03 hablamos con Sonny

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El día del picnic entre departamentos había llegado y con el las más maravillosas semanas para el precinto 99, los noticieros y blogs hablaban del maravilloso desempeño de los detectives de la unidad, arrasando con todo lo que podían, sus archivos estaban llenos de casos resueltos y satisfactoriamente completados.

El nuevo fiscal tenía la fama de ser una bestia, su experiencia en casos mayores había hecho que estos casos penales fueran como pan. Aunque por el momento solo Rosa, Terry y el capitán habían tenido el gusto de conocer a esa bestia de la justicia.

Con los días que siguieron, la pareja con más casos resueltos siempre era el dúo de Sonny y Jake, ambos eran como sabuesos, dos instrumentos finamente afinados que juntos eran una sinfonía, tanto era su éxito que Terry y el capitán habían estado del acuerdo en asignarlos como compañeros incluso juntando sus escritorios, Rosa no estuvo de acuerdo del todo con el cambio principalmente por su repulsión a Charles y sus cosas raras sobre comida, pero Gina había Sido la primera en estar de acuerdo, pues desde ese ángulo tenía mejor vista del varonil y sensual inspector italiano que obviamente Gina idólatras como a un Dios.

Alegando que por fin los dioses del baile le mandaron a su creación más perfecta y claro que la excéntrica secretaria no desperdiciaba ningún momento para tratar de manosear al rubio.

Las cosas iban bien en el 99. Pero a veces, solo esas veces donde solo Jacob y Dominick estaban juntos; vigilando, estudiando un caso o solo en la sala de descansos comiendo juntos en esos momentos donde había silencio, Jake podía notar que algo no andaba bien, lo notaba en el aire, en el ambiente lo notaba en la forma en que sus compañero se perdía en el infinito espacio y sus Nokia azules se llenaban de tormento como el mar, como si hubiera algo en su mirada esquiva que lo hacía perderse.

Tal vez no tenía moral para juzgar a su compañero, cuando el también era capaz de perderse por horas en lo miserable que le hacía sentir el recordar cómo terminó todo con Amy.

"Eres un obstáculo"
Esas palabras seguían resonando en la cabeza, le causaban malestar a Peralta, quería poder dejar de sentir aquello que lo atormentaba, pero cuando se daba cuenta tal vez tenía razón.

¿La tendría?

¿Era un buen policía? ¿Un buen amigo?¿Habría sido un mal novio? Trataba de ser dulce, trataba de ser comprensivo, de apoyarla y siempre mantenía su opinión al mínimo, sabía que lo único que tenía para darle a Amy era apoyo para que ella pudiera cumplir sus sueños, se esforzaba el doble por ella y se había esforzado en madurar, pero aún no sabía que era lo que quería Amy.

¿Que puede dar el por alguien?

- ey.- llamo Sonny quien se había sentado al lado en aquella pequeño colina bajo la sombra de un roble, tenía grabado en toda su corteza nombres de parejas y algunas cosas no tan tiernas. Dónde ambos estaban sentados se podía apreciar perfectamente la gran reunión entre policías y bomberos que se llevaba a cabo.- abajo es una locura, la estación de bomberos empezó una guerra de comida y luego siguieron con pintura.- el vio la manga de su sudadera negra "Jordan" donde había una pequeña marca de pintura azul.- a penas me libre de esta batalla pero mira... Traje el botín.-

- oh viejo, eres un amor.- le dijo con un tono distraído el mayor, tomando la cerveza que le extendió estaba fría y algo manchada pero no le importaba demasiado.

- ¿Pasa algo?- dijo el italiano viendo a su compañero, pocas veces veía a Jake así, aunque muchas veces lo había visto taciturno perdido en la nada pero sus ojos parecían estar llenos de tristeza.

