Han pasado muchos años desde que se juntaron las Brujas y los Lobos en un solo asentamiento.
Conviviendo juntos.
La pareja que lideraba sabiamente el pueblo habían sido favorecidos, y habían logrado después de varios años, formar una familia.
El embarazo de la Reina no fue sencillo, siendo alguien ha estado en desgaste constante debido a sus entrenamientos, su ciclo fértil se vio afectado. Por lo que luego de seguir tratamiento se logró.
El Rey se había encargado de seguir las indicaciones y cuido a su esposa rigurosamente.
Siendo lobo, había notado que no había uno, sino tres, criaturas en el vientre de su mujer.
Cuando descubrieron el género de sus bebés, estaban felices de tener tres dulces niñas creciendo saludablemente.
El día del parto llegó muy pronto pero sin complicaciones. El Rey no dejó a su Reina sola, y juntos oyeron los llantos de sus niñas, uno a uno.
La primera. Amelia.
Tenia mechoncitos rojizos en su pequeña cabecita.
La segunda en nacer, fue Alicia, mechones rubios con castaño.
Y la última, fue la tan esperada Aria, con muy oscuro cabello negro.
Tres nenitas que desde el primer momento en que las vieron se volvieron su mundo.
Amelia, Alicia y Aria, eran inseparables. Dormían pegadas en la cuna, se imitaban, y las tres trataban de pararse ayudándose mutuamente, aunque no lo lograban.
Para sus padres y para los habitantes del pueblo, las niñas crecieron muy rápido.
Pronto estuvieron corriendo y riendo por las calles, entre el bosque y ocultándose tras la espaldas de las personas, quienes sonreían alegres por sus risueñas y adorables princesas.
Las chicas, eran tres copias idénticas, todas tenían el mismo rostro, sin lunares que diferencien, y los mismos ojos de su madre, lo que las hacían diferentes eran sus melenas.
Desde el negro más oscuro y brillante, pasando por un rojo intenso y fuerte, acabando con un dulce color oro que brillaba bajo el sol.
Eran sin duda las joyas más preciadas para todos.
A los 7 años, las niñas descubrieron sus poderes.
Amelia, podía manejar el fuego como elemento básico, y con ayuda de otros hechizos podría usar su energía y hacer más cosas.
Alicia, controlaba el agua. Habilidad que fue heredada de su abuela, quien manejaba este elemento muy poco. Al igual que su hermana aprendería diversos hechizos con el tiempo.
Por último, Aria, era más rápida que sus hermanas, sus sentidos se habían desarrollado más, podía oler, escuchar y sentir todo muy intensamente. Todo apuntaba a que podría haber heredado el gen lobo de su padre. Aunque no había indicios de magia, podría parecer en cualquier momento.
Mientras Amelia y Alicia entrenaban con su madre, Courthney.
Aria, lo hacia con su padre.
Las dos primeras aprendían magia cada vez más rápido.
Y la última de ellas, desarrollaba su fuerza, velocidad y destreza a un nivel asombroso para una niña tan pequeña.
Para sus padres, las tres los llenaban de orgullo.
La pelinegra y pelirroja también aprendieron defensa con su padre. Y la rubia trató de desarrollar su lado mágico con su madre. Sin mucho éxito...
Sin embargo eso no cambiaba las cosas.
Todo fue maravilloso durante un año, las niñas tenían 8 años ahora.
Habían crecido bastante para su edad.
Pero como no todo puede ser color rosa, una amenaza apareció.
Dejando a la Reina sin poderes para rescatar a sus hija, al Rey incapacitado de salvarlas.
Una a una fueron desapareciendo por un agujero negro.
Las tres lloraban cada vez más mientras eran separadas y alejadas no solo de ellas mismas sino de sus padres y su hogar.
Courthney lloraba de dolor viendo a sus hijas desaparecer siendo incapaz de impedirlo, al igual de Edwuard.
El pueblo sufrió la pérdida de las princesas, pero no como sus padres.
Sufriendo pesadillas y culpándome cada día. No las encontraban.
Courthney ya no tenía la capacidad de usar magia, y sus brujos no podían localizarlas.
Por otro lado, cada una de las niñas aterrizó en un lugar distinto, lejos de la barrera mágica que las protegía de la humanidad.
Amelia, cayó en un bosque en Italia.
Alicia, en Noruega.
Y Aria en Alemania.
A las tres les quitaron sus recuerdos y los encerraron el lo más profundo de su mente.
Les hicieron creer que habían sufrido un accidente mientras vacacionaban con su familia y que habían perdido la memoria.
Les implantaron una familia falsa que controlaba sus movimientos, de esa manera dejarían que la humanidad misma las corrompan y las dejen a merced del mal.
Viviendo en la mentira por 10 años y sin saber que tenían magia sellada en sus venas
Sus poderes se descontrolaron a sus 18, causando estragos, lastimandolas en el proceso, haciéndolas sentir diferentes y anormales.
Solo era cuestión de tiempo para que el miedo las haga tomar malas decisiones, y ahí sería el momento perfecto para consumirlas.
Llevar a las dulces princesas al abismo. Una por una.
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Trillizas Perdidas
RomanceCon un gruñido se acercó a ellos amenazadoramente, luego, sujeto a su esposa de la cintura y la trepó a su hombro, asustándola en el proceso. -¡oye! ¡¿pero qué te sucede?!-lo golpeó en la espalda-. Los chicos retrocedieron al ver la mirada oscura de...