y tampoco por los motivos.
- ¡¿Tu sabes cuanta falta nos hace ese dinero?! ¡¿Como pudiste ser tan egoísta como para esconderlo de nosotras?! ¡¿Cuanto ganabas al día?! - no conteste y eso me hizo ganar otro golpe - ¡¿cuánto?!
-20... - conteste cerrando mis ojos al ver otra vez esa mano alzarse pero el golpe nunca llego.
- Dame ese dinero - no conteste - Ray, dame ese dinero o te juro que...
-No lo haré - conteste - yo me esforcé por ganarlo, tuve que pasar por cosas horribles para conseguir cosas que es tu obligación darme, si tanto quieres ese dinero ve a trabajar tu y deja de gastar el dinero que mi padre nos dejó.
Decir eso fue el peor error que pude haber cometido.

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Machista
RawakNoray Es Omegaverse. Con personajes de The Promised Neverland Posibles faltas de ortografía