- solo pensaba.- explicó Peralta, tomando un trago profundo de su cerveza, era clara pero no estaba nada mal.- a puesto a que esta clase de cosas nunca las viste en Manhattan.-

-no, la verdad es que las cosas eran muy diferentes- ingirió un trago profundo de valor líquido, sin despegar la mirada del paisaje que se perdía frente a ellos.- donde estaba, pase por muchas cosas, la verdad me estaba pudriendo en vida, me estaban dañando por dentro Jay, incluso ahora cuando cierro los ojos por la noche me vienen todos los recuerdos.-

-hermano.- Peralta dió un sorbo a su cerveza como si ese líquido le hiciera pasar la información que le lanzó.- ¿Tan feo es crímenes mayores?-

-¿Crímenes que?- dijo Sonny extrañado, pero luego hizo un gesto al haber conectado los puntos, seguramente el sargento y el teniente nno dijeron nada para no "marcarlo". Les debía un enorme gracias ¿Las cosas serían diferentes si decía que no venía de crímenes mayores? Podría tratarlo, que más podía perder, en este momento era una hoja en blanco.- no yo vengo de... Crímenes sexuales, la unidad de víctimas especiales del distrito 16.-

Jake vio a su compañero con algo de incredulidad, el nunca había tenido que tratar con cosas como esa, le producía una morbosa curiosidad, como cuando encuentran algún cadáver desfigurado.

- como... ¿Prostitutas y borrachos que no saben dónde meten el asunto?- dijo con algo de incertidumbre, torciendo una especie de sonrisa.

- más como, redes de pedófilos bajo la fachada de la santa iglesia, niños desmembrados, padres abusivos que violan a sus familias, incluso mujeres que violan a hombres.- Sonny dió otro largo sorbo de su cerveza, dejándola prácticamente a la mitad.

Necesitaba de mucho valor para poder afrontar aquello que lo había atormentado últimamente y eso es que tal vez el saber lo débil que era perdería el respeto de sus amigos, desde que había empezado con las terapias, el número de pastillas en su buró habían bajado considerablemente, ahora solo tomaba una dosis más leve de pastillas para dormir y ansiolíticos más suaves que servirían para frenar los ataques de pánico tan constantemente, pero su terapeuta le había asegurado que el paso final para superar los traumas de lo vivido en la UVE sería confesarle a sus amigos, todas las cosas que lo habían dañado, liberarlo de su pecho en un ambiente de amor.

¿Pero ya estaba en ese punto de confianza con los nuevos chicos como para mostrarse tan vulnerable?
Tal vez no, pero sentía que podía confiar con Jake, algo le decía que Jake era una buena persona, que podía confiar plenamente en el.

- ¿Y sigues vivo después de eso?- Jake jamás se le ocurrió que del lugar donde podría salir su nuevo compañero podría ser crímenes sexuales. Más de una vez había visto a esos detectives, la oscuridad a la que se tenían que enfrentar en su mundo de penumbras y perversión a veces los trastornaba, a veces escuchaban la noticia de alguno de esos detectives que se suicidaban, les daban de baja por sanidad mental oh terminaban volviéndose ofensores.- ¿Estás bien? Digo, ¿Todo en orden? ¿Quieres hablar de algo Sonny?-

-estoy trabajando en ello.- dió un suspiro viendo a Jake quien tenía una expresión de ¿Comprensión? Sus ojos eran dulces y suaves y notaba que en verdad estaba preocupado.- estar aquí me hace bien Jake, gracias por... Bueno, ser un buen compañero.-

-ey.- Jake dejo caer su cabeza en el hombro de Sonny, dejando que su peso descansará suavemente sobre el cuerpo del menor, Sonny no se apartó, le reconfortó aquel acto.- no solo somos compañeros, somos familia ¿bien? Somos tu y yo.- alzó su botella medio vacía para que Sonny brindará con el.- ¿Noventa y nueve?-

- noventa y nueve.- respondió el menor chocando su botella con la del judío y ambos dar un trago.

Tal vez Jake no tenga que ser el que de algo valioso, tal vez solo debía ser el que estuviera ahí en los momentos valiosos.

- oigan ustedes dos.- dijo Charles bañado desde la cabeza a los pies con pintura y comida, era un asco total.- ¡Los bomberos se robaron el pollo a la parmesana de Sonny!-

Ambos detectives se levantaron riendo, solo algo cotidiano del noventa y nueve.

Me tarde más en esta actualización lo siento! Pero empecé un semestre en la Universidad y todavía no acomodó bien mis horarios.
Hasta la próxima!

《𝙴𝚕 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